Mundo

Día histórico

Ya son siete países en latinoamérica: Chile aprobó este martes una ley de matrimonio igualitario

La norma fue presentada hace cuatro años, durante el gobierno de Michelle Bachelet. El actual presidente, Sebastián Piñera, la sacó del letargo al darle el carácter de urgente. Incorpora preceptos de no discriminación y garantiza todos los derechos y obligaciones


Largo camino: el Congreso de Chile aprobó este martes la ley de matrimonio igualitario que había ingresado en 2017, durante el gobierno de Michelle Bachelet. Se convierte así en el séptimo país latinoamericano en reconocer el derecho de formar parejas con todas las garantías y obligaciones legales sin distinción del sexo de sus integrantes. El proyecto salió del letargo luego de que el actual mandatario Sebastián Piñera le diera carácter de urgencia en junio último. Normas similares ya están vigentes en la Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador y Uruguay. Además, en 14 de los 32 estados de México. En el continente, son nueve, con Estados Unidos y Canadá.

El flamante marco legal habilitará la adopción y la filiación de hijos a ambos padres o madres y garantiza los derechos de filiación a toda persona que se someta a técnicas de reproducción humana asistida, cualquiera que sea su sexo, orientación sexual o identidad de género.

El Senado chileno inició una sesión extraordinaria en la que se aprobaron las indicaciones cursadas por una Comisión Mixta respecto a la equiparación de derechos de filiación y laborales entre las parejas de igual y distinto sexo, con 21 votos a favor, 8 en contra y 3 abstenciones. En la misma jornada, Diputados completó la sanción de la ley por 82 votos a favor, 20 en contra y 2 abstenciones.


La norma reconoce la maternidad y paternidad de mujeres y hombres trans en los certificados de nacimiento de sus hijos o hijas, y permite que el orden de los apellidos de las parejas del mismo sexo sea definido por los progenitores, y si no hay acuerdo, se determine por sorteo a cargo del Registro Civil.

El texto prevé pensiones para viudos o viudas, y permisos laborales en caso de nacimiento de hijos o hijas. Contempla, además, la no discriminación por orientación sexual o identidad de género, entre otras categorías, en relación al régimen y ejercicio del cuidado personal de los hijos. Elimina a la vez el divorcio automático para las personas trans que cambian su nombre y sexo legal. Y reemplaza la palabra “padres” por “progenitores”.

La iniciativa contaba con un amplio apoyo popular, según un sondeo que la encuestadora Ipsos realizó en junio pasado: 63% de los chilenos está de acuerdo, un respaldo que en Latinoamérica, de acuerdo al mismo estudio, sólo supera la Argentina con el 73% de aprobación.

“Con la aprobación del matrimonio igualitario, Chile ha dado un paso histórico y decisivo para el avance y consolidación de los derechos humanos de las parejas del mismo sexo y de las familias homoparentales, todas las cuales, sin distinción, venían siendo discriminadas y vulneradas desde los orígenes de nuestro país”, celebró en una declaración el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (MOVILH), histórica organización que impulsa desde comienzos de la década de 1990 los derechos cívicos y antidiscriminación del colectivo LGBTIQ+.

“La definición estatal sobre el matrimonio existente hasta hoy en Chile se derrumbó. La homofobia, la heteronormatividad y la desigualdad que lo caracterizada ha llegado a su fin. El cambio es revolucionario”, asegura el texto. La organización había convocado a una fiesta ciudadana en la misma tarde del martes en la Plaza Italia de la capital, Santiago.


La sorpresa fue el impulso que el gobierno de derecha de Piñera le dio al proyecto, lo que permitió sacarlo de un letargo de cuatro años en el Parlamento. En su anterior mandato, el presidente ya había impulsado la ley de unión civil, y ambas posturas le generaron controversia al interior de las coliciones conservadoras que representa.

El gobierno chileno, en cambio, se alineó con la ley, y festejó su aprobación. El vocero del Ejecutivo, Jamie Bellolio, afirmó que desde su administración creen “en la familia y en la institución del matrimonio y esta es una manera en la cual se protege a esas familias y sus distintas expresiones”. Agregó que es un avance para suprimir los discursos de odio hacia cualquier persona por su orientación sexual.

“Avanzamos en el reconocimiento, en el respeto, en abrazar la diferencia, en abrazar la diversidad de distintas opiniones, distintas orientaciones y distintas identidades”, dijo el secretario de Estado.

La ministra de Desarrollo Social y Familia, Karla Rubilar, calificó el día como “histórico” y la aprobación del proyecto como un “avance más en materia de justicia e igualdad, con un reconocimiento de que amor es amor”.

Rubilar agregó que “permite avanzar como sociedad en dignidad y derechos para muchas personas –hombres y mujeres- que esperan del Estado el reconocimiento simbólico, pero también la protección jurídica de sus relaciones de afecto y amor”.

La ley de matrimonio igualitario será promulgada por Piñera antes de dejar el Gobierno, en marzo. Una encuesta reciente del movimiento MOVILH arroja que el 82,8% de las parejas del mismo sexo tiene planeado unirse en matrimonio y que el 91,8% de los convivientes civiles anulará ese vínculo para casarse.

Comentarios