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Yasky: “Esta es la pérdida salarial más pronunciada de la historia”

El secretario general de la CTA de los Trabajadores estimó una retracción de 12 puntos porcentuales en el sueldo en los últimos seis meses y pidió reapertura de paritarias.


El secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, visitó Rosario el jueves pasado en el marco de la organización de una movilización federal obrera que aún no tiene fecha definida, pero se prevé para finales de agosto o principios de septiembre. Además, estuvo en el centro cultural “La Toma”, cuyos trabajadores enfrentan un juicio por desalojo en el que el gremialista presentó a la central obrera que conduce como amicus curiae (ver recuadro).

En una conferencia realizada en el salón que el Sindicato de Prensa de Rosario (SPR) posee en Santiago 146 bis, Yasky consideró que los primeros seis meses del gobierno de Mauricio Macri representaron “la pérdida salarial más pronunciada de la historia argentina”.

“En estos seis meses, la pérdida salarial fue del 12 puntos porcentuales. Hemos elaborado un índice que pondera sólo los bienes y servicios que consumen los trabajadores y la inflación nos proyecta un 49 por ciento”, analizó el docente, quien frente a la situación vaticinó que varios gremios pedirán una reapertura de paritarias en agosto.

Pese a las promesas del gobierno de Cambiemos de una mejora de la situación económica en el recién comenzado segundo semestre, el titular de la CTA de los Trabajadores es escéptico: “El segundo semestre va a mostrar un agravamiento de las variables sociales. Durante los primeros seis meses (del gobierno de Macri), tuvimos un colchón de lo que habíamos logrado en años anteriores, el cual es cada vez más delgado”.

Según su visión, ese “colchón” se rellenó durante los 12 años de gobierno kirchnerista con “un fuerte avance en términos de distribución del ingreso, a partir de las paritarias libres, de una política de pleno empleo, de movimiento del mercado interno y aliento del consumo de los sectores populares”. Si bien consideró que ese avance no tuvo el nivel necesario para erradicar definitivamente la pobreza, aseguró que “ningún otro ciclo histórico en la Argentina permitió a los asalariados recuperar su ingreso” como el de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.

“Esto cambió fuertemente. Ahora hay una política direccionada a garantizar que los sectores más concentrados de la economía sean los que absorban los ingresos de los que menos tienen”, expresó el sindicalista oriundo de la localidad bonaerense de Ramos Mejía.

—¿Está prevista una unificación de las dos CTA para enfrentar las medidas del gobierno?

—La unidad con la otra CTA (denominada CTA Autónoma y liderada por Pablo Micheli) está siempre presente; de hecho, la marcha federal la estamos convocando con ellos. La unidad en la acción nos pone en un camino más allanado para discutir la unidad en términos orgánicos.

—¿Existe articulación con las CGT?

—Sigue habiendo coordinación, aunque hubo una acción eficaz del gobierno tras el acto del 29 de abril (por el Día del Trabajador), operando para tratar de deshilachar ese frente de unidad que había sido muy importante.

Sin embargo, creo que actualmente se está recomponiendo. La realidad es tan dura para los trabajadores que hasta los dirigentes que en su momento tuvieron la ilusión de ser oficialistas, se dieron cuenta de que este gobierno no quiere ningún oficialismo sindical, ya que sólo quiere estar cerca de la Sociedad Rural y las multinacionales.

Muchos sindicatos de la CGT participarán de la marcha federal que estamos organizando y ojalá que después del 22 de agosto (fecha que la CGT dispuso para su unificación) se abra un camino más ancho para quienes queremos unidad en la acción; porque no hay otra manera de enfrentar el ajuste del actual gobierno.

—¿El gobierno intentó intervenir en los sindicatos?

—Sí. Trata de operar dentro de las organizaciones sindicales, en algunos casos con guante de seda y en otros con mano de hierro. Sin embargo, a la larga los trabajadores se imponen sobre las conducciones.

Apoyo a los trabajadores de La Toma

Uno de los motivos de la visita de Hugo Yasky a Rosario fue presentar a la CTA de los Trabajadores como amicus curiae (amigo del tribunal) en la causa judicial que intenta desalojar a los trabajadores del centro cultural “La Toma” del inmueble ubicado en Tucumán 1349. Esta figura jurídica permite a terceros (en general sindicatos, ONGs u organizaciones sociales y de derechos humanos) presentarse en un juicio para emitir una opinión, cuando la causa tiene connotaciones sociales. “Creemos en la propiedad social y en el cooperativismo, por eso venimos a apoyar a los compañeros de La Toma. Es injusto que ahora, aprovechando el clima de época, quieran despojar a los trabajadores de lo que construyeron con su trabajo y esfuerzo”, señaló Yasky.

Otra intento de desalojo de trabajadores cooperativistas, aunque en este caso de manera mucho más violenta, tuvo lugar la semana pasada en la redacción del semanario Tiempo Argentino, ubicado en el barrio porteño de Palermo, cuando una patota comandada por el empresario Mariano Martínez Rojas ingresó al lugar, echó a los periodistas y destrozó elementos fundamentales para la edición del semanario. Sobre este tema, el secretario general de la CTA de los Trabajadores consideró que los medios que no se acoplan a la línea del gobierno nacional sufren “un revanchismo de clase”.

“Existe un intento de borrar los vestigios de una diversidad en términos de medios de prensa que el gobierno no admite”, sentenció Yasky.

“Una muerte anunciada”

La semana pasada, el Congreso de la Nación aprobó la denominada “ley ómnibus” enviada por Cambiemos, que contempla el pago de juicios a los jubilados que litigaron contra el Estado y el blanqueo de capitales que empresarios argentinos tienen en el exterior. Sin embargo, el proyecto genera dudas en el mundo sindical por las consecuencias que pueda tener para el actual sistema jubilatorio.

En el caso de Hugo Yasky, las dudas se transforman en certezas, ya que está seguro de que la ley esconde la privatización del sistema.

“Es la crónica anunciada de la muerte del sistema jubilatorio público, algo que costó tanto recuperar. Quienes la propusieron desde el oficialismo y quienes la apoyaron desde la oposición tendrán que dar cuenta a futuro de haber cometido ese error”, disparó el titular de la CTA de los Trabajadores.

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