“Las afirmaciones y la postura de (Hugo) Moyano (secretario general de la CGT) no concuerdan ni se condicen con la realidad que hoy vivimos los trabajadores”, señaló sin ambigüedades el titular de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) ayer durante su visita a Rosario en el marco de un encuentro de la CTA regional (ver aparte).
Y agregó: “Sería un absurdo político que Moyano pase a la vereda de enfrente del gobierno nacional. ¿A dónde iría? La verdad, una alianza con dirigentes como el gastronómico Luis Barrionuevo sería un realineamiento bastante inexplicable”.
Como sea, en su visita a Rosario el dirigente sindical realizó un breve repaso histórico a diez años del llamado Diciembre Trágico. En este sentido, señaló que “tras la sucesión de hechos que generaron el 19 y 20 de diciembre, se abrió un tiempo distinto para los trabajadores de los sectores populares”. Y añadió: “De alguna manera, creció esa resistencia que desde distintos sectores veníamos desarrollando y nos empezó a mostrar la posibilidad de un cambio para superar las políticas de hambre y de represión al movimiento popular. En ese camino también encontramos la posibilidad de resolver el tema pendiente de la impunidad de los genocidas de la última y más sangrienta dictadura militar”.
En este marco, Yasky consideró que es “lógico, ahora que estamos mejor que en 2001, que pensemos en cómo recuperar y conquistar todo aquello que aún nos falta”.
Y afirmó contundente: “Para esto, es de vital importancia valorar en su justa medida esta democracia y este modelo nacional, popular y democrático, el cual apoyamos. No es sólo una cuestión meramente instrumental, debemos apreciar que el escenario democrático tiene una trascendencia estratégica. Nos permite construir los instrumentos y ocupar los espacios para edificar en estas tierras, definitivamente, una sociedad más justa”. En un contexto de festejo y ante una muchedumbre que agitaba banderas de las distintas organizaciones sociales y sindicales que integran la CTA, Yasky, otra vez de manera contundente, recalcó: “Es lógico que haya tensiones. Lo que se debate es cómo distribuir la riqueza. Todos sabemos, y la CGT también, que ir en contra de este gobierno es ir en contra de nuestros propios intereses”. Como sea, el titular de la CTA también precisó que la “profundización del modelo” tiene que ver, entre otras cosas, con “generar trabajo formal y calificado” y bajar de manera “urgente” el alto índice de “trabajo precario”, el cual supera el 35 por ciento.
Las cartas hace rato están echadas y, como siempre, cada cual atiende su juego.