La Cámara de Senadores de la Nación aprobó ayer un proyecto de declaración en el que expresó su “rechazo” a los hechos de violencia que se registraron en el barrio porteño de Villa Soldati, cuando se intentó desalojar por la fuerza a un grupo de familias que habían ocupado terrenos del Parque Indoamericano.
En el texto, consensuado, el Senado rechazó los hechos de violencia y expresó su “profundo pesar” por las tres muertes que se produjeron en los incidentes, así como por las decenas de heridos y los enfrentamientos entre vecinos y ocupantes del predio.
La Cámara alta también reclamó el “esclarecimiento de la responsabilidad” sobre la ocupación y sobre las muertes, al tiempo que celebró el “diálogo entre el Estado nacional y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
Finalmente, instó a ambos sectores a la “coordinación y la concreción de políticas en materia de tierra y vivienda para el combate contra la pobreza y la xenofobia”.
Cruces políticos
El titular del bloque de senadores del Frente para la Victoria, Miguel Ángel Pichetto, destacó: “La acción del gobierno nacional, después de 2003, mostró a fuego una voluntad política de nunca, jamás, generar violencia ante una protesta social, entendiendo que todavía tenemos en las fuerzas de seguridad una cultura extremadamente autoritaria y sin preparación en disturbios sociales”.
Pichetto también dijo que no creía “en el hecho espontáneo de Villa Soldati” y consideró que “hubo acción política, sectores que movilizaron, acción dirigida a producir sensación de inseguridad y desestabilización”, tras lo cual señaló a “miserables” integrantes de barras bravas “utilizados para generar estas acciones destinadas a matar”.
Por su parte, el jefe del bloque de senadores radicales, Gerardo Morales, destacó que “no puede haber la más mínima ventaja política, porque de ese modo pierde la gente”, y destacó que “el desafío para los próximos diez años está en garantizar el trabajo digno y la lucha contra la pobreza”.
El peronista disidente Adolfo Rodríguez Saá reflexionó que nadie usurpa un terreno “voluntariamente”; lo hacen “en un alto grado de necesidad” y los “dirigentes políticos deben hacerse cargo de los problemas, solucionarlos y darles la prioridad necesaria”.
La declaración generó algunos roces entre el senador porteño por el Frente para la Victoria, Daniel Filmus, y el salteño del Peronismo Federal, Juan Carlos Romero, quien había mencionado que uno de los líderes de la toma, Alejandro Salvatierra, era un “ex convicto”, y lo señaló por ser puntero del porteño Filmus y del legislador porteño Roberto Nenna.
Por ello, Filmus le respondió duramente diciendo que él nunca había tenido punteros, “salvo para señalar un mapa cuando daba clase”, y le reclamó que si Salvatierra, “después de pagar las culpas, se integra a la sociedad, merece una disculpa suya”.
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