Este martes 25 de agosto vence el plazo para la verificación de créditos en el marco del concurso de acreedores de Vicentin, causa que tramita el juez de Reconquista Fabián Lorenzini. Allí se determinará cuál es la deuda total de la empresa oriunda de Avellaneda, aunque se trata de un proceso largo porque una vez cerrado ese plazo comienza la tarea de los síndicos, que se va a extender hasta mediados de noviembre.
El conjunto de acreedores de Vicentin –empresas, bancos, cooperativas y organismos públicos nacionales, provinciales y locales– esperan con ansiedad la próxima etapa del concurso, en la cual se van a verificar los reclamos contra la cerealera y se va a pasar en limpio el pasivo, que según las primeras estimaciones oscila los 100 mil millones de pesos. El monto final surgirá del propio concurso que tramita el juez Lorenzini.
Una vez verificados los reclamos, se abre un plazo durante el cual la empresa puede impugnar determinadas presentaciones o realizar correcciones sobre los montos. Después de eso, los síndicos –Carlos Amut, Ernesto García y Diego Telesco– tienen que elaborar un informe general sobre la situación patrimonial y las deudas de la empresa. Ese proceso se completaría recién a mediados de noviembre, siempre que no surjan problemas en el camino.
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Uno de los principales acreedores de Vicentin es el Banco Nación, que en la última etapa de la gestión de Mauricio Macri le prestó a la empresa unos 18 mil millones de pesos: casi el 20% del total del pasivo de la empresa. Otros organismos públicos –como la Afip y la API– también forman parte del concurso de acreedores, del mismo modo que los proveedores y las entidades financieras que en su momento hicieron negocios con Vicentin.
La semana pasada, los principales acreedores de Vicentin le pidieron a la Justicia provincial que autorice una auditoría forense para determinar los motivos del colapso de la empresa, que a fines de 2019 se declaró en “estrés financiero” y entró en default. El pedido fue presentado ante el juez Lorenzini, quien tiene en sus manos el concurso de acreedores.
La auditoría forense es un proceso que involucra conocimientos criminalísticos, contables, jurídicos, procesales y financieros y se utiliza generalmente en causas judiciales por fraude o malversación de fondos.
El pedido fue presentado por los principales acreedores de Vicentin: el Banco Nación, los bancos extranjeros IFC y FMO y la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA). Entre los cuatro reúnen la mitad de la deuda total de Vicentin.
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La auditoría solicitada por los acreedores deberá incluir un análisis exhaustivo sobre el grupo económico, sus flujos de caja y sus operaciones de exportaciones, entre otros. También pidieron un inventario de mercaderías y que se levante el régimen de confidencialidad para poder acceder a los correos electrónicos de los directores de Vicentin.
“Las conclusiones (de la auditoría) servirán de apoyo también a una decisión si corresponde o no el desplazamiento íntegro del directorio de Vicentin”, señalaron los acreedores en la presentación ante el juez Lorenzini. La muerte del CEO de la empresa Sergio Nardelli, dos semanas atrás, parece acelerar los tiempos del recambio de directivos.
Los actuales integrantes del directorio ya anticiparon a los accionistas de la empresa su decisión de dar un paso al costado. Se especula que durante la próxima asamblea de accionistas se concretará el recambio en la conducción de la empresa, mientras el juez del concurso todavía tiene que decidir sobre la presentación de la Inspección General de Personas Jurídicas de la provincia por la cual se pidió –precisamente– la intervención del directorio.
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