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Básquet

Volvió Marco y cantó las 40: Giordano y Temperley, una historia de amor

Con una actuación descomunal, el talentoso perimetral rosarino retornó a la ciudad con la camiseta 9 del Negro. Y el Morosano fue una fiesta


Fotos: Juanjo Cavalcante

Si el Morosano se llenaba para mirarlo jugar cuando tenía 15 años, a nadie puede sorprender que en su regreso como consagrado jugador de Liga Nacional Marco Giordano haya generado una expectativa impresionante, con espectadores en cada recoveco del reducto del Negro.

El amor por Marco es incondicional y lo tienen los viejos, los grandes y los chicos del pasional club de Riobamba y Ayacucho.

Y el amor de Marco por Temperley tiene esa misma fuerza, esa cercanía afectiva sólo comparable a un lazo familiar imposible de romper. Porque la realidad es que aunque durante largo rato no haya usado la nueve del Negro, Marco siempre volvió a su casa, a su club, a su familia, porque está todo en el mismo lugar.

Esta vez la excusa para el reencuentro con su amor más puro fue la Superliga rosarina en un momento de disfrute que durará un tiempito pero que quedó claro que todos aprovecharán al máximo. Como en el 96 a 81 de este domingo.

Y fue contra un Echesortu que presentó el regreso de Rodrigo Sánchez (de gran tarea con 21 puntos), a un Esquivel batallador y a los brasileños Rafael y Pedro Passoni, pero que cada vez que intentó arrimar apoyado en el juego interior encontró una reacción contundente del dueño de casa.

En el debut, Marco no quiso presentaciones más estridentes que la lógica revolución que se generó en el básquet de la ciudad. Quiso jugar (Álvaro Roig le dio la 9). Y ahí sí armó su propio homenaje, su reconocimiento y su regalo a su gente con una tarea tan natural como icónica, en la tierra que pisó, por ejemplo, un tal Ariel Bernardini.

Sacó las dagas de tres a puro salto, ahí cuando los brazos se estiran estilizados, las manos apuntan al techo de chapa y las muñecas le dicen sí al despegue de la pelota para caer mansa en el aro al compás del inconfundible sonido de la red.

Encaró y ganó a pura gambeta, sigiloso, inevitable, por talento y capacidad atlética.

Metió 40, para abrir el juego, para mantener la ventaja, y para cerrarlo. Ahí Roig dijo basta y el cambio fue la señal para el reconocimiento absoluto, profundo de espectadores, de compañeros, de amigos, de rivales.

Es admiración, es afecto, es amor puro por un pibe que siente igual que ellos, sin falsedades ni exageraciones, amor natural, sincero.

Cuando era pibe mucha gente se lo perdió en el vivo y directo del rectángulo rosarino. El destino dio otra chance. Volvió Marco. Vaya a verlo jugar.

SÍNTESIS

TEMPERLEY 96: Roig 7, Giordano 40, Ottolini 13, López 16, Parizzia 5 (fi), Ramallo 0, Torres 3, Mariani, Derevianyj 0, Morici 0, Virgili, Lussenhoff 12. DT: Marcelo Roig

ECHESORTU 81: Bertrán 0, R. Passoni 9, Ippoliti 2, P. Passoni 18, Esquivel 20 (fi), Sánchez 21, Kosik 0, Davini 0, Moresco 11, Pérez, Ayala, Román. DT: Freddy Cano.

ESTADIO: Morosano

ÁRBITROS: Báez y Bosio

PARCIALES: 27/16, 47/33 y 66/53

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