Policiales

Estafas en pandemia

Víctima del cuento del tío entregó 100 mil dólares y 100 mil pesos en la plaza Pringles

Tiene 93 años y este lunes cayó en el ardid de que los billetes iban a perder valor por ser viejos. Los estafadores lo llamaron por teléfono, uno simuló ser familiar y lo convenció de entregar todos sus ahorros. Otro retiró el millonario botín, en plena tarde  

Foto: Franco Trovato Fuoco / imágen ilustrativa.

Un vecino de microcentro, de 93 años, fue víctima de estafadores, quienes lo llamaron por teléfono este lunes y  lo convencieron de darles una cifra millonaria porque los billetes eran viejos e iban a perder valor. El hombre entregó a un desconocido 100 mil dólares y 100 mil pesos en una esquina de la plaza Pringles, de Paraguay y pasaje Álvarez.

De acuerdo con voceros policiales, este lunes cerca de las 15 la central de Emergencias 911 recibió un denuncia de un hombre, de 93 años, quien relató que minutos antes había entregado todos sus ahorros a un desconocido, ya que había sido víctima del cuento del tío. Esta modalidad creció de manera exponencial y tiene en jaque a los adultos mayores, ya que están más tiempo en sus viviendas y sin la compañía de sus familiares debido al aislamiento obligatorio dispuesto para prevenir la expansión de la pandemia del Covid -19.

El hombre, quien vive en inmediaciones de Paraguay al 700, agregó que este lunes recibió un llamado telefónico de una persona que se hizo pasar un familiar y lo convenció de juntar todo el efectivo que tenía entre dólares y pesos porque los billetes, iban a ser reemplazados y estaban por perder valor. El hombre junto sus ahorros y pasado el mediodía se encontró en la esquina de la plaza Pringles con una persona –cuyas características habían sido aportadas por el falso familiar–.

El desconocido, sin usar violencia,  tomó los 100 mil dólares y los 100 mil pesos y desapareció de la cuadra de Paraguay y pasaje Álvarez.

Cuando el hombre se dio cuenta del ardid, llamó al 911 y a pesar de que los uniformados patrullaron la zona no dieron con los estafadores.

La víctima tuvo que ser asistida por personal del Sies, ya que se descompensó, describieron las fuentes relacionadas al caso.

Recomendaciones del Ministerio de Seguridad

El secretario de Seguridad Pública de la provincia, Germán Montenegro, fue el encargado de brindar las recomendaciones a la ciudadanía para evitar ser víctimas del cuento del tío en el marco del aislamiento obligatorio dispuesto por el gobierno nacional desde el 20 de marzo.

El funcionario brindó una serie de advertencias que fueron difundidas en un comunicado el 13 de mayo pasado y que recordaremos en esta oportunidad.

El cuento del tío es un tipo de estafa, en la que los estafadores engañan a sus víctimas con el fin de robarles dinero. El auge de ventas telefónicas y transacciones por internet, más aún en épocas de aislamiento obligatorio, puede ser una oportunidad ideal para estas trampas.

“Por lo general, se hacen pasar por un familiar, una empresa, banco o personal de gobierno para extraerles información sobre sus cuentas bancarias o incluso para ingresar a las viviendas”, indicó Montenegro.

El funcionario del Ministerio de Seguridad enfatizó la necesidad de “nunca aportar datos por teléfono, ni propios ni nombres, domicilios ni números de teléfono de familiares. Y sobre todo, nunca comunicar números de tarjetas de crédito o claves bancarias (home banking)”.

“Siempre ante la duda, corten y llamen al 911”, remarcó Montenegro.

¿Cómo evitar estafas telefónicas o por internet? Modalidades:  

Correo electrónico o por Whatsapp.

Los malintencionados envían información o mensajes que pueden parecer de fuentes confiables, empresas telefónicas, organismos estatales u organismos oficiales. Los mensajes pueden incluir archivos adjuntos o enlaces que descargan un virus informático en celulares o computadoras. De esta forma, los delincuentes  se apropian de información personal, contraseñas o datos bancarios.

 Estafas a propósito del Covid-19.

La pandemia puede ser una oportunidad para las organizaciones cibercriminales. Algunos intentan obtener acceso a las cuentas de sus víctimas simulando ser asistentes que los ayudarán a cobrar los presuntos bonos o beneficios del Gobierno Nacional u otras ayudas económicas. El requisito, dicen, es aportar su número de DNI y acceso a su cuenta de banco.

Además, están los mensajes que ofrecen una improbable “ayuda alimenticia” de supermercados del país por motivo de cuarentena.

Otros ardides incluyen falsos bancos que actualizan datos para postergar cobros de deudas.

Los argumentos de estos engaños son amplios. Acceso gratis a Netflix, GB gratis para navegar por internet, cobros de servicios, recargas gratuitas en la tarjeta de transporte Sube.

El cambio de dólares “viejos” por billetes “nuevos” es una treta que se volvió a poner en marcha.

Llamados telefónicos: Las llamadas nocturnas se aprovechan de la somnolencia de la víctima y del efecto sorpresa.

En estos casos pueden hacerse pasar por bancos, empresas de telefonía, del Ansés o empresas que asignan premios.

Otros fraudes y estafas incluyen la simulación de identidades de amigos o familiares que quieren “devolver” dinero con la finalidad de ingresar en los domicilios.

Los llamados con advertencia de un pariente secuestrado, la exigencia del pago de un rescate son engaños que generan gran alarma entre sus víctimas.

¿Qué hacer ante estos llamados?

  • Cortar y llamar al 911.
  • Nunca brindar datos personales, de tarjetas de créditos o cuentas bancarias.
  • Los organismos públicos no se comunican telefónicamente para ofrecer subsidios. Tampoco ofrecen asesoramiento pago para la gestión de subsidios. La gestión es gratuita y personal en la entidad bancaria.
  • Si el llamado comunica un premio, cortar y cotejar con la entidad en cuestión.
  • No gestione créditos en los cajeros automáticos, ni transfiera dinero a desconocidos.
  • No brinde a terceros las claves de acceso al cajero o al home banking.
  • En caso de los secuestros virtuales, recuerde que se trata de una estafa. Corte, denuncie al 911 y llame a su familiar para verificar que esté bien.
  • En el domicilio: los criminales pueden simular que son empleados de empresas de servicios públicos. Si usted no llamó para acordar una entrevista no abra la puerta. Algunas bandas más organizadas montan verdaderas puestas en escena. Por eso es importante recordar: nunca abrir la puerta a extraños.

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