Edición Impresa

Y una vez Central volvió a reír

Por Gabriel Pennise.- Era el partido que debía ganar para prolongar a Russo en la banca. Y lo logró, con mucha actitud.


Era el partido que tenía que ganar. Y por haber llegado al punto límite, no interesaban las formas. Aunque nunca hay que despreciarlas, porque sin ellas no hay futuro. Ayer, dejándolas de lado por una vez, puede afirmarse que Central ganó una final. No para ascender, se sabe. Sí para darle continuidad al proyecto que lidera Miguel Russo.

Todo el partido de pie, estuvo el entrenador. Lo vivió a pleno, aunque él nunca habló de final de ciclo. Los futbolistas sabían que, para mantenerlo en el cargo, era impostergable darle una victoria. Por eso se gritó y mucho el gol de Fernado Coniglio, tras gran jugada de Antonio Medina. Fue una bocanada de oxígeno, para un equipo que luce ahogado por su propia impericia.

Un paso adelante, en tiempos de malaria, es importante poder darlo. Claro que las exigencias no terminaron en Florencio Varela, ahora deberá encaminarse en el terreno de los triunfos si es que pretende recuperar el tiempo perdido.

Y Gimnasia de Jujuy es su próximo escollo. Es factible que Russo haya encontrado el camino sobre la marcha. Dejando de lado mucha incorporación innecesaria. Bancar a los que estaban le dio una chance de continuar. Los insultos del último partido lo pusieron en un lugar que jamás pensó ocupar. Es tiempo de recuperarse, con humildad y mucha actitud. Pero también con juego, ese que por el momento no tiene.

La situación es tensa, la comisión directiva está demasiado débil. La gente de raza se va, y cada vez quedan menos. Ya nadie cree en ellos. Es perentorio que el fútbol, y la magia de los resultados, la sostengan.

Comentarios

10