“A mí no me gusta perder ni que me hagan goles. La paso mal pero no siento vergüenza”, dijo Javier García en respuesta a la palabra del presidente Jorge Ameal, quien hoy aseguró que el plantel se siente humillado por el mal momento.
El arquero de Boca, uno de los pocos protagonistas que dio la cara tras la goleada sufrida ante Tigre, dijo que el partido jugado en Victoria fue un golpe duro.
“Tigre no nos dejó jugar, nos presionó mucho, cada vez que agarrábamos la pelota teníamos dos o tres jugadores encima. Nos quedamos dolidos porque fueron muchos goles con una diferencia abrumadora”, aseguró.
El juvenil, además, repudió aquellas voces que de a poco se levantan para cuestionar la actitud del plantel. “Los jugadores siempre juegan por algo. La familia, uno mismo y por eso no sale a desgano. Nosotros al “Chueco” lo conocemos hace mucho y además cada jugador se quiere salvar, por lo que no iría a menos”, sentenció.
La semana previa al partido con River encuentra a un Boca de principiantes pese a un plantel colmado de figuras que García espera reaparezcan en el Superclásico. “De esto se sale con buenos resultados y ganando el domingo, porque tenemos jugadores para hacerlo”.
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