Edición Impresa

Ejecución

Zulatto: homicidio por encargo

Fue imputado ayer el hombre acusado de asesinar al joven cuyo cuerpo fue hallado en un pozo ciego de Génova al 2100. Para la Fiscalía, recibió 20 mil pesos de un muchacho que está prófugo, el mismo que llevó a la víctima al lugar bajo un ardid.


Ayer por la mañana fue imputado el único detenido por el homicidio de Fabricio Zulatto. La fiscal Georgina Pairola explicó en la audiencia que el acusado fue inculpado por su mejor amigo, quien aseguró que el hombre le disparó en la cabeza al joven a cambio de 20 mil pesos. A su vez señaló que el presunto autor intelectual –un vendedor de drogas individualizado como Andrés– llevó a la víctima hasta el lugar donde fue ultimado con la excusa de robarle 40 mil pesos al dueño del rancho; y, cuando lo tuvo en el interior de la vivienda, lo traicionó. Hasta anoche el sindicado instigador del crimen estaba prófugo.

La audiencia empezó puntual. A las 9 de ayer el juez Héctor Núñez Cartelle se sentó en el estrado y, frente a él, en dos mesas paralelas, se ubicaron la fiscal de Homicidios Dolosos Georgina Pairola y el defensor oficial Francisco Broglia, junto con su pupilo: Omar Darío “Pilo” M.

Según el relato de la investigadora, Zulatto salió de su casa el martes a las 11 de la mañana, en su VW Gol Trend negro. Iba a comprar un cargador para el celular y luego tenía que encontrarse con un amigo para ir a almorzar a la casa de otro muchacho. También había coordinado con otro joven para reunirse durante la tarde, para comprarle una remera de Newell’s, club en el que jugaba al Futsal. Pero nunca llegó a las citas.

La última persona de su entorno que se comunicó con él fue su novia, quien estaba de viaje en los Estados Unidos, con la que chateó hasta las 15.45 del martes. A partir de ahí le perdieron el rastro.

El miércoles al anochecer un amigo de Zulatto encontró el VW en Suipacha al 756, frente a un frigorífico. La patente del vehículo estaba alterada: uno de los dígitos de la chapa había sido modificado con una cinta aisladora para que pareciera un 7 en lugar de un 4.  Según las cámaras de videovigilancia de un comercio cercano, una persona abandonó el vehículo poco antes de las 17 y se fue caminando por Suipacha hacia el sur.

Por la noche llegó un dato certero a la Fiscalía de Flagrancia y Turno –tenía a su cargo la búsqueda de Fabricio– que devino en una serie de allanamientos. Fueron hasta calle Renán al 200 (en el límite entre Empalme Granero y Casiano Casas) a buscar a Andrés, un muchacho que se dedica a la venta de drogas, pero no lo encontraron. Ahí fueron demorados Pilo M., su pareja y su mejor amigo, J.L., a quienes trasladaron a una dependencia policial.

Cuando el trío fue entrevistado por los uniformados, J.L. dijo que tenía datos certeros sobre Zulatto: allí comenzó la declaración que aportó más datos sobre la suerte el joven, se ventiló en la audiencia.

De acuerdo con lo que le contó J.L. a la fiscal Pairola, Fabricio llegó al rancho de Génova al 2100 el martes por la tarde. Andrés le había pedido que lo acompañara hasta el lugar, porque quería robarle 40 mil pesos a Pilo. Pero cuando ambos entraron a la construcción de chapa, según este relato, lo traicionó: le pegó en la cabeza y luego le pasó un arma a Pilo, quien le gatilló en el cráneo. Luego vaciaron el hueco que tenían habilitado como baño y tiraron ahí el cuerpo de Fabricio.

Según lo que explicó J. L. ante la investigadora, él llegó a la casilla de calle Génova a eso de las 17 del martes y notó que Pilo estaba alterado; hablaba sin parar y le exigió que, por pedido de Andrés, rellenara el pozo ciego. El testigo aseguró que, cuando puso la tierra, la fosa ya había sido rellenada en forma parcial, por lo que no pudo ver el cuerpo de Fabricio. Para cerrar su lapidaria historia, J.L. señaló que Andrés, antes de abandonar la escena del crimen, le dijo a Pilo que iba a volver más tarde a traerle 20 mil pesos a cambio de su trabajo.

Cuando los pesquisas le mostraron al testigo el video de la persona que dejó el Gol Trend en calle Suipacha, él aseguró que el conductor del vehículo era Andrés.

¿Quién es Andrés?

J.L, al ser entrevistado por Pairola, aseguró que el supuesto autor intelectual del homicidio de Fabricio se dedica a la venta de drogas. Incluso admitió que él y Pilo vendían marihuana en la casilla de Génova al 2100, que Andrés les proveía; y que su amigo lo conocía desde hacía muchos años, porque el hombre también le daba mercadería a su mamá. A la vez, explicó que el prófugo le compró el rancho de calle Génova a un tal Yoni, hermano de Pilo, hace pocos meses para instalar un punto de venta de drogas.

Autopsia

Según explicó la fiscal Pairola en la audiencia, el peritaje médico realizado al cuerpo de la víctima determinó que el muchacho fue ultimado a tiros: su cráneo presentaba tres orificios de bala –con ingreso en el sector frontal derecho y salida por la zona occipital–. También tenía un corte importante en el parietal superior que, para la investigadora, pudo haber sido provocado por un culatazo. El jueves, en la escena del crimen, los investigadores secuestraron 3 vainas calibre 32.

La imputación

Utilizando los dichos de J.L. como base, ayer por la mañana la fiscal Pairola le solicitó al juez Núñez Cartelle que Pilo fuese imputado de homicidio agravado por promesa remuneratoria y calificado por el uso de arma de fuego –acusación que, de confirmarse durante el juicio, tiene expectativa de prisión perpetua– y que quedara preso por tiempo indeterminado. El magistrado aceptó el pedido de la investigadora.

La declaración del Pilo

El acusado se defendió durante la audiencia; aseguró que era carrero, que se dedicaba al reciclaje de cartón y no tenía nada que ver con la muerte de Zulatto, ni con los dichos de su mejor amigo. A la vez, el defensor puso en duda los dichos de J.L. y planteó que el testigo sabía demasiados detalles del caso como para no tener nada que ver con el homicidio. Hasta anoche Andrés, el sindicado narco acusado de instigar el homicidio, seguía prófugo.

El sospechoso en un video

La Fiscalía difundió el video (https://youtu.be/cFB-ZsL9oes) donde se ve al hombre que dejó abandonado el auto de Fabricio Zulatto en el macrocentro y pide ayuda a la población para identificarlo. El hombre baja por la puerta del acompañante y se va caminando, a las 16.56 del pasado 10 de agosto. “Cualquier dato que se pueda aportar dirigirse a la Unidad de Homicidios de la Fiscalía Regional de Rosario, Montevideo 2278, o comunicarse al (0341) 4721828/29, donde se brindarán el trato y las reservas adecuadas al caso”, difundió el Ministerio Público de la Acusación.

Comentarios