Policiales

Cohecho en la cárcel

Vuelve a prisión un jefe policial imputado por recibir coimas de presos

El comisario que estaba a cargo de la Alcaidía Mayor de San Lorenzo, José Budiño, acusado de cobrar mil pesos semanales para darle beneficios a los detenidos, deberá cumplir 90 días de prisión preventiva luego que la Cámara Penal revocara su libertad


El comisario acusado de favorecer a presos Vip en la Alcaidía Mayor de San Lorenzo volvió a prisión por un plazo de 90 días luego de que la Cámara Penal revocara este jueves la libertad que había obtenido José Budiño cuando le imputaron los delitos de cohecho e incumplimiento de los deberes de funcionario público. En esa oportunidad, el fiscal Aquiles Balbis acusó al jefe policial de cobrar mil pesos semanales a cada interno a cambio de beneficios, algunos de los cuales se vieron reflejados en el material incautado por Gendarmería Nacional dentro del penal como celulares, chips de memoria, cuchillas de carnicería, navajas, televisores, bebidas alcohólicas, parrillas móviles, routers, tablets y hasta cajas de pizzas y empanadas con la marca de un deliverys.

La audiencia de este jueves fue solicitada por la Fiscalía para apelar el fallo de la jueza de Primera Instancia Griselda Strólogo quien el pasado 6 de agosto aceptó la imputación contra el jefe policial Budiño pero lo dejó en libertad con el argumento de que no obstaculizaría la investigación. La jueza de segunda instancia, Gabriela Sansó, revocó esa decisión y ordenó la prisión preventiva por 90 días del uniformado que estaba a cargo de la Alcaidía Mayor de la Unidad Regional XVII de San Lorenzo, donde se alojan reclusos sin condena firme que están detenidos de manera transitoria.

El fiscal Balbis había imputado a Budiño por hechos ocurridos antes del 8 de abril de 2019, cuando en carácter de funcionario público recibió sumas de dinero destinadas a su favor como contraprestación de beneficios que le otorgaba a internos alojados en la Alcaídía Mayor. También lo acusó de haber permitido el acceso y la permanencia de elementos prohibidos a los internos de ese penal tras resaltar que constituían un peligro para la seguridad de la Alcaidía, de los agentes y de los propios presos. También se le achacó haber permitido el ingreso a la Alcaidía Mayor de las hermanas Daiana y Ayelén G. el 2 de agosto, cuyo traslado había sido ordenado por la Fiscalía a la nueva Alcaidía de Rosario, lo que impidió realizar a sus subalternos.

La investigación contra Budiño se originó a partir del peritaje de los teléfonos celulares de los integrantes de la banda que tenía base logística en barrio Copello de Capitán Bermúdez, a cuyo cabecilla Walter “Viejo” G. y otros nueve miembros se encuentran con prisión preventiva.

Según la pesquisa, dichas escuchas y mensajes incriminan a Budiño. Cuando uno de los integrantes de la banda, identificado como Ricardo “Maluma” D., cayó detenido en la Alcaidía Mayor acusado de haber sido autor material de dos crímenes y de otras dos tentativas de homicidio en los últimos meses en el Cordón Industrial, se comunicó vía mensaje de texto con un tal Ariel. “Acá hay que poner dos luquitas para estar mejor”, fue el mensaje que recibió de parte de las autoridades de la institución, según consta como evidencia recolectada por Fiscalía. El funcionario explicó que el precio para acceder a las “celdas VIP” ascendía a mil pesos semanales. Todas esas acusaciones fueron negadas por el jefe policial, que volvió a prisión por 90 días

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