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Aniversario

Volver: Tiro Federal cumple 115 años en un momento donde debe resurgir

Un 29 de marzo de 1905 se fundaba una de las instituciones históricas del fútbol local, que entre finales de la década del 90 y comienzos del 2000 llegó a jugar en Primera División. Hoy su presente es otro y debe renacer desde los torneos de ascenso de la Asociación Rosarina


Gloria máxima. Los jugadores de Tiro Federal festejan el ascenso a Primera en Jujuy

El 29 de marzo de 1905 se fundaba en Rosario el Club Atlético Tiro Federal Argentino, o simplemente Tiro Federal, como lo conocen todos. Son 115 años de historia para una institución que desde lo más bajo, como son los torneos de las asociaciones locales, llegó a la cima del fútbol argentino para jugar contra River y Boca.

Su nombre se debe a un obrero que trabajaba en los talleres del Ferrocarril Central Argentino, quien cedió una habitación lindante a los stands del “Tiro Federal Argentino” a unos jóvenes, que decidieron llamar al club con el mismo nombre que la institución de tiro.

Los Tigres, como es su apodo, se sumaron a la naciente Asociación Rosarina de Fútbol en 1906 por lo que no formaron parte del primer torneo jugado un año antes, aunque son considerado como uno de los “cofundadores” de la entidad.

El elenco de Ludueña se coronó campeón de la Copa Vila (la más importante en la ciudad durante el amateurismo) en 1920, 1925 y 1926. Además, también se quedaron con la Copa Ibarguren de 1920, certamen en el que participaban los campeones de las ligas más importantes del país junto a la Rosarina y la Liga porteña; y que por su nivel equivalía a un campeón nacional. En aquella edición logro un hito: goleó 4-0 a Boca.

Tiro recién ingresó a los torneos de AFA en 1944 y una reestructuración en 1950 lo relegó a la segunda categoría. Siguió participando de los torneos nacionales hasta mediados de la década del 60, cuando fue desafiliado por AFA y volvió a participar de los torneos de la Rosarina, donde estuvo cerca del abismo.

A mediado de los 90, la institución no pasaba por su mejor momento, tanto en lo económico como en lo futbolístico. Es por eso que la aparición de Carlos Dávola fue la salvación en lo financiero y el resurgir en lo deportivo.

A finales de la década la historia era otra. El equipo ascendió al Gobernador Molinas en 1997 y ganó todos los torneos desde 1998 hasta 2001. Además, inició su participación en el viejo Torneo Argentino B (hoy Regional Federal), donde logró subir al Argentino A y consiguió un histórico salto a la B Nacional en la temporada 2002/03 tras imponerse en una recordada serie final a Racing de Córdoba por un global de 2-1, gracias a los goles del uruguayo Hugo Romeo Guerra y la conducción técnica de Daniel Teglia.

Tras mantenerse en la B Nacional durante sus primeros torneos, en la temporada 2004/05 –año de su centenario– llegó a la cúspide del fútbol argentino. Tras ganar el torneo Apertura, el elenco conducido por José María Bianco se clasificó a la final por el ascenso a Primera División, donde se midió con Gimnasia de Jujuy, el vencedor del Clausura. Terminó ascendiendo a la elite nacional con un global de 2-1, tras vencer en Rosario 1-0 por el tanto de Javier Yacuzzi e igualar 1-1 en el norte gracias al gol de Raúl Gordillo la noche del 25 de junio de 2005.

La primera

La temporada 2005/06 fue la única en primera y los números hablan por sí solos: 7 victorias, 6 empates y 25 derrotas. Para el recuerdo están la goleada 4-0 sobre Central en el Coloso con tres goles de Javier Cámpora o el 2-1 sobre Newell’s con doblete del Cachorro, que fue el goleador del Apertura 2005 con 13 tantos.

Tras el descenso a la B Nacional y varios años en la categoría, comenzó una pendiente que lo llevó a jugar el Federal A, el Federal B y ahora solamente el certamen local.

En 2020 buscará la vuelta al Gobernador Molinas de la mano del joven entrenador Rodrigo Pascual, quien se hizo cargo del plantel tras el descenso a la Copa Santiago Pinasco, en lo que fue el primero de su larga historia, esa que lo tuvo en lo máximo del fútbol argentino y ahora lo relegó hasta el fondo otra vez.

Foto: Pablo Soria.

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