Espectáculos

shoot the radio, lo nuevo del ex soda

Zeta Bosio y Fernando Montemurro, entre lo moderno y lo vintage

El ex Sosa Stereo Zeta Bosio y Fernando Montemurro hablan de su proyecto musical Shoot The Radio, un homenaje al rock sinfónico utilizando la tecnología.


Héctor Juan Pedro Bosio se transformó en Zeta a principios de los años 80 cuando, junto a Gustavo Cerati y Charly Alberti, fundó Soda Stereo, el primer grupo de habla hispana en conseguir un éxito masivo en Latinoamérica. Estadios colmados, giras interminables, los años pasaron, y Zeta no se quedó quieto: armó proyectos, produjo bandas, se incorporó a iniciativas que ya se venían gestando. También viajó mucho, y hace unos días pasó por Rosario, donde fue nombrado Visitante Distinguido de la ciudad, poco antes de rodar en la Plataforma Lavardén el videoclip de uno de los cortes de Ópera Galaxy, primer disco de Shoot The Radio, la formación que comparte con el talentoso Fernando Montemurro. Se trata de un proyecto al que apuesta para seguir sintiéndose sorprendido. “Algo que a mi edad, y con las cosas que me pasaron, es muy difícil de lograr”, según confesó el bajista a El Ciudadano.

“Shoot The Radio tiene algo de moderno y algo de vintage. Hace un homenaje al rock sinfónico utilizando la tecnología moderna, aunque también es un culto a la artesanalidad en la música”, describió Zeta, algo serio, detrás de sus clásicos lentes negros.

Es que, según Montemurro, “Zeta tiene un humor muy particular”; la capacidad de hacer chistes, quedarse serio y despistar. Ese fue el principal problema a la hora de elegir el nombre de la nueva banda: cuando el bajista proponía algunos, “de entre 16 o 17 consonantes cada uno, impronunciables todos”, el líder de Los Sueños de Anderson no sabía cómo decirle que no iba. “Cuando propuso Shoot The Radio no lo dudé, se entendía (bromeó). Después, juntos, le encontramos el significado”, agregó.

El título surgió de la escena de la película Thelma y Louise, de Ridley Scott, en la que el personaje que encarna Geena Davis le pide al que está a cargo de Susan Sarandon que dispare a la radio. “Es un homenaje a la radio, ya que es el emblema de la difusión de la música. Es el día de hoy y no existe mejor lugar para conocer la música. Si bien las plataformas digitales están cumpliendo con muchísimo de lo que antes hacía la radio, sigue siendo el medio más tradicional. La idea de disparar a la radio, es hacerlo con música de calidad, tratar de darle un sacudón”, explicó Zeta.

Música retrofuturista

Este año, después de un recital de Shoot The Radio, Montemurro leyó un comentario en internet que lo marcó. “No sé si estoy en 1984 o en 2020”, publicó un fan. “Para mí eso es un poco lo que planteamos, que sea atemporal, como un viaje en el espacio, en el tiempo. Buscamos romper ciertos prejuicios que tiene la música. Hay una paleta tímbrica amplia, como un pintor tiene millones de colores con los que pintar. Es esa magia la que tiene y la que queremos conservar con la propuesta”, confesó el músico.

“Empezamos con este proyecto pero la idea es soltar amarras y dejar que esto vuele, que tome viaje. Lo que está pasando en vivo y lo que se viene para el otro disco va mostrando una evolución”, agregó Zeta.

“Hay bandas que convocan con tickets de tres mil o cuatro mil pesos, después están las bandas under y un nicho que está prácticamente vacío que las compañías no le dan bola y que la gente está ávida de no repetir fórmulas. Un poco nosotros estamos en ese lugar. Si bien él (Zeta) es conocido, se despojó de ese traje y es algo que valoro mucho”, aportó Montemurro.

Una de las características que sorprende de Shoot The Radio es que, si bien no tiene cantante fijo, los temas son compuestos todos con letras en inglés. En estudio y para el disco, el rol es ocupado por distintos vocalistas: Richard Coleman, Javier Weyler y Adrián Sosa, entre otros. “El no tener cantante no nos limita a ese registro vocal y nos permite seguir experimentando con voces de mujeres, hombres, distintos tipos de colores”, explicó Zeta sobre el proyecto que mezcla rock y música electrónica.

