Alegrías, emociones y tristezas. Sin dudas el 2014 de Rosario Central entregó todas estas sensaciones. El triunfo en los clásicos, volver a jugar un torneo internacional luego de ocho años, las elecciones y la desazón que generó la derrota en la final de la Copa Argentina. Central pasó por muchos estados de ánimo y, fiel a su historia, el año donde cumplió 125 años de vida estuvo lleno de condimentos.
La primera parte del año fue sin dudas la mejor: un buen torneo local, con triunfo clásico incluido, llevó al equipo a consolidarse nuevamente en Primera y, de yapa, lo catapultó a volver al ruedo internacional. El torneo Final fue bueno.
En la segunda parte del año estaba todo dado para que sea una extensión del primer semestre; sin embargo el equipo no tuvo un buen rendimiento y si bien encolumnó la tercera victoria consecutiva ante Newell’s, el final fue todo tristeza por la caída ante el Globo en lo que hubiera sido volver a gritar ¡Campeón! luego de 19 años. El torneo de Transición fue muy malo.
Final de un ciclo
Tras la derrota por la Copa llegó el final del ciclo de Miguel Ángel Russo como entrenador.
Un período que, más allá de que no se quedó con los laureles en el trascendental partido que se disputó en San Juan donde había más de 20 mil canallas en la tribuna, fue positivo. Principalmente por: el ascenso, los clásicos y la clasificación a la Sudamericana.
Un año electoral
Claro que el 2014 no solamente transcurrió en un terreno de juego. Hubo elecciones y lo bueno fue que el socio volvió a vivir la democracia y las distintas agrupaciones que pugnaron por el poder demostraron una madurez política que rara vez se vio en un club tan politizado, desde hace años, como el Canalla.
El año de Central tuvo mucha vorágine y ya terminó. El 2015 asoma con un condimento muy particular: en el banco de suplentes estará sentado el Chacho Eduardo Germán Coudet, uno de los últimos ídolos como jugador pondrá en juego su idolatría dirigiendo al plantel profesional del Canalla.
La mayor tristeza del año la tuvo en San Juan ante el Globo
Sin dudas la Copa Argentina terminó siendo la mayor desazón que tuvieron los canallas en 2014. Es que la expectativa que generó llegar a la final y poder alcanzar un título luego de 19 años fue inconmensurable. Pero la derrota ante Huracán fue un duro golpe para todo el pueblo centralista, en especial para los más de 20 mil hinchas que viajaron a San Juan.
El equipo de Miguel Ángel Russo recorrió el camino hacia la final con contundencia y dando pasos muy firmes.
El debut en la competencia fue ante Juventud Unida Universitaria de San Luis, un equipo muy inferior que milita en el torneo Argentino A, y el Canalla se sobrepuso con autoridad al ganar 3 a 1.
La estación siguiente fue Tigre, y el equipo de Russo le ganó por la mínima diferencia.
Allí vino River, pero el Millonario solamente jugó con un solo titular y eso sin dudas le facilitó la cosa al Canalla. Pero no fue sencillo, ya que logró la clasificación recién por la definición de penales.
La semifinal fue apabullante: 5 a 0 a Argentinos, que no pudo ponerse como escollo a pesar de la presencia de Juan Román Riquelme.
La goleada en la previa y el rival de la final pusieron al Canalla el mote de candidato para quedarse con la copa y cortar la sequía de títulos. Sin embargo, el equipo de Russo no jugó bien y si bien los minutos reglamentarios terminaron en parda terminó sufriendo y quedándose sin nada en los penales.
La Copa estuvo muy cerca, pero no haberla obtenido fue sin dudas el mayor golpe de este año que termina.
Se acrecentó la paternidad
Abril y octubre quedarán como los meses más importantes del año que tuvo el Canalla.
Es que allí se jugaron los dos clásicos de este 2014 y ambos terminaron con victoria de Central.
El primero se disputó en el Parque, y el equipo de Russo llegó como punto. Newell’s llegaba como favorito; sin embargo el entrenador auriazul confeccionó un planteo que alcanzó la perfección.
El único gol del encuentro llegó en el amanecer del complemento. Rafael Delgado tomó la pelota en su propio campo e hilvanó una muy buena jugada para luego habilitar a Franco Niell que definió tras la salida de Nahuel Guzmán.
En octubre, Central estuvo nuevamente de fiesta y esta vez ante su gente. Niell, que se volvió a vestir de verdugo rojinegro, y Nery Domínguez marcaron los dos tantos para que el Canalla se imponga nuevamente en el derby de la ciudad.
Con las dos victorias que consiguió el equipo de Miguel Ángel Russo llegó a tres alegrías consecutivas ante el clásico rival.
Los socios se inclinaron por el cambio y se impuso el Foro
Uno de los hechos destacados que tuvo Central fue el acto eleccionario que se llevó a cabo el primer domingo de octubre. Allí, tres listas se presentaron como opción para los socios: Somos Canallas, Foro Canallas Unidos y 125º Aniversario, Raza Canalla.
Más de 10 mil socios se volcaron a las urnas y terminaron optando por la opción del cambio. El Foro con Raúl Broglia como presiden-te apabulló al oficialismo y cosechó 6.300 votos sobre los 3.717 de la lista que llevaba a Hernán Marty como principal candidato y que apoyaba Norberto Speciale. En tanto que Raza, con Gonzalo Belloso sumó 572 voluntades. Dos días más tarde, en un tras-paso que hacía mucho que no se daba en calle Mitre (la última vez había sido de Víctor Vesco a Pablo Scarabino), Speciale le entregó oficialmente a Broglia las llaves del club.
Año con roce internacional
El 2014 también quedará como el año en que Central volvió a jugar un torneo internacional. Luego de ocho años de ausencia, Miguel Ángel Russo llevó al equipo a disputar la Copa Sudamericana. La estadía canalla en la competencia duró poco. Es que el rival fue Boca y terminó pesando su historia copera por encima de las ganas del conjunto auriazul. Fue 1 a 1 en el partido de ida que se jugó en el Gigante; pero en la vuelta, en La Bombonera, terminó de rodillas al caer por 3 a 0. La experiencia copera no resultó siendo la que el pueblo auriazul esperaba, pero haber vuelto a jugar en el plano internacional después de mucho tiempo fue importante.