País

Manifestación en tribunales

Víctimas de abusos reclamaron prisión común para sacerdote beneficiado con arresto domiciliario

Raúl Sidders está acusado de abusar de una alumna menor de edad, entre 2004 y 2008, en un colegio privado de La Plata. La asociación "Iglesias sin abusos" se manifestó frente al tribunal platense bajo las consignas: “Cárcel común" y "Basta de privilegios para curas abusadores”


La asociación “Iglesias sin abusos” se manifestó este jueves en La Plata para exigir que continúe en la cárcel un sacerdote acusado de abuso gravemente ultrajante contra una mujer entre el 2004 y el 2008, a quien la justicia le otorgó este lunes el arresto domiciliario.

Se trata de Raúl Sidders, acusado de abusar de una alumna menor de edad, entre 2004 y 2008, en un colegio privado de La Plata.

El sacerdote, de 60 años, fue detenido el 1º de diciembre pasado y 15 días después ordenaron su prisión preventiva con arresto domiciliario, pero como la medida fue apelada ese beneficio no se pudo concretar.

En enero último, la Cámara de Apelaciones ratificó que el sacerdote debía continuar detenido en la Alcaldía de La Plata y ordenó al juez Carlos Crispo, que instruye la causa, “que requiera un rápido y amplio informe médico del cura para determinar si presenta alguna patología” para colocarlo en el grupo de población de riesgo frente al coronavirus.

Una fuente judicial dijo a Télam que “en estos meses, Sidders argumentó una situación de stress”, y a pesar de que los informes periciales determinaron que una domiciliaria no mejorará este cuadro, el fiscal penal Álvaro Garganta adhirió al pedido de arresto domiciliario presentado por la defensa de Sidders y el juez de Garantías número 6 de La Plata, Agustín Crispo, ordenó el arresto domiciliario del sacerdote.

Durante la protesta, que se realizó en La Plata frente a donde funcionan los tribunales penales, víctimas de abusos de sacerdotes reclamaron “Cárcel común” y “Basta de privilegios para curas abusadores”.

Sidders está detenido por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante por su duración en el tiempo y circunstancias de realización contra una mujer que denunció haber sido abusada por el sacerdote entre el 2004 y el 2008, cuando la víctima tenía entre 11 y 14 años y asistía al establecimiento.

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