Espectáculos

Crónica de una invocación

“Yo te recuerdo Evita”, una respuesta poética y política a un presente y un futuro en disputa

En la búsqueda de aquellos ideales que parecen diluirse en medio de una lucha de egos e intereses personales, Rosario Imagina dio a conocer una valiosa instalación teatral que acompañará diversos actos en conmemoración por los 70 años de la muerte de Eva Duarte


¿De qué lado está cada uno?, porque la tan mentada grieta existió siempre, y de un lado están los que militan por el bien común y del otro los que apenas se pueden mirar el ombligo, en un tiempo donde todo es ahora, porque todo se diluye en un presente y un futuro en disputa, y la derecha hace oír su risa socarrona, planificando su regreso en medio del dolor, el espanto, la desmemoria y la desolación.

La inmanencia de Eva Perón, su compromiso, su indiscutible sentido común, su peso inigualable de mujer y de política son certezas que la historia encarnó en varias generaciones, son verdades reveladas y tangibles que no están en discusión y que la literatura, el cine, el teatro y la televisión se han encargado de revisar en más de una oportunidad.

Sin embargo, siempre es bueno volver a pensarla, volver a traer sus palabras de dolor, verdad y sentido, volver a diseccionar sus poderosos discursos, su gran legado, volver a “recordarla”, cuando todo parece perderse detrás de las faltas de acuerdo, las disidencias permanentes y el olvido de que es “con todos” y ya.

La actriz Mariana Pevi.

Así, en medio de una serie de estrenos vinculados con una nueva trilogía teatral, Rosario Imagina, colectivo cuyos destinos conduce el director, dramaturgo y maestro rosarino Rody Bertol, que sigue sumando actividades por sus tres décadas de formación y producción escénica, presentó este miércoles por la noche en el Gran Salón de la Plataforma Lavardén Yo te recuerdo Evita, una instalación teatral poético-escénica de algo más de doce minutos de duración, acompañada de un dispositivo audiovisual y sonoro, con dos versiones, una a cargo de la actriz Mariana Pevi y otra de Natalia Trejo, ambas de una notable presencia escénica.

La intervención, con idea y dramaturgia de Rody Bertol, bajo la dirección de Juan Nemirovsky fue atinadamente pensada para ser incorporada a los diversos actos que se desarrollarán en conmemoración al 70° aniversario de la muerte de Eva Duarte. Sin embargo, la pluma lúcida de Bertol, la sensibilidad y la búsqueda de los detalles de Nemirovsky y la elocuencia de dos grandes actrices que hace tiempo son parte de este colectivo, hacen que la propuesta genere una tensión tal que acredite peso propio.

La actriz Natalia Trejo.

“Como una plegaria laica, la voz de Rody Bertol se levanta de los escombros de esta Argentina humillada por la orgía neoliberal y empuña su clamor de cara al futuro, henchido de fe en la construcción colectiva de una República justa y libre”, escribió el poeta santafesino Eduardo Valverde, presente en el estreno de este miércoles al que asistieron referentes de la cultura local, militantes y funcionarios políticos locales y provinciales, acerca del sentido de esta propuesta que toma partido por lo poético pero también por lo político, lejos de cualquier posibilidad de alteridad, porque deja en claro que Eva está presente en todas las mujeres, a través de una instalación donde también tiene su peso una edición de imágenes del talentoso fotógrafo local Maximiliano Conforti de una Rosario en blanco y negro, desoladora y funeraria, donde ya no hay lugar para el color.

“Lo que van a ver no es una reseña histórica, no es una crónica, tampoco es un homenaje. Yo te recuerdo Evita se propone ser una provocación, dejar un interrogante, una inquietud, una metáfora ante quien la presencie; siento que Rody se agencia del espíritu de Evita del pasado pero lo hace para pensar el presente y para proyectar un futuro”, dijo el actor y director Juan Nemirovsky poco antes de la primera pasada, y cerró diciendo que el teatro, como la política, “son herramientas maravillosas que permiten transformar la realidad”.

El actor y director Juan Nemirovsky.

Poco después, el texto de Bertol tomó cuerpo y movimiento de la mano de una especie de invocación de la Abanderada de lo Humildes cuyos tonos e inflexiones parecían filtrarse, por momentos, en las voces de ambas actrices que se alejan del mito para poder resignificarlo. Las palabras, las de los discursos conocidos y aquellas que confirman que si alguien recuerda su paso, nadie ha muerto del todo, estuvieron allí, en tono de súplica ante un tiempo enfermo, ante la necesidad de protección frente al desastre, como un pedido desesperado de cara a la astucia de una derecha que siempre sabe camuflarse. Palabras que, “como una antorcha roja frente al odio de los dueños de todo”, llegan para generar conciencia ante la ferocidad del tiempo que se ha vuelto un enemigo.

Entre el miedo y el espanto latentes, el bello y poderoso texto de Bertol se revela como una epifanía en esas actrices que no son Eva ni intentan serlo, sino que son las voces de millones de mujeres donde ella, Evita, su recuerdo, habita a lo largo del tiempo una vez que logró poner fin a la agonía bajando las persianas de su habitación para convertirse en aire y presencia en su paso a la inmortalidad.

“Recordar a Evita hoy es, también, preguntarnos adónde quedaron nuestros sueños, nuestro ideales, nuestras utopías por un mundo mejor”, dijo Bertol. Y sumó: “Recordar a Evita es pensar que para ser una sociedad más justa hay que tocar los intereses de la grandes empresas y corporaciones, de otro modo es imposible. Recordar a Evita es tener presente su renunciamiento y preguntarnos si nuestros dirigentes actuales van a poder convivir en la diferencia, porque no hay duda de que necesitamos la unidad del Frente de Todos, la unidad del Campo Nacional y Popular para hacer frente, una vez más, al advenimiento en nuestro país del neoliberalismo”.

El director y maestro Rody Bertol.

Por varios motivos, la del miércoles fue una noche de reencuentros y muchas emociones, que seguramente estarán de regreso cada vez que la máquina del teatro de Rosario Imagina reviva esta experiencia, en uno de los momentos más complejos de la historia argentina del presente. Las palabras de Bertol, entre ambas pasadas y las posteriores, acompañadas por la música del Flaco Spinetta e incluso con un cierre en voz bien alta y a coro con la “Marcha Peronista”, fueron por el recuerdo y la memoria de las y los compañeros de militancia que ya no están; apelaron al sentido común, a la reconstrucción imprescindible, a entender que siempre el sentido está en el otro, escuchando el eco de una Evita que se erige, inmanente, “en un estallido de luz, que reverbera como una fuente de vida repartida entre los hombres”.

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