En los próximos cuatro meses culminará la entrega de las últimas 200 viviendas del Programa Habitacional Rosario Norte, más conocido como Zona Cero. Así lo anticiparon desde la Secretaría de Estado del Hábitat, cuyas autoridades entregaron esta semana las llaves de 50 casas, que simbolizan la toma de posesión para otras tantas familias, que resultaron beneficiadas en un sorteo de la Lotería de Santa Fe. En conjunto, las 250 viviendas son las últimas del más ambicioso plan habitacional de la provincia en décadas, que arrancó, como su nombre lo dice, desde el vamos: un enorme predio al que se declaró tierra urbanizable, se dotó de los servicios indispensables –trazado de calles, agua, luz, gas, desagües pluviales y cloacales, entre otros– para avanzar después en la construcción íntegra de 1.443 viviendas familiares de hasta tres dormitorios. Pero la conclusión del proyecto, en lugar de llegar con una celebración por su dimensión y su éxito, transita por apuros: recientes intentos de usurpación de unidades sin final de obra, y temores por la ocupación de viviendas adjudicadas y habitadas, llevaron a Municipalidad y provincia a efectuar un censo casa por casa y a anunciar el cronograma final.
Las llaves llegarán a manos de los nuevos vecinos a razón de 50 por mes. Pero desde la provincia afirmaron que el proceso sigue su marcha “normalmente” y que no se ha acelerado tras los conflictos de las últimas semanas, en el que sobresalieron el asesinato del joven Gastón Espinoza cuando permanecía en el barrio cuidando la casa de su hermano mayor, y el más reciente intento de ocupación de casas no terminadas que fue repelido por la Policía.
Conflicto
A mediados del mes pasado el gobierno dispuso un operativo especial de seguridad en Zona Cero. Con presencia permanente de 4 móviles en la zona, se anunció la inminente urbanización de Ciudad Oculta, con una inversión de 40 millones de pesos dentro del plan Abre. El territorio tuvo varios conflictos en los últimos tiempos en la convivencia del nuevo barrio Zona Cero con el asentamiento donde viven más de 300 familias.
Semanas atrás el gobierno llevó adelante un proceso de fiscalización para determinar si las viviendas están habitadas por las familias adjudicatarias originales o habían sido usurpadas.
Fue Gustavo Leone, secretario de Hábitat, quien diferenció dos tipos de ocupación indebida. Una cuando familias usurpan una casa que está en construcción y otra cuando la misma se encuentra habitada. En el primer caso, desde la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo (DPVyU) “se interviene” puesto que es el organismo el que tiene la guarda de las viviendas. Pero si sucede lo segundo, aunque sea una vivienda social, se trata de un conflicto entre privados y corresponde hacer la denuncia para que actúe la fuerza pública. En las primeras semanas del censo se encontraron pocos casos de personas que no pudieron dar cuenta con documentación de ser las adjudicatarias. “No debemos estigmatizar el plan habitacional Zona Cero. Sobre un total de 1.443 viviendas, ya fueron entregadas 1.198, restando entregar a lo largo de este año las 245 restantes.
Sobre todas las que se encuentran habitadas; los casos de usurpaciones han sido sumamente aislados, con lo cual la gran mayoría de las casas no ha tenido problemas”, explicó Leone.
Con todo, días atrás el gobierno santafesino entregó 50 nuevas viviendas en la Zona Cero en un acto realizado en la sede del centro municipal de distrito Noroeste. El director provincial de Vivienda y Urbanismo, Pablo Ábalos, dio en forma simbólica las llaves a las familias adjudicatarias. Todas ellas se habían registrado en un operativo que la gobernación llevó adelante en 2011 en el predio de la ex Sociedad Rural, donde se inscribieron alrededor de 4.500 familias para acceder a una vivienda social. A la par, otras 5.500 actualizaron datos para el Registro Único.
Plan Abre
La finalización de las viviendas se da a la par de obras del Plan Abre, que se lanzaron para la lindante Ciudad Oculta, en el marco de una convivencia que en los últimos tiempos se tornó conflictiva.
En ese marco, desde la provincia indicaron que ya se han realizado mejoras al asentamiento, como la ejecución de desagües pluviales temporarios y un refuerzo en el servicio de agua potable. Y habrá más: la urbanización completa prevé apertura de calles, ejecución de cordón cuneta con desagües pluviales, veredas, rampas, redes de agua potable y electricidad, alumbrado público y subdivisión de lotes. “La intervención se planeó para transformar la vida de los vecinos, con la posibilidad de vivir en un lote regularizado, de habitar un hogar al que puedan ingresar por una calle con pavimento, donde puedan llegar el transporte, la recolección de residuos y la ambulancia”, marcó Leone.
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