“Yo quiero hablar con (Omar) Perotti y después lo haré con (Marcelo) Sain también para pensar exactamente cuál es el mejor de los escenarios para trabajar”, dijo antes de prestar juramento el flamante ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández. “No quiero andar aventurando y sacando conjeturas de lo que no se conoce finito”, agregó sobre el escenario de violencia en la provincia de Santa Fe. El primer encuentro se concretó este lunes. El segundo, con el actual titular del Organismo de Investigaciones del Ministerio Público de la Acusación, estaba previsto para el mismo día pero se reprogramó para el próximo jueves, a las 15.
Las declaraciones de Fernández sorprendieron, hasta el punto de interpretar, algunos, que el funcionario nacional no estaba al tanto de que Sain ya no era su homólogo en Santa Fe, y que la cartera de Seguridad en la provincia la ocupa ahora Jorge Lagna. Pero no, la intención es intercambiar información con el criminólogo al que, el mismo Aníbal, había encomendado, en 2005 bajo la presidencia de Néstor Kirchner, la creación de una nueva fuerza federal: la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
Perotti se reunió con Aníbal Fernández y coincidió en que “no se puede permitir impunidad”
El nuevo ministro de Seguridad se refirió en particular a Rosario. “Es un tema muy delicado como para hablarlo en forma preliminar, hay que tratarlo con los responsables para abordarlo y eso vamos a hacer como primer paso”. Uno de esos responsables es el gobernador santafesino. El otro, para Aníbal y de acuerdo a la agenda anunciada, es Sain. Más que Lagna. “Marcelo es un amigo, fue funcionario mío, nos conocemos demasiado, nos reunimos el jueves a las 15”, confirmó Fernández su elección de doble justificación: profesional y personal.
Lagna acusó recibo y no se inmutó a la espera de su turno. “Estamos con muchas expectativas. (Aníbal) conoce parte de mi equipo y a Sain porque cuando se creó la PSA estaba como ministro”, concedió sobre las prioridades de la agenda de su par nacional.
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