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Agrotóxicos fatales

Vivir en pueblos fumigados casi triplica las posibilidades de morir de cáncer en hombres jóvenes

Un estudio científico demuestra que la mortalidad por cáncer en pueblos fumigados puede llegar a ser 2,7 veces mayor que en el resto del país, para hombres menores a 44 años (casi 2,5 veces en mujeres)


Fuente: www.pausa.com.ar

Después de 13 años de trabajo en el territorio, organizando campamentos sanitarios en localidades rurales de la provincia como instancia final de carrera para el egreso de las y los médicos de la Universidad Nacional de Rosario, el Instituto de Salud Socioambiental publicó resultados de sus investigaciones en la revista Clinical Epidemiology and Global Health, confirmando en cifras que habitar en pueblos fumigados multiplica las posibilidades de tener cáncer.  

Para el trabajo, se analizaron los datos de ocho localidades del área agroindustrial de la provincia, obtenidos mediante encuestas sanitarias realizadas por estudiantes del último año de la carrera de medicina. Fueron evaluadas un total de 27.644 personas, que representan el 68% de la población total de Acebal, Arteaga, Chabás, Luis Palacios, San Genaro, Sastre, Timbúes y Villa Eloísa.

Estas localidades fueron seleccionadas para el estudio debido a su intensa actividad agrícola, ya que hasta el 80% de la superficie que las rodea son destinadas a la producción de cultivos asociados a pesticidas.

El estudio “Cancer incidence and death rates in Argentine rural towns surrounded by pesticide-treated agricultural land”, realizado por los investigadores Damián Verzeñassi, Alejandro Vallini, Facundo Fernández, Lisandro Ferrazini, Marianela Lasagna, Anahí J. Sosa y Guillermo E. Hough, demostró que la incidencia de cáncer en la población de las ocho localidades fue significativamente mayor en comparación a la población general.

El estudio evidencia que en la población joven (15 a 44 años) la probabilidad de morir por cáncer es 2,48 (mujeres) y 2,77 (hombres) veces mayor en estas localidades en comparación con el resto del país.

También, es más fácil morir de cáncer que de otra cosa. El porcentaje de fallecimientos por cáncer cada 100 mil habitantes en estas localidades expuestas a pesticidas fue del 30%, mientras que a nivel nacional la cifra fue mucho menor, 19,8%.

Damián Verzeñassi, uno de los fundadores del Instituto de Salud Socioambiental, comentó: “El estudio pone en relevancia no solamente la problemática asociada al impacto que presenta en las comunidades la exposición a plaguicidas, sino la importancia de la construcción de información desde la universidad pública en conjunto con las comunidades que habitan los territorios y expresan en sus cuerpos los impactos del modelo productivo”.

En el texto del articulo se puede leer: “Algunos tipos de cáncer han sido vinculados al uso de ciertos pesticidas, como el linfoma noHodgkin con el glifosato o el  2-4-D con el cáncer pulmón. Sin embargo, explicar la presencia de cierto tipos de cáncer en las ocho localidades estudiantes es difícil, debido a la variedad y amplio espectro de ingredientes y pesticidas utilizados en las proximidades. Hay mucha información bien documentada de que la genotoxicidad incrementada por la exposición crónica a pesticidas, tanto en niños como en adultos puede derivar en diferentes tipos de cáncer, dependiendo del geno y fenotipo de cada individuo”.

Los cánceres más comunes en las ocho localidades, en niveles muy superiores a los del resto del país, son de mama, útero, colon, próstata y pulmón. Es muy destacable en este sentido la incidencia muy superior del cáncer de útero.

El estudio revela que hay 49,2 mujeres jóvenes (entre 15 y 44 años) que murieron por cáncer, cada 100 mil habitantes, en las ocho localidades analizadas. Esa cifra, a nivel nacional, es de 19,9. En el caso de los varones, la diferencia es de 42,5 contra 15,3. Eso quiere decir que, en comparación con el resto del país una mujer de un pueblo fumigado tiene 2,48 chances más de morir de cáncer, cifra que se estira a 2,7 en el caso de los hombres.

El cáncer es además una causa predominante de muerte en los pueblos fumigados. En las mujeres de 15 a 45 años años representa el 49% de las muertes en los pueblos fumigados (contra el 25,1% en el resto del país). En los hombres, ese porcentaje es de 20% y 9,1%, respectivamente. A partir de los 45 años, la diferencia se mantiene. En las mujeres, explica el 27,9% de las muertes en los pueblos fumigados contra el 18,6% en el resto del país. En los hombres, esos porcentajes son de 31,8% y 20,8%, respectivamente.

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