Antes de explicarlo, Montemurro paró la pelota y lanzó: “Hay muchos prejuicios que ya es hora, en pleno siglo XXI, que empecemos a sacarlos; uno es la música electrónica. Los aparatos por sí solos no hacen nada. Uno habla que hace música electrónica porque usa sintetizadores, pero quizás sea un error definirlo así, porque el disco está trabajado como un disco de rock, aunque tiene una paleta tímbrica mucho más rica que va más allá de los sonidos convencionales de los instrumentos. Hay un montón de timbres que no podrías describir; hay capas de sonido que son generadas a partir de la síntesis. Pero el disco tiene canciones que tienen estrofas, estribillos y finales”, explicó.

“En Ópera Galaxy fuimos buscando el color que tenía el rock sinfónico, que fue el primer rock que absorbió los sintetizadores, que permitió crecer para el lado de la orquestación, invitar algunos instrumentos de orquestas clásicas y dieron pie a las óperas rock, que en los años 70 fue un género que tuvo muchísimas propuestas. Así que, de alguna forma, tiene ese componente, además de la tecnología. Tiene mucho de retrofuturismo”, agregó Zeta.

 La vida después del éxito

“Probé tocar con otras bandas, entrar en proyectos ya armados, pero la verdad que algo así es lo que más me acerca a lo que hacía con Soda”, confesó Zeta sobre Shoot The Radio. “Acá tengo la libertad musical que tenía con Soda Stereo, más allá de que no tenemos la popularidad; aunque hoy en día no nos haría ni siquiera bien. Está bueno ir construyéndolo desde los cimientos”, confesó el bajista.

“Hoy Soda puede sonar tradicional para algunos, pero nosotros, cuando sacábamos un disco, era jugado y nadie lo entendía”, repasó Zeta. Y continuó: “Me siento en un camino parecido de exploración y de experimentación, de hacer buena música”.

“Muchos pensaron que cuando sacáramos un disco iba a sonar un Soda Stereo lado B. Pero pateamos el tablero sacando un disco cantado en inglés y con música electrónica”, aportó Montemurro quien, analizando la exposición que genera un disco, expresó: “Zeta dice que un disco es la foto de un momento. Vos, en un momento, tenés que decir llegué hasta acá y te exponés intelectualmente a las críticas ajenas; hoy que es tan fácil criticar atrás de una computadora. Tenés que ser un poco impermeable a esas armas destructivas, porque si vos estás seguro que diste lo mejor, que es un disco honesto, laburado y a conciencia, el reconocimiento llega. De a poco pero llega. Una vez que lo ponés en manos de terceros, alguien va a aparecer diciendo: «Esto no es Soda Stereo»”, completó.

Una luz que acompaña

En la actualidad, Zeta lleva consigo tanto a Soda como a Gustavo Cerati, un pasado que se hace presente. “Es una luz que me acompaña a todos los lugares donde voy”, confesó. Y recordó: “No teníamos ni idea en lo que se iba a convertir Gustavo cuando nos conocimos en la facultad. Pero realmente entró en el corazón de la gente y tuvo todo este reconocimiento a través de su trabajo, el que hizo con Soda y el que hizo después de Soda que también fue muy jugado, que no fue algo fácil”.

“Hoy hablan de los temas de Gustavo y están sonando en todos lados; a veces me indignan esos homenajes post mortem, porque en vida cuesta todo mucho más. Lo mismo pasó con el Flaco Spinetta: hay algo que tiene que ver con una apuesta de hacer música de calidad y que muchas veces cuesta reconocerlo en el momento que está pasando. Hay que esperar que pase mucho tiempo o que pase algo trágico para valorarlos. Yo sé que Gustavo hizo cada disco con mucho amor, mucha pasión por la música que estaba haciendo, pero no estaba haciendo algo comercial y eso, con las compañías, traía algún cortocircuito”, confesó Zeta.