Una ciudad prácticamente desértica. Pocas personas pudieron observarse este viernes en las calles de Villa Gobernador Gálvez. Algunos circulando con sus palas, carretillas y demás elementos de trabajo, otros disfrutando de una refrescante bebida al reparo del intenso sol que pueda brindarle un árbol. Sin embargo, quizás las altas temperaturas no sean la principal causa de este fenómeno. Es que, luego de cuatro días sin servicio de recolección de basura, la vecina localidad despertó con un particular aroma.
Recolectores de residuos de la ciudad situada al sur de Rosario continuaron hoy con el reclamo iniciado el pasado martes, solicitando un incremento salarial y la regularización de su situación laboral.
“Desde octubre que nos prestamos al diálogo y se nos viene pateando el reclamo. En un momento nos habían prometido la regularización, pero esperamos mucho tiempo y nos cansamos. Hay gente cobrando 1.500 o 1.800 pesos en cuotas y la situación es que, si no te gusta cómo funciona, te sacan y ponen a otro, total no hay ninguno que esté efectivo”, revelaron a El Ciudadano los trabajadores que mantienen un reclamo con neumáticos frente al portón del predio donde se encuentran estacionados los camiones de recolección.
Asimismo, expresaron su repudio contra la gestión del actual intendente Pedro González y lo acusaron de mandar “patovicas armados” para presionar a los trabajadores. “La gente del intendente nos vino a amenazar con armas y nos dijeron que nos iban a agarrar a los tiros si no nos íbamos. Nosotros ya no les tenemos más miedo. Si nos tenemos que matar entre compañeros, lo vamos a hacer. Hay que defender los puestos de trabajo”, expresó furioso uno de los trabajadores. “La única respuesta que tuvimos por parte de las autoridades es el apriete”, agregó.
Por otro lado, los recolectores manifestaron no sentirse representados por el sindicato al que se encuentran afiliados y dicen sentirse más cercanos al gremio de camioneros de Rosario. Por tal motivo, pidieron la intervención de su secretario general, Marcelo Andrada, para dialogar con el actual jefe comunal e intentar destrabar el conflicto.
“Desde el sindicato no avalan nuestro reclamo. Dicen que lo que hacemos es ilegal. Básicamente la respuesta que nos dan es que nos quedemos con los brazos cruzados y nos dejemos pisar la cabeza. Andrada es el único que puede solucionar el conflicto”, revelaron.
En referencia a la situación de los empleados, detallaron que “hay gente que hace más de veinte años que está contratada” y que cuando comparan su sueldo con el de recolectores de otras ciudades, notan que existe una diferencia que excede los 3 mil pesos. “En otras partes de la provincia ganan alrededor de 5 mil pesos, nosotros no llegamos a los 2 mil”, destacaron.
“Esta es una protesta pacífica, no molestamos a nadie. Estamos en nuestro lugar de trabajo reclamando lo que nos corresponde. Vamos a continuar con la lucha y hasta que no haya un arreglo no nos vamos a mover. Por supuesto que queremos trabajar y que la ciudad esté limpia, porque vivimos en ella. Pero bajo estas condiciones es imposible”, concluyeron.
El reclamo también se oyó desde el cementerio
En igual tono, uno de los manifestantes también expresó su descontento con la situación que viven los trabajadores del cementerio de esa ciudad.
“Soy sepulturero hace cinco años. Estamos trabajando sin los accesorios necesarios, agarrando los cuerpos con las manos y sin guantes. Tampoco tengo máscara ni ropa de trabajo. No tengo nada. El problema es que este trabajo es insalubre. De hecho, hemos caído muchas veces en el hospital. Nadie hace nada”, detalló.
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