Serbia logró quedarse en la tercera posición del Mundial de voleibol, derrotando a la selección anfitriona, Italia, por 3-1 (25-21, 25-20, 26-28 y 25-19), en Roma, donde se disputará la final entre Brasil y Cuba.
Tras haber terminado en cuarta posición en 2002 y 2006, los serbios se hicieron con su segunda medalla de bronce en un Mundial, que se agrega a la plata lograda en 1998.
La victoria ante Italia fue merecida para los campeones olímpicos de Sídney, que no están en la final de la cita planetaria por poco, ya que perdieron ayer, por 16-14, en el quinto set, ante Cuba.
Los balcánicos realizaron un excelente torneo, en el que eliminaron a la potente Rusia, su tradicional bestia negra, que cayó en la tercera fase.
Por su parte, Italia, aprovechó que tenía un cuadro muy favorable en la competición para llegar en las semifinales, instancia en la que cayó ayer ante Brasil (3-1)
Lejos del nivel de los años 90, en los que Italia se proclamó tres veces campeona del mundo, los transalpinos sólo tuvieron fuerzas, como en su duelo de semifinales, para ganar un set, gracias a los riesgos que corrieron en el servicio.
Pero en vista de las limitaciones del combinado anfitrión, los italianos parecen haber alcanzado la mejor posición posible en su Mundial.