Que Julio Chávez es uno de los mejores actores de su generación no es ninguna novedad, como tampoco es novedad que su presencia enaltece desde hace algún tiempo la pantalla chica argentina, un medio al que le fue esquivo por muchos años donde se dedicó de lleno al teatro y al cine, y al que ingresó por la puerta grande con las dos ediciones de Epitafios (producción de Pol-ka para HBO) y el inolvidable unitario Tratame bien, donde compartió protagónico con Cecilia Roth al frente de un gran elenco.
Hace algunos meses se conoció la noticia de que Chávez regresaría en 2011 a la tevé como protagonista de El puntero, el nuevo unitario de Pol-ka del que la semana pasada comenzaron las grabaciones. El elenco de esta nueva ficción se completa con figuras como Gabriela Toscano, Rodrigo de la Serna, Luis Luque, María Rosa Fugazot, Belén Blanco, Pablo Brichta y Carlos Moreno, entre otras artistas de renombre y de vasta trayectoria.
La tira, que aún no tiene fecha confirmada de emisión aunque todo indica que será en paralelo con la inminente vuelta de Marcelo Tinelli y ShowMatch, y que al igual que en los dos años anteriores la ficción se emitirá los miércoles al termino de la tira Herederos de un venganza, no casualmente aparecerá en la pantalla de El Trece en un año de elecciones y de fuerte contienda política.
La trama, escrita por Mario Segade, abordará la historia de Pablo Aldo Perotti, más conocido como El Gitano (Chávez), un puntero político que conoce como nadie su municipio y que, gracias a su carisma y trabajo, controla a los más de 10 mil votantes que viven allí. Pero en la actualidad, El Gitano siente que la política no le devolvió todo lo que él le dio a lo largo de 30 años de militancia y no puede soportar la espera.
Para Gabriela Toscano, quien será la coprotagonista junto a Chávez, el tema no tiene que ver con las tensiones entre el grupo Clarín y el gobierno de las que tanto se habla, “sino con una historia más de las que podrían contarse en la tele. Se van a contar cosas que han aparecido en todos los gobiernos, como la corrupción. Es una historia de alguien que quiere estar con el pueblo y que las cosas funcionen de determinada manera”, sostuvo la actriz, quien el año pasado fue una de las protagonistas de Para vestir santos, otro de los exitosos unitarios de Pol-ka.
En El puntero, El Gitano quiere ser intendente de su ciudad y está convencido de que, a pesar de la mala imagen que tiene entre los jefes comunales, “su gente” no va a fallarle cuando lance la candidatura. Pero el actual intendente no está dispuesto a dejar el cargo fácilmente, por lo que El Gitano deberá enfrentarse a enemigos e intereses políticos de fuste.
Según la trama del unitario, en tiempos en los que la marginalidad y la pobreza hacen mella en la sociedad, y la gente cree que los funcionarios no escuchan sus reclamos, entra en acción la figura de “el puntero”, una pieza fundamental en el engranaje político. Este personaje, a diferencia del resto de los dirigentes, está cerca del pueblo, escucha sus necesidades y soluciona sus problemas más elementales como vivienda, educación y alimentación. Claro que, para hacerlo, debe negociar y responder a una red de corrupción política en la que, quienes forman parte de ella, están dispuestos a todo con tal de acaparar un poco más de poder.
Este es el escenario en el que se mueve Pablo Aldo Perotti como pez en el agua, un puntero político que conoce a las claras el lugar en el que vive, del mismo modo que sus necesidades y sus miserias.
Los aliados incondicionales
Mientras El Gitano siente que la política no le ha devuelto todo lo que él dio a lo largo de 30 años de militancia, y el reconocimiento tarda en llegar y ya no puede soportar la espera, sigue adelante con sus principales tareas: obtener el mayor apoyo para Iñiguez (Carlos Moreno), el intendente. Pero organizar una movilización y demás tareas de militancia política requieren de más de una persona, por eso, El Gitano, como todo puntero político, cuenta con dos personas de confianza: Levante (Luis Luque), su fiel amigo, un hombre parco y muy tranquilo pero capaz de hacer temblar a todos cuando se altera, y Lombardo (Rodrigo de la Serna), quien se encarga de las movilizaciones y de las tareas “menos pensantes”.
En pos de su carrera política, El Gitano ha postergado su vida privada. Tiene poco tiempo para ocuparse de su madre, Antonia (la extraordinaria María Rosa Fugazot, quien de este modo regresa a la tevé), quien le reclama más presencia y más dinero, y de su hija Libertad (Belén Blanco, otro regreso esperado), una chica de casi 30 años, desencantada y enojada con las actividades que lleva adelante su padre. También, por la política ha perdido a su gran amor: Clarita (Gabriela Toscano), una ex funcionaria comunal a la que conoció en los tiempos en que la política, para él, era una utopía. A pesar de confiar en sus buenas intenciones, Clarita no está de acuerdo con los métodos empleados por El Gitano, y por eso decide dejarlo, aún sabiendo que es el hombre de su vida.
Comentarios