Si bien no hubo dirigentes santafesinos durante el anuncio de la intervención de Vicentín, la noticia tuvo inmediata repercusión en los principales espacios políticos de la provincia. Con mayor o menor efusividad, desde el PJ, el socialismo y la centro-izquierda celebraron la decisión del presidente. En cambio, desde el PRO –y en general desde el espectro Cambiemos– se mostraron preocupados y críticos respecto de la medida y salieron a coro a agitar el fantasma de Venezuela.
La senadora nacional por Santa Fe, María de los Ángeles Sacnun (del bloque del Frente de Todos), remarcó que es “una decisión estratégica para la economía nacional y para garantizar arraigo y soberanía alimentaria en nuestro país”.
Su compañero de bancada, Roberto Mirabella (uno de los dirigentes más cercanos al gobernador Omar Perotti), fue escueto y señaló a través de sus redes sociales que “el presidente Alberto Fernández dio un importante anuncio que tiene una repercusión muy grande en la economía santafesina”.
El diputado provincial Carlos del Frade, uno de los integrantes de la comisión legislativa de seguimiento de la quiebra de Vicentín, sostuvo que “es una gran alegría haber participado de una idea impulsada por grandes intelectuales de la Argentina a la cual nos sumamos dirigentes políticos de la provincia. Y es una alegría porque lo primero que se ratifica es la garantía de trabajo para los 7000 empleados directos de Vicentín y otros 21 mil que, de forma indirecta, están alrededor”.
En efecto, la semana pasada un grupo de intelectuales y dirigentes y sociales le propuso al presidente Fernández convertir al Grupo Vicentín en una empresa pública no estatal, ante la posibilidad de que las maniobras fraudulentas llevadas a cabo por el holding en detrimento del Banco Nación “tenga como resultado una mayor concentración y extranjerización del comercio exterior de granos y de la cadena de producción alimentaria”.
A través de una nota dirigida al presidente, postulan a raíz del “fraude” consumado por Vicentín, que incluye “el uso irregular del crédito público y la expresa comisión de delitos de evasión tributaria, fuga de divisas y lavado de activos”, es imprescindible y urgente que “el gobierno tome control de la situación y, utilizando las herramientas del Estado, intervenga urgentemente y promueva una alternativa para el futuro del Grupo Vicentín, que tome en cuenta los verdaderos intereses del país y la comunidad”.
La propuesta lleva las firmas de los diputados provinciales Carlos del Frade, Damaris Pacchiotti, Agustina Donnet y Rubén Giustiniani; de los concejales rosarinos Caren Tepp y Juan Monteverde; de dirigentes políticos y sociales como Claudio Lozano (uno de los nuevos directores del Banco Nación), Pino Solanas, Victoria Donda, Alcira Argumedo, Juan Grabois, Itai Hagman y Víctor de Gennaro y de intelectuales como Mempo Giardinelli, Horacio González y Maristella Svampa, entre otros.
La comisión de seguimiento, aclaró Del Frade, va a continuar trabajando “hasta determinar quiénes son los responsables de la estafa de Vicentín”. Además el diputado del Frente Social y Popular destacó que “por primera vez en años, el gobierno nacional tomó en cuenta que el río Paraná es el lugar por donde pasan el 70 u 80% de las exportaciones del país. Nos hubiera gustado mucho que hubiese dirigentes santafesinos en el anuncio, pero igual estamos contentos porque se evitó una nueva Forestal en la provincia de Santa Fe”.
Otra de las firmantes de esa carta, Alcira Argumedo, felicitó al presidente “por la expropiación de la empresa Vicentin” y agregó que “la participación de YPF Agro en las exportaciones cerealeras y oleaginosas permitirá controlar la veracidad de las declaraciones juradas de las corporaciones y frenar en parte la impunidad de las estafas al fisco”.
Otro dirigente del espacio de centro-izquierda aliado al Frente de Todos, Pino Solanas, remarcó que el presidente anunció “una medida histórica: intervenir la empresa Vicentín” y opinó que “es un paso trascendental a partir del cual el Estado podrá impulsar la soberanía alimentaria, exportación de granos y garantizar continuidad de miles de puestos de trabajo”.
También celebraron la medida en sus redes sociales dirigentes locales como los concejales Eduardo Toniolli (PJ), Susana Rueda (PS) y Juan Monteverde (Ciudad Futura).
Cambiemos mira a Venezuela
Desde el macrismo, las repercusiones sobre la intervención de Vicentín fueron diametralmente opuestas. El diputado nacional del PRO-Cambiemos Luciano Laspina fue el primero en expresarse: “Tengo algunas dudas sobre la expropiación de Vicentín a la luz del antecedente de YPF, que nos costó 8000 millones de dólares y un juicio por 13 mil millones en Nueva York, y aún esperamos los beneficios. Por ahora solo tenemos que pagar el barril criollo más caro para que no pierda Plata. Y hoy vale el 15% de lo que costaba cuando se estatizó”.
“No abro juicio aún sobre la expropiación de Vicentín”, siguió Laspina. “Solo aviso que ahora las millonarias deudas pasan a ser de todos los argentinos que pagan impuestos. Las ganancias futuras, ya veremos”.
Su compañera de bloque, la diputada nacional Gisela Scaglia (también representante de la provincia de Santa Fe), criticó que “Alberto Fernández ya empezó a construir el relato para justificar la intervención de Vicentín pero no hay discurso que modifique el significado de una palabra tan fuerte como expropiación”.
“La cuarentena no puede cegarnos: default, expropiación de empresas privadas, emisión monetaria desenfrenada, la brecha del dólar. Decían que volvían mejores, parece que volvieron por todo. Dice Alberto Fernández que los santafesinos estamos contentos con la expropiación, ¿dónde?, ¿quiénes? Que venga a conversar con los productores agropecuarios como lo hago yo diariamente, no encontrará ni a uno. Más que alegría los productores tienen miedo e incertidumbre”, cerró Scaglia.
El ex candidato a gobernador por Cambiemos, José Corral, opinó que la expropiación de Vicentín “es una avanzada kirchnerista contra el campo”. Y agregó: “Todos sabemos que la intervención del kirchnerismo en las empresas públicas ha demostrado que sólo trae corrupción y deudas millonarias que después terminamos pagando todos los argentinos”.
Corral remarcó además que las dificultades y problemas financieros de Vicentín “tienen solución en el marco del derecho. La empresa está en un proceso de concurso; tiene que honrar su deuda, y tiene capital para hacerlo y hay varias empresas interesadas en invertir y capitalizarla”.
En tanto, el diputado nacional de la UCR-Cambiemos Luis Petri (de la provincia de Mendoza) afirmó que la “expropiación de Vicentín es un muy mal mensaje que da el gobierno, una pésima salida en términos de confianza para generar inversión en un momento en que la economía necesita certezas, el gobierno gira a la Venezuela”.
“Esto no es un rescate –opinó Petri–, esto es tomar por asalto una empresa privada, había otras alternativas menos conflictivas, en momentos de parálisis económica producto de decisiones estatales, más que una invitación a venir a invertir al país y es una puerta de salida”.
En una línea similar se manifestaron los Jóvenes PRO de Buenos Aires: “¿Argentina camino a ser Venezuela? El presidente Fernández, el ministro Kulfas y la senadora Fernández Sagasti anunciaron la expropiación de la empresa agroexportadora Vicentín, una de las más grandes del país”. Y cuestionaron además el argumento del gobierno que explica la medida en la necesidad de recuperar soberanía alimientaria.
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