Ciudad

En la Isla de los Mástiles

Ya comenzó el trabajo en la inédita Base Experimental de la UNR para la protección de los humedales

Primer paso en el territorio al norte de la traza del puente a Victoria. Análisis de aire, agua, suelo y diversidad genética que, junto a los que seguirán, serán insumos de rigor científico para las políticas públicas ambientales en el Delta, devastado por incendios en buena parte intencionales


Luego del anuncio de la instalación de la Base Experimental de la Universidad Nacional de Rosario en las islas frente a la ciudad, investigadores de la casa de estudios iniciaron esta semana los trabajos en el territorio que buscan generar conocimiento para la recuperación de los humedales tras el ecocidio de las quemas. Es la primera vez que se establecerá un estudio científico que pondrá en evidencia todas las consecuencias de los incendios para un frágil ecosistema que aporta innumerables servicios ambientales. La producción científica de alto rigor será puesta a disposición de toda la sociedad y, esperan desde la UNR, será un insumo de calidad para el diseño de políticas públicas. También, para las estrategias judiciales que apunten a prevenir nuevos desastres y sancionar a los responsables de éste que, desde febrero, arrasa con flora y fauna del Delta del Paraná.

La actividad de los investigadores y colaboradores está coordinada por la Plataforma Ambiental de la UNR en la base que comenz´po a operar en terrenos del llamado Legado Deliot, hoy Reserva de los Tres Cerros que pertenece a la Municipalidad de Rosario.

Esta última semana, más de una decena de investigadores de cinco equipos de las Facultades de Ciencias Agrarias, Ciencias Bioquímicas y Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura cruzaron con la colaboración de Prefectura hasta la conocida Isla de los Mástiles, al norte de la traza del puente Rosario-Victoria.

“La isla se quemó en parte y es en donde empezamos a hacer la primera prueba de monitoreo de recuperación. Se trata del primero de 11 viajes, siempre con fines científicos, para tomar las muestras que nos permitan trabajar sobre las posibilidades de regeneración del humedal”, señaló Arístides Pochetino, coordinador de la Plataforma Ambiental.

“La primera etapa del estudio tiene como objetivo hacer un relevamiento del impacto producido por la quema de pastizales durante el año y luego estudiar cómo la zona afectada va recuperándose a lo largo del tiempo. Para ello, se realizarán estudios entomológicos y análisis del suelo, la flora, la fauna y de biodiversidad genética del agua”, amplió Pochetino.

“Señalamos que vamos a poner todos los recursos de nuestra Universidad para colaborar en la tarea de proteger nuestros humedales y construir una cultura del cuidado de nuestro ambiente. Es una agenda urgente y queremos asumirla con protagonismo y compromiso. La próxima instalación de la Base permitirá enriquecer desde el territorio las investigaciones en curso, hacerlo de manera estructural y permanente. Mientras avanzamos, comenzamos a trabajar con estos primeros equipos para determinar, en el análisis del suelo, la flora y la fauna del lugar, las posibilidades de regeneración luego de las quemas, los tiempos y las estrategias más convenientes”, agregó el rector Franco Bartolacci.

Bartolacci recordó que la Universidad destinó para este primer proyecto medio millón de pesos. Al mismo tiempo, agradeció “la colaboración de Prefectura” para el traslado de investigadores hacia las islas. “Comenzamos a sistematizar los análisis sobre calidad del aire”, explicó sobre los primeros pasos. E insistió en que todos los estudios serán “de carácter público y estarán a disposición de los distintos niveles del Estado para el análisis y la elaboración de políticas públicas”.

De la misión participaron Pochetino e investigadores vinculados a los objetivos del proyecto. También, el responsable del Área de Ciencia, Tecnología e Innovación, Guillermo Montero, para estudios de insectos, el decano de la Facultad de Ciencias Bioquímicas, Andrés Sciara, para estudios del agua, el responsable del Observatorio Ambiental, Matías De Bueno, Nestor Di Leo y Sergio Montico para análisis de suelos, José Vesprini para análisis de la ecología, Clara Mitchell y Vanina Villanova, que junto a Sciara trabajan sobre biodiversidad genética acuática, y Jorge Bártoli en representación de la ONG El Paraná No Se Toca.

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