Search

Y un día se acabó la maldición

Argentina dio vuelta la historia ante Croacia y se consagró campeón de la Copa Davis por primera vez en su historia.

Luego de 95 años de sinsabores, cuatro finales perdidas y miles de historias cruzadas, la selección argentina de tenis logró ayer en Zagreb ponerle fin a la maldición, con un domingo épico de triunfos de Juan Martín Del Potro y Federico Delbonis, que permitieron dar vuelta la serie ante Croacia y levantar la primera Ensaladera de Plata.

Frustración. En 2011, Del Potro y Nalbandian sufrieron a España en Sevilla.
Frustración. En 2011, Del Potro y Nalbandian sufrieron a España en Sevilla.

Con el lógico empate tras la jornada del viernes y la dura derrota en el dobles del sábado, Argentina llegaba obligada a la última jornada, donde Del Potro estuvo 0-2 abajo ante Marin Cilic, pero dio vuelta en forma heroica el encuentro para imponerse con parciales de 6-7 (4-7), 2-6, 7-5, 6-4 y 6-3, en cinco horas de juego en el Arena Zagreb.

Vilas tuvo su chance en 1981.
Vilas tuvo su chance en 1981.

Con la presión sobre su espalda, Delbonis demostró un temple y una madurez envidiable para superar al gigante Ivo Karlovic en tres sets (6-3, 6-4 y 6-2) y hacer estallar a los más de cuatro mil argentinos en el estadio, a los integrantes del equipo (incluido Leo Mayer, Guido Pella y el capitán Daniel Orsanic) y a todo un país que esperaba este logro deportivo.

Porque cada vez que la Argentina estuvo a un paso de conseguir la Ensaladera, se destaparon problemas y críticas por las vanidades de los tenistas de turno, que dejaban atrás lo meramente deportivo.

Pero este grupo, capitaneado por Daniel Orsanic, se bancó una temporada con cuatro series jugadas como visitante, consiguió proezas deportivas como la de la semifinal en Glasgow y forjó, desde lo psicológico y lo grupal, su principal fortaleza.

Orsanic, justamente, fue el reemplazante de Martín Jaite, quien dejó como legado un grupo golpeado, que se había salvado del “descenso” en Sunrise, Estados Unidos, frente a Israel de forma agónica.

“Soportó” la ausencia de Del Potro, el as de espadas, y se las ingenió, respaldado en un grupo sólido con mucho arraigo por la camiseta albiceleste, para llegar a semifinales en 2015, perdiendo con Bélgica en Bruselas.

Esta temporada, con el retorno del tandilense a partir de semifinales, la ilusión se transformó en realidad, para sacar la espina que los argentinos amantes del tenis tenían atragantada desde hace años. Desde lo estadístico, Argentina consiguió este fin de semana en Zagreb algo que sólo dos países habían logrado: Rusia (2002) y Serbia (2006) habían levantado la Ensaladera de Plata tras un 1-2 en contra en la final del Grupo Mundial.

Rusia fue otra final perdida por el elenco albiceleste en 2006.
Rusia fue otra final perdida por el elenco albiceleste en 2006.

Argentina es campeón y la maldición de la Davis se terminó. A celebrar…

Del Potro y Dalbonis lo dieron vuelta: ¡Son héroes! | Por Guillermo Ferretti, desde Zagreb, Croacia

Tenía que ser así. Después de tantas frustraciones, Argentina se debía ganar una Copa Davis como lo hizo. De manera heroica. Dando vuelta la historia en la última jornada, enfrentando a dos singlistas complicados como Marin Cilic e Ivo Karlovic. Con Juan Martín del Potro abriendo la sesión dos sets abajo para resurgir y llevarse un triunfo que generó esperanzas. Pero que, además, potenció a Federico Delbonis, que dio lección de devolución y passing ante el Gigante Karlovic.

Así, con las dos enormes victorias de ayer, el equipo que capitanea Daniel Orsanic derrotó a Croacia por 3 a 2. Y después de haber perdido cuatro finales, conquistó la primera Davis de su historia, con el condimento de haber ganando todas las series en condición de visitante.

Del Potro abrió el camino

En cualquier deporte, hay partidos cuyos resultados sólo se explican desde lo emocional. Cuando se encuentran en situaciones límite, algunos jugadores sacan a relucir un plus. Tal vez de esta manera se pueda empezar a explicar la épica victoria de Juan Martín Del Potro sobre Marin Cilic, después de remontar una desventaja inicial de dos sets. Fue 6-7 (7-4), 2-6, 7-5, 6-4, y 6-3, en 4 horas y 53 minutos.

Los 34 aces que acertó el croata no le alcanzaron para imponerse sobre un Delpo que tuvo entre sus principales virtudes el no dar nunca por perdido un juego que le fue adverso desde el mismo inicio. La precisión en el servicio fue una de las diferencias en la primera mitad del partido de ayer. Es que, durante los dos primeros sets, a Del Potro le costó acertar su primer saque. Y eso le permitió a Cilic presionar sobre el predecible y poco potente segundo servicio del argentino. Pero en los tres sets restantes, las cosas se emparejaron. Y allí pesó la jerarquía de Delpo, la estirpe del crack, del ganador.

Cilic arrancó con todo. Con cinco primeros servicios, un ace incluido, cerró el game con Delpo en 15. Y de inmediato, el croata metió presión sobre el servicio del argentino, y lo quebró en 0. Fueron 8 puntos consecutivos del europeo para ponerse 2 a 0.

De todos modos, Del Potro logró recuperar su servicio en el séptimo game y se fueron derecho al tie-break. Allí Cilic estuvo mucho más fino, tanto en el saque como en el juego, que Del Potro. Y eso le permitió quedarse con el desempate por 7-4 tras una hora y doce minutos de juego.

