Con presencia argentina, el tenis masculino reanuda su actividad tras el largo parate por la pandemia de coronavirus. La WTA, que volvió hace dos semanas, abrió el camino. Y mientras se espera por el regreso del circuito ATP, programado para el próximo viernes, llegó el turno del Challenger Tour. El circuito menor masculino reactivó su temporada con dos torneos, uno en Praga y otro en Todi.
Encabezados por Facundo Bagnis, quinto favorito, también se presentarán en el torneo italiano Renzo Olivo, Marco Trungelliti, Juan Pablo Ficovich, Andrea Collarini y Facundo Mena.
En Todi, a Mena le tocó debutar en primer término y el porteño, que está 223° en el ranking, perdió en el primer turno del lunes ante el francés Elliot Benchetrit (208°) por 2 a 0 tras parciales 6-1 y 6-4.
Bagnis, de 30 años y 134° del mundo, se cruzará en la primera ronda también con un jugador galo, Hugo Gaston, que a los 19 se ubica 228°.
Olivo (209°) y Collarini (198°) enfrentarán en la primera ronda a dos italianos. El rosarino jugará con Giulio Zeppieri (371°), quien ingresó al cuadro gracias a una invitación especial de la organización. Mientras que el nacido en Nueva York y nacionalizado argentino tendrá un compromiso difícil ante Marco Cecchinato, 113° del ranking y segundo favorito.
En tanto, Trungelliti (231°) y Ficovich (205°) protagonizarán el duelo celeste y blanco de la rueda inicial.
El certamen, que se disputará sobre polvo de ladrillo y repartirá 88.520 euros (104.851 dólares) en premios, volverá al calendario del circuito challenger tras dos años de ausencia. Se había disputado sin interrupciones entre 2007 y 2017, año en el que gritó campeón Federico Delbonis.
El azuleño, 78° del ranking, había sido anunciado como una de las figuras de la edición 2020. Sin embargo, a último momento la organización anunció su baja, aunque no se explicó la razón.
Más allá de la ausencia de Delbonis, Argentina estará bien representada en Todi, uno de los torneos que marcará el regreso a la competencia del tenis profesional masculino. Y que además servirá de antesala para la vuelta del circuito grande, que se reanudará el viernes con el Masters 1.000 de Cincinnati, mudado sólo por este año a la burbuja de Flushing Meadows.
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