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Vicisitudes de un hombre sin nombre ni pasado

Una víctima de un terrible choque llega a un pueblo chico donde entre lugareños ingenuos, policías y mafiosos caricaturescos será parte de una trama enrevesada entre el humor y la violencia y llena de giros insospechados mientras se juega su supervivencia (y piensa si es merecida) y su futuro


Finalmente 2022 abre con algunas buenas propuestas de series o, cuanto menos, rescatables o atendibles. Una de ellas, y quizás hasta ahora la más sorprendente, es The Tourist, una coproducción que atraviesa Estados Unidos, Inglaterra y Australia, con popes de la producción televisiva detrás como HBO y la BBC, cuyos estándares creativos, en general, se alejan gratificantemente de la pobre media impuesta por el monstruo de Netflix.

Detrás de The Tourist están los guionistas y productores británicos Harry y Jack Williams, un equipo de hermanos que ya cuenta con buenas series como Fleabag y One of Us, entre otras diversas realizaciones de su compañía productora. A la cabeza del reparto, sorprende un Jamie Dornan que logra sacarse de encima la triste sombra del bochorno anacrónico de Las sombras de Grey.

Pero si de actuaciones se trata, aquí los laureles se los lleva la enorme Danielle McDonald, que compone a un personaje capaz de crecer y transformarse mágicamente ante nuestros ojos dándole una luz insospechada al relato.

El desierto australiano, el gran protagonista

La larga secuencia que sirve de apertura a The Tourist es claramente una cita o un homenaje  a Reto a muerte (Duel) de Steven Spielberg. El punto de inicio es exactamente el mismo: un hombre solo (y del que nada sabemos, un punto crucial) viaja en la ruta atravesando un paisaje desértico y sin explicación aparente un gran camión (cuyo conductor nunca veremos) comienza  perseguirlo con tenacidad para matarlo.

La persecución llevada a cabo por el enorme monstruo mecánico tiene lugar en el alucinado escenario que servirá de marco a todo el relato, el desierto australiano, y que será uno de los grandes protagonistas de la serie. Un espacio casi fantástico, de colores rojizos que parecen de otro planeta y habitado por insectos peligrosos y animales singulares, como esos canguros que siempre se mencionan como una amenaza nocturna para los conductores pero que nunca se verán.

Sin embargo, esta lograda gran cita inaugural que amenaza incluso con la sombra del plagio o la de una suerte de remake, es aquí, apenas, el comienzo de esta absorbente historia. A los pocos minutos, el perseguidor logrará su objetivo produciendo un choque en apariencia fatal para su víctima. Sin embargo, este atentado no termina con la muerte, sino que el conductor logra sobrevivir, pero arrastrando desde allí un pequeño problema que será el motor de toda la trama: ha perdido totalmente la memoria.

No sólo no sabe qué hacía allí, sino que incluso no tiene ni idea de quién es. En torno a este hombre sin nombre ni historia, se irá deshilvanando una trama conspirativa mientras los cadáveres se acumulan brutalmente a su paso.

El tono de la serie remite, indefectiblemente, a cierto cine de la década del 90, especialmente a algunas películas de los hermanos Cohen como, principalmente, “Fargo”.

El pueblo chico, lxs lugareñxs ingenuxs, los policías que vienen de la ciudad, los mafiosos caricaturescos, el humor y la violencia, y una trama enrevesada llena de giros y descubrimientos insospechados producen un guiño con respecto a aquellas películas, pero sí, con un aire nuevo y, podría decirse, menos burlón y menos cínico. Allí donde los Cohen se posicionaban cínicamente frente a muchos de sus personajes hasta ridiculizarlos, en The Tourist hay otro tipo de amabilidad con ellos, e incluso, de cariño.

Así lo muestra claramente el gran personaje de la serie, Helen Chambers (Danielle McDonald), la en principio ingenua y torpe policía de pueblo, muy cercana al chiché, pero que irá sufriendo una bella transformación hasta apropiarse del relato completo.

Western, road movie y policial en logrado tono de comedia

The Tourist, en plena consonancia con aquel cine señalado de hace algunas décadas, juega eficazmente con la forma del pastiche y la subsiguiente mezcla de géneros. Hay elementos de western, de road movie, de policial, y todo con liviano y muy logrado tono de comedia que es quizás el mayor encanto de la serie.

Graciosa y absorbente en sus sofisticados juegos autoconscientes, la serie sin embargo apuesta por un progresivo acercamiento sensible a sus personajes principales que le dará, sobre el final, un nuevo vuelo dramático, quizás insospechado hasta ese momento. La distancia dada en la ironía finalmente se quiebra y deja surgir, con cierta ternura, un fondo dramático de ribetes ásperos.

No es fácil referir aquí a las peripecias que arrastran al relato sin adelantar cuestiones esenciales, dado que nos ubicamos en el lugar de este personaje sin nombre ni pasado que deberá descubrir a duras penas por qué es el blanco permanente de intentos de asesinato y de persecución policial, y por qué los cadáveres se apilan a su paso de forma inusitada.

Todo para él puede ser una farsa. Ya que nada recuerda de sí, nada sabe tampoco de lo que sucede a su alrededor, ni siquiera si quienes lo rodean son quienes dicen ser. Todo, permanentemente, podría ser un engaño y una mascarada conspirativa. Su único apoyo, es la policía Helen Chambers, quien encontrará en esa relación un camino para romper con las determinaciones denigrantes de su vida y de su rol siempre secundario.

Allí, en medio de toda esa delirante comparsa de personajes excéntricos, gangsters de caricatura y policías corruptos, para el hombre sin nombre no sólo se juega su supervivencia y su posible futuro, sino, y principalmente, su pasado y su identidad. No se tratará, ya en cierto punto, de cómo sobrevivir, sino por el contrario de si tal cosa es merecida.

Si bien The Tourist no deja de atrapar con sus idas y vueltas y con su tono humorístico, es cierto que sobre el final hay ciertas torpezas narrativas que lastiman un poco al conjunto (no cabe enumerarlas para no descubrir los hechos). Sin embargo, el resultado total dado en sus seis episodios no se daña por completo, y en el desenlace, el chiste se vuelve serio pero sin ponerse solemne, y lo que era un juego se desarma drásticamente para tensar la cuerda y dejar flotando una difícil cuestión en torno a la posibilidad (o a la imposibilidad, claro) de la redención.

The Tourist / HBO / 1Temporada

Creadores: Harry y Jack Williams

Intérpretes: Jamie Dornan, Danielle McDonald, Shalom Brune-Franklin

 

 

 

 

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