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En el ECU

Vuelve el 404 Festival de Arte y Tecnología

“Veo el mundo que imagino”, afirmó Gina Valenti, artista, gestora cultural y creadora del evento. Bajo la consigna “Somos spam”, este año reunirá a artistas provenientes de 12 países.


Desde este miércoles a las 20, y hasta el sábado de 10 a 21, llegará al Espacio Cultural Universitario (ECU, San Martín 750) una nueva edición, la 12ª, del 404 Festival Internacional de Arte y Tecnología que organiza la artista, docente y gestora cultural Gina Valenti. A dos años de su última presentación en la ciudad (en 2014 se llevó a cabo en Moscú, Rusia), desplegará durante cuatro días un cúmulo de obras de artistas provenientes de doce países que cuestionan el sistema y desde allí la forma de ver el mundo actual. La programación completa puede verse en el sitio web 404festival.com.

Entre la comodidad que plantea la estabilidad, el statu quo, y la incomodidad y posible exclusión que ocasiona ser libre (como intento o utopía cuanto menos), Valenti elige ésta última y acciona sobre el sistema para tratar de descifrar nuevos modos de configurar la vida, el tiempo, la humanidad, la felicidad y los sentidos.

Atravesado por una trama existencialista, cada 404 marcó el pulso de las urgencias particulares de su creadora, pero que no son sólo suyas, porque atraviesan las pulsiones de un mundo con crisis de sentido.

Siempre interesada en la relación entre arte y sistema, en 2012 propuso, en el plano de lo íntimo, “Las Ideas son Revoluciones por Minuto” y en 2013 se involucró con el origen de la interacción humana a partir del concepto “Reset Art”. Un año más tarde dejó aparecer el “somos” defendiendo el revolucionario: “Somos lo que humanizamos” (Human vs User). Y en 2015 parece llegar a una nueva cumbre que funciona en el plano del aquí y ahora, con el “Somos spam”, que la propia artista resume en la frase de su manifiesto: “Si pensamos, somos listos. Si insistimos, hacemos spam”.

“El arte aparece como una especie de velo detrás del cual se esconden intereses e intenciones que uno ahora puede ver: creo que estamos en una posición para hacer un revisionismo histórico y cultural”, dijo Gina Valenti a El Ciudadano.

Nacido en 2004, con el objetivo de democratizar la cultura, difundiendo producciones artísticas que unen al arte con la tecnología, la propuesta de este año mostrará instalaciones interactivas, imágenes digitales y videos de artistas provenientes de Asia, Europa y América. Todas las actividades son con entrada libre y gratuita.

—¿Qué es “Somos spam”?

—Es una expresión de deseo que le habla al que está por venir, no solamente al que está acá; es un mensaje de esperanza que tiene que ver con incentivar al otro. No es necesariamente cierto que seamos spam pero debiéramos serlo. Una parte del texto describe pero la otra es ficción que propone. Es una suerte de invitación; nadie tiene la verdad. Veo el mundo que imagino: es el mundo que tiene que terminar siendo completado. Una cosa es la idea y otra el hecho que esa idea generará. La fuerza que tienen estos manifiestos es que son en parte muy reales y en parte muy ideales. Nosotros construimos en la medida que deseamos, no en la medida que podemos.

—En el manifiesto decís: “Las batallas que el arte ha retratado son las que no ha querido impedir” ¿El arte es cómplice?

—Sí, por supuesto. Porque cuando uno va a los grandes museos, como me pasó en el  Hermitage, te dicen que tal obra fue encargada por un zar para decorar su habitación. Y nosotros en la facultad lo estudiamos como si fuera un logro de la humanidad ¿Hasta qué punto hemos creído que ser un buen artista es tener una buena técnica?; ser un buen artista es hacer algo por los demás: es ser un buen ser humano. Creo que nosotros podemos mirar el pasado y replantearnos hasta qué punto entendimos las cosas que nos obligaron a entender.

—Otra forma de arte político…

—El artista tiene que interpretar el mundo según su punto de vista no porque le paguen por hacerlo, si no se es esclavo del sistema. De alguna forma, está tan bien hecho todo y tan bello de ver que uno se olvida de lo que hay atrás. Por eso, me pregunto cuál es el mensaje que estamos recibiendo; es un mensaje que no es artístico, es otro mensaje. El arte aparece como una especie de velo detrás del cual se esconden intereses e intenciones que uno ahora puede ver. Creo que estamos en una posición para hacer un revisionismo histórico y cultural.

—¿Qué creés que te aportó el viaje a Rusia al escribir el revolucionario “We are Spam”?

—Hay imágenes que a mí me quedaron grabadas. Iba en subte y saqué una foto a un gran mural; más abajo había un vagabundo todo sucio que se estaba peinando, cuando lo miré bajó la vista. Me entristeció mucho. Empecé a percibir las cosas imperceptibles: que ahí estaba Rusia, la de la Revolución. Observé la estatua de un astronauta (Yuri Gagarin) que apuntaba hacia arriba: él quería llevarnos a la Luna. En todos esos detalles hay gente que dejó su mensaje. Y ese mensaje todavía está latente pese que el sistema no lo quiera leer así: ese mensaje está enviado.

Caligrafía aérea

Obra de la artista taiwanesa Merlin’s Mustache, consiste en un dispositivo que aspira a cambiar la forma como la caligrafía fue creada por la mano que sostiene un pincel. A través de la captura interactiva del movimiento 3D del cuerpo completo en tiempo real, Air Calligraphy invita a la audiencia a formar parte de la obra. Los participantes crean caligrafías con una máquina mecánicamente programada para sus cuerpos. Una vez que los espectadores terminan su creación, pueden llevarse sus trabajos o dejarlos colgados como parte de la exhibición.

Revelación de Eva…

Del artista taiwanés Lin Pey Chwen, Revelación de Eva Clon III presenta una imagen única de Eva Clon, una especie humana tecnológica que tiene a la vez autoridad y habilidades para clonar, junto con versos de precaución del “Libro de revelaciones”, de La Biblia transcriptos en seis idiomas para definir y destacar esta Eva post-humanista creada desde la tecnología. El trabajo implica una crítica a la adoración por la tecnología, que da un potencial ilimitado de desarrollo, pero que está potencialmente causando la ruina de la raza humana.

A tail of spacetime

Del artista japonés Sadam Fujioka, su instalación interactiva consiste en una proyección y un pedestal del que los participantes pueden sujetarse. Cuando se mueven a su alrededor, su imagen queda de manera residual en la pantalla y comienza a variar su velocidad, superponiéndose a la persona que se mueve en tiempo real, hasta que en un momento la imagen de su pasado alcanza a la del presente, fundiéndose una con la otra. Sus obras se enfocan en los nuevos sistemas de composición sonoro-visual para performance en tiempo real.

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