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La vida en circos

Virginia, la rosarina que sorprende y triunfa con sus acrobacias en el mundo

Con su esposo cubano formaron Duo Fusion, un espectáculo donde el balance y el equilibrio son los protagonistas. En sus shows también representan el poder femenino


Ser un artista de circo es encontrar un estilo de vida. Vivir viajando, convivir con muchas personas, aprender, encontrar el amor, formar una familia, entrenarse y entretener a públicos de diferentes culturas. Así al menos es la vida de Virginia Tuells. La rosarina se fue de la ciudad para estudiar el arte circense en Cuba. De allí viajó a México, donde conoció a su esposo. Tienen una beba de casi dos años, residen en Estados Unidos y son los hacedores del espectáculo Duo Fusion, que es éxito en cada exhibición.

Virginia tiene 39 años. Cuando estudiaba el profesorado de Educación Física se dio cuenta de que quería estudiar circo. En Rosario no había ningún instituto especializado, y por eso se fue primero a Brasil para formarse. Volvió, y enseguida llamó por teléfono a una escuela en Cuba. Sin pensarlo mucho, decidió emprender viaje a la isla sin saber con qué se iba a encontrar. Estuvo seis meses instruyéndose y le ofrecieron un trabajo en ciudad de México. Allí estuvo  un año y, además, conoció a su actual esposo, el cubano Giovani Pérez.

Ya juntos, pero en diferentes shows, se fueron a trabajar a Cancún durante tres años. En 2007 pasaron a Estados Unidos. Trabajaron primero en el circo Vázquez. Después, en el Ringling Bros. & Barnum & Bailey, un nombre tan largo como la formación de vagones –de un kilómetro y medio– con la que recorrió hasta hace dos años todo el territorio estadounidense.

Virginia y Giovani querían pasar más tiempo juntos, y encontraron la manera perfecta: crear su propio espectáculo. Se llama Duo Fusion, un show que se apoya en las destrezas del equilibrio y el balance. “Es un concepto diferente, yo lo cargo a él y eso es una sorpresa para el público, porque mi contextura es chica. El espectáculo gustó un montón, por suerte, y nos contrataron”, explicó la rosarina.

Al cabo de 10 años de giras por todos los estados de Estados Unidos, trabajos en un crucero por el Caribe, en Europa y en la sala Queen of the Night del Paramount Hotel en Times Square de Nueva York, nació Sofía. La pequeña compartió desde sus primeros días la vida nómade y artística de sus padres: viajes y juegos entre acrobacias.

En los meses de embarazo, la pareja se mudó a la ciudad de Orlando, en Florida. Giovani comenzó a trabajar en Walt Disney World y Virginia disfrutó de su panza. Pero nunca dejó de entrenar. Eso le permitió regresar sin esfuerzo al trabajo. Cuando Sofía cumplió tres meses, ya estaban viviendo en Nueva York y trabajando en  Big Apple Circus.

El derrotero de los dos continúa en octubre en Londres. Y cerca de la navidad, en Suiza.

Este 2019 participaron del famoso programa de televisión American’s Got Talent. “Ya nos habían llamado un par de veces, pero no podíamos y además no sabíamos cómo iban a editar nuestra historia. Hay veces que te dejan bien parados, y otras que no tanto”, admitió los reparos Virginia. “La verdad es que la experiencia fue buena, yo quise mostrar la lucha y el poder femenino. Las mujeres podemos hacer todo, ese es el mensaje que proyecta nuestro show. Siempre fue así, entre nosotros hay igualdad, por eso a veces Giovani me carga a mí y otras yo a él”, completó.

La pareja tuvo propuestas para trabajar en la Argentina, de la mano de Flavio Mendoza. Por ahora no tienen previsto volver al país a vivir. Sólo de vacaciones, para disfrutar de la familia de Virginia y de la ciudad que tanto quiere.

 

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