Por Diego Mussetta / El Ciudadano
El equipo de Maradona volvió a demostrar que tiene un potencial ofensivo de temer, con un Higuaín inspiradísimo y con un Tevez que además de entrega aportó gol. Y pese a que tuvo su rendimiento más bajo desde que arrancó la Copa del Mundo, Lionel Messi fue importante cuando había que tener el balón.
Quizás lo más flojo de Argentina se vio en el mediocampo, donde Mascherano estuvo demasiado solo en la contención y extrañó a Verón como ladero. Mientras que por las bandas Di María y Maxi Rodríguez jamás desbordaron y además fueron vulnerables cada vez que México iba por las bandas.
En defensa, Heinze fue el punto más alto, clausurando el lateral y además salvando dos goles “cantados” de los aztecas. Un escalón por debajo estuvieron Otamendi y Burdisso, quienes aportaron solvencia y máxima seguridad en la última línea. Una vez más, el punto débil volvió a ser Demichelis, quien perdió con Chicharito Hernández en el descuento de los mexicanos.
Alemania asoma en el horizonte argentino. Será el sábado próximo en Ciudad del Cabo. Será la cuarta vez que Argentina y Alemania se verán las caras en un mano a mano mundialista. El primero fue en 1986, cuando Maradona y compañía alzaron la copa. Luego, en la final de 1990, los germanos festejaron tras el penal de Sensini a Klinsmann. Y la última vez fue hace 4 años, cuando en definición por penales los germanos dejaron masticando bronca a los players de Pekerman.
Se viene una final anticipada entre dos potencias. Argentina tiene con qué y va por las semifinales. El sueño de gritar campeón el 11 de julio es posible.
Comentarios