El Mercado Popular Rosario que funciona en La Toma (Tucumán 1349) reabrió sus puertas la semana pasada con más de 30 ofertas para que el consumidor pueda comprar en forma directa, sin intermediarios. Esta iniciativa, que garantiza un precio menor en los productos, se convirtió en un gran atractivo para los consumidores que se acercaron en busca de alternativas para hacer frente a la inflación que impactó en el último tiempo en los alimentos de la canasta básica.
Con 35 unidades productivas que incluyen panadería, repostería, verdulería, frutería, pastas, pescados, dietética, vinos, aceites, textil, cosmética, productos veganos y vegetarianos, fiambres, especias, mermeladas artesanales y artículos de limpieza, el Mercado Popular tiene como uno de sus objetivos “romper con el esquema que acostumbra que lo artesanal sea más caro y ofrecer productos para gran consumo que permitan mantener un precio menor”.
La iniciativa, que funciona desde julio de 2015 en La Toma y surgió gracias al éxito experimentado con los camiones de Economía Popular, logró una pronta aceptación entre los vecinos y desde su reciente reapertura convoca a cerca de 200 personas por día que buscan allí una alternativa razonable para enfrentar la inflación que se ensaña particularmente con los alimentos.
“La vuelta fue muy exitosa, las medidas económicas de ajuste hacen que experiencias como la nuestra sean más provechosas para los rosarinos. Beneficia en precio y en calidad, ya que da la oportunidad a los consumidores de estar en contacto directo con los productores”, explicó Celcio Moliné, referente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep) y coordinador del Mercado Popular Rosario.
Según indicó, desde el Ctep luchan para que los productores vendan de manera directa y así evitar las pérdidas que se generan a razón de los intermediarios.
“Lo que hacemos es darle una oportunidad a los productores de vender directo, así no pierden la diferencia que se quedan los supermercados”, agregó.
En cuanto al impacto que la inflación tuvo en los productos que se ofrecen, Moliné señaló que los principales afectados fueron el pescado y la carne, en los que la devaluación repercutió de forma directa con alzas de entre un 30 y un 40 por ciento, en tanto advirtió que el aumento en las frutas y verduras se debe a una cuestión estacionaria.
“Hay que cubrir el aumento mejorando la oferta. Es decir, podemos trasladar el aumento al precio del producto o diversificar la producción y mediante otros productos reemplazar el aumento de los insumos. Nuestra idea es mejorar la oferta así aumenta el consumo y no tener que aumentar los precios”, explicó el coordinador del Mercado.
En ese sentido, dio como ejemplo los bolsones de verdura, donde a precios populares se combinan hortalizas y frutas de estación. “Cuando algo se dispara lo metemos en un producto general para que no repercuta tanto, le buscamos la vuelta para que esa subida de precio no se note en el producto final. Hay alternativas para sobrellevar los aumentos en los insumos centrales”, concluyó Moliné.
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