La petrolera de capitales estatales YPF se quedó este lunes con la refinería San Lorenzo, tras igualar la oferta de Trafigura de 85 millones de dólares. Sin embargo, aún se desconoce cuál será el plan de negocios y cuántos de los 450 trabajadores seguirán en la planta.
La refinería estaba en manos de Oil Combustibles, propiedad del empresario Cristóbal López, hoy preso. La empresa presentó la quiebra, proceso que lleva adelante el juez comercial Javier Cosentino, quien puso como fecha límite el próximo lunes 8 para el cobro de las indemnizaciones con fondos de la gestión de Oil.
YPF se hará cargo de la refinería, asociada con la empresa Dapsa. Ambas eran las favoritas por sobre la holandesa Trasfigura y la rusa Lokoil. Incluso, mientras la planta estuvo parada, inyectaban 3,3 millones de dólares mensuales para garantizar el mantenimiento de las instalaciones y asegurar el pago de sueldos.
La apertura de sobres iba a realizarse el 14 de septiembre pasado, pero López, a través de su abogado, el ex funcionario kirchnerista Aníbal Fernández, recusaron al juez, por lo que se demoró la licitación.
La recusación fue analizada el viernes pasado por la sala A de la Cámara de Apelaciones, que desestimó el pedido de Fernández, abriendo nuevamente la puerta al proceso de venta de Oil. Con ese respaldo, Cosentino organizó este lunes a la mañana un encuentro con los representantes legales de las dos empresas y finalmente YPF fue la adjudicataria.
El secretario general del gremio petrolero Supeh San Lorenzo, Gerardo Canseco, indicó que el sindicato ya planteó una reunión con los nuevos propietarios para conocer el plan de negocios y el futuro de los trabajadores. “Vamos a explicarle a los nuevos dueños por qué consideramos que todos los trabajadores deben ser reabsorbidos”, dijo Canseco en diálogo con El Ciudadano.
La refinería San Lorenzo funciona desde 1968 y hasta 1993 fue propiedad de YPF. En el marco de la privatización de la petrolera estatal por parte del gobierno de Carlos Menem, fue vendida a Pérez Companc.
Luego fue propiedad de la española Repsol y más tarde de la brasileña Petrobras. En 2002 pasó a manos de Oil Combustibles. Ahora volverá a ser YPF la encargada de continuar su actividad.
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