El segundo set empezó con problemas para el de Tandil, que debió esforzarse para quedarse con su servicio, tras salvar una chance de quiebre. Pero los inconvenientes para Delpo volvieron en el quinto game. Allí, el argentino cometió las primeras dos dobles faltas del juego, y le facilitó el break al croata, que pasó a ganar 3 a 2.

Luego, Cilic confirmó el quiebre y volvió a imponerse, esta vez en cero, sobre el saque de Del Potro. El croata estiró la diferencia 5 a 2, y luego cerró el parcial con su servicio en menos de 45 minutos.

APOYO INCONDICIONAL. El público argentino volvió a dar la nota en rodeo ajeno: se hizo sentir siempre a pesar de la abrumadora presencia local y jamás dejó de alentar a los tenistas criollos, tanto a Federico Delbonis contra Karlovic como a Juan Martín Del Potro, sobre todo cuando el tandilense estaba dos sets abajo con Marin Cilic en el cuarto punto de la serie.
APOYO INCONDICIONAL. El público argentino volvió a dar la nota en rodeo ajeno: se hizo sentir siempre a pesar de la abrumadora presencia local y jamás dejó de alentar a los tenistas criollos, tanto a Federico Delbonis contra Karlovic como a Juan Martín Del Potro, sobre todo cuando el tandilense estaba dos sets abajo con Marin Cilic en el cuarto punto de la serie.

Al argentino no le quedaba otra opción que ganar el tercer set para meterse en partido. Y vaya que lo hizo. En el undécimo game el tandilense quebró el saque del croata y luego sacó para quedarse con el set por 7-5. La esperanza estaba, faltaba aumentarla.

El inicio del cuarto mostró un Cilic más firme, que en el tercer game puso en apuros a Delpo con su saque. El croata dispuso de un break, pero lo dilapidó. Y el de Tandil, en uno de los games más largos del match, pudo zafar y se adelantó 2 a 1. Al game siguiente, fue Delpo el que contó con dos oportunidades para quebrar, pero tampoco sacó provecho de la situación.

En el noveno game, Del Potro dio preocupantes muestras de fatiga. Ganaba 40 a 0 con su servicio, y Cilic lo llevó a deuce. Y después de algunas discusiones con el árbitro que demoraron la acción, el argentino logró el game y se puso 5 a 4. Y con el envión anímico, salió decidido a quebrar a Cilic. Lo presionó, lo logró, ganó 6 a 4 y forzó un quinto set.

EUFORIA “MARADONIANA”. Fiel a su estilo, Diego Maradona armó un verdadero festival en su palco: el 10 no paró de alentar un segundo, arengó a los hinchas criollos presentes constantemente y se emocionó hasta las lágrimas con el triunfo final de Delbonis. Antes, el propio Juan Martín Del Potro le obsequió la raqueta con la que superó a Cilic en un épico partido a cinco sets.
EUFORIA “MARADONIANA”. Fiel a su estilo, Diego Maradona armó un verdadero festival en su palco: el 10 no paró de alentar un segundo, arengó a los hinchas criollos presentes constantemente y se emocionó hasta las lágrimas con el triunfo final de Delbonis. Antes, el propio Juan Martín Del Potro le obsequió la raqueta con la que superó a Cilic en un épico partido a cinco sets.

El último parcial comenzó con la peor noticia para Del Potro, ya que sufrió un break. Pero además, el argentino entregó la sensación de estar muy cansado, casi al límite de sus fuerzas. Y eso potenció la preocupación. Sin embargo, al game siguiente el tandilense tuvo dos oportunidades de quiebre y en la segunda puso las cosas iguales.

Ya en el octavo, apareció otra vez Delpo para quebrar con la autoridad de los grandes, de los que nunca se entregan, y poner el set decisivo 5 a 3. Con su saque, el de Tandil no entregó ninguna oportunidad, y barrió a Cilic. Para cerrar una remontada histórica y dejar todo en la mano zurda de Federico Delbonis.

El zurdo no defraudó

Federico Delbonis salió a jugar sabiendo que el objetivo principal era conseguir al menos un quiebre ante el temible saque de Ivo Karlovic. Y el zurdo de Azul logró el cometido en el sexto game, y se adelantó 4 a 2. De allí en más, cada uno mantuvo su servicio, y Delbonis se quedó con el primer juego por 6 a 4 en apenas 37 minutos.

En el segundo, las primeras emociones llegaron en el sexto game. Allí, Karlovic tuvo su chance de quiebre, pero Delbonis sorteó la complicación y puso el juego 3 a 3. Y como contrapartida, en el siguiente game, fue el argentino el que se encontró con dos opciones de quiebre, pero el Gigante conectó una serie de aces para recuperarse.

De todos modos, Federico Delbonis tuvo revancha en el noveno, y esta vez sí se quedó con el servicio del croata. El set quedó 5 a 4 con el saque a su favor, y el tenista argentino no dejó pasar la oportunidad para lograr la segunda manga y quedar a un set de la Ensaladera.

Ensalada criolla. Los jugadores argentinos posan para la foto con la tan preciada Ensaladera de Plata conquistada ayer.
Ensalada criolla. Los jugadores argentinos posan para la foto con la tan preciada Ensaladera de Plata conquistada ayer.

El tercer set comenzó con características similares a los anteriores. Con un Delbonis sólido y concentrado, dispuesto a esperar su chance. Que esta vez, se le presentó en el tercer game. Allí quebró y encendió a pleno la esperanza de ganar la Copa por primera vez. Y repitió en el séptimo, para ponerse 5 a 2. Y con su saque, Delbonis no dejó pasar la ocasión, cerró el partido para conseguir su victoria más importante en su carrera y a la vez más trascendental del tenis argentino.

10