Un joven de 18 años fue asesinado a tiros y su padre, de 43, resultó herido, durante un confuso episodio ocurrido anteayer por la tarde en la zona sur.
Ambos fueron trasladados por el Sies al el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde uno de ellos dio a los médicos una versión de los hechos que luego fue desestimada por la Policía.
Cerca del mediodía de ayer, la ochava noreste de Mitre y bulevar Seguí atesoraba una gran cantidad de manchas color escarlata, algunas un poco más oscuras que otras, que no eran otra cosa que sangre.
Entre puntos y rastros de lo que horas antes fueron charcos rojos, se podían distinguir las pisadas de una persona que caminó en círculos; tal vez fue Néstor, de 43 años, mientras esperaba que llegaran a socorrerlo a él y a su hijo Alan Alcaraz, de 18 años.
Los dos baleados fueron trasladados por una ambulancia del Sies al Hospital de Emergencias cerca de las 22 del martes. Alan murió momentos después de ser ingresado, mientras que Néstor recibió curaciones y, al cierre de esta edición, se recuperaba, fuera de peligro.
Según voceros del caso, padre e hijo de desplomaron en la intersección mencionada, pero no fueron atacados allí. Es que Néstor dijo que ambos fueron baleados en Mitre y Biedma cuando pararon la marcha de su moto para orinar junto a un árbol. Según el hombre, en ese momento pasaron dos muchachos en un rodado de similares características y les dispararon. Pero dicha versión fue descartada por los pesquisas, ya que no encontraron rastros del ataque en el lugar y vecinos de la zona negaron en forma tajante que un hecho de esas características pudiera haber pasado.
A su vez, Néstor Alcaraz no dio mayores datos sobre los atacantes, diciendo que era un problema personal que él mismo iba a solucionar.
En tanto, vecinos de la zona indicaron que padre e hijo fueron baleados en la intersección de Entre Ríos y bulevar Seguí, donde habrían intentado robarle la moto a un gendarme, quien se defendió del atraco a los tiros.
Por su parte, fuentes policiales indicaron que Alan y Néstor resultaron lesionados cuando viajaban en moto, estando en movimiento, descartando la versión dada por Néstor.
Además, sostuvieron que las balas que le ingresaron a Alan en el tórax y el abdomen fueron las mismas que lesionaron a su padre en la región lumbar y la pierna izquierda. “Todo indica que el hombre de 43 años venía manejando y su hijo viajaba detrás de él”, señaló a El Ciudadano un encargado de la investigación.
El caso es investigado por el juzgado de Instrucción en turno, con la colaboración de la comisaría 15ª y la sección Homicidios de la Unidad Regional II.
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