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Electrodomésticos

Ya se venden kits especiales para hogares privados del gas

Ante la inhabilitación del servicio, los vecinos necesitan alternativas para seguir con su vida lo más normal posible.


Algunos comercios ya venden un paquete de electrodomésticos destinado exclusivamente a abastecer necesidades básicas como cocinar, bañarse y ambientar las viviendas sin la provisión de gas. Si bien el gasto generado por este tipo de artefactos se traduce en precios significativamente más altos que aquellos que funcionan a gas, hay una franja de usuarios en la ciudad a quienes no les queda otra opción: se trata de aquellos que sufrieron el corte del servicio por parte de Litoral Gas, tras correspondientes inspecciones de casas y edificios en donde constataron que las instalaciones no estaban aptas o existía una pérdida. La utilización de estos productos, además, conlleva un consumo aproximado de 2.000 kilowatios/hora por bimestre, mientras que traducido en costos el de una residencia con estufas, cocinas y calefones convencionales es cinco veces menor.

Según datos recogidos por El Ciudadano, en la ciudad hay por estos días alrededor de 80 edificios sin gas, de los cuales la mitad lleva más de seis meses sin el servicio, luego de una inspección de Litoral Gas.

No obstante, desde la empresa prestadora del servicio indicaron que se trata de estructuras viejas y, en algunos casos, descuidadas. “Incluso hay casos de hogares que no fueron diseñados para tener red de gas local sino otros medios de calefacción y cocina como leña o kerosene”, indicaron.

Así las cosas, hay usuarios a quienes no les queda otra opción que adaptarse al uso de artefactos eléctricos. El desembolso inicial para la compra del “kit” hogareño que incluye cocina de dos hornallas, calefón con resistencia de bronce, caloventor y pava asciende a unos 2.500 pesos.

Según explicó Hernán Calatayud, propietario de una cadena de venta de electrodomésticos, desde el fatídico 6 de agosto de 2014, cuando ocurrió la tragedia de calle Salta, “Litoral Gas viene cortando el servicio con más frecuencia que antes de esa fecha y a partir de allí hubo recambio de calefones y termotanques”.

Otro dato que apuntó el empresario es que se dan dos situaciones: una para aquel en que la reconexión es inminente y necesita de calefones y cocinas tipo anafe para “salir del paso”, y otro contexto se le presenta a aquellos que no tienen fecha cierta para volver a utilizar el gas. “Para estos últimos la inversión es mayor: una cocina eléctrica completa cuesta unos 6 mil pesos y un valor similar tiene un termotanque que, si se le da un buen uso, el agua se mantiene caliente y no gasta demasiado”, explicó.

En cuanto al valor de cada artículo en particular, una recorrida de El Ciudadano por distintos comercios de venta de electrodomésticos arrojó que una cocina de dos hornallas de 1.500 vatios, para elaborar comida, cuesta mil pesos. En tanto, una tipo anafe únicamente para calentar cuesta alrededor de los 500 pesos.

Los artefactos que más gastos producen son los caloventores, si se tiene en cuenta el uso continuo en días de frío intenso: comprarlo cuesta cerca de 500 pesos, pero los hay de 1.100 pesos también.

En todos los casos se debe tener en cuenta la fórmula para deducir cuánto gasta un artefacto eléctrico: potencia (se mide en watts o vatios) por las horas de uso diario por mes. Cabe señalar que la potencia de cada electrodoméstico figura en un cartel indicativo en el producto.

Quienes usen los artefactos eléctricos antes mencionados, ya sea por elección propia o forzada, el consumo quintuplica al de una residencia que cuenta con calefones, cocinas y estufas convencionales.

En este sentido, el vocero de Litoral Gas, José María González, explicó que “la comparación en pesos entre el consumo de gas y electricidad es que el gas, por cada metro cúbico, tiene cinco veces más capacidad de conversión calorífica que un kilovatio/hora, por lo cual siempre va a ser más barato la alimentación a gas”.

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