Policiales

Tiros en la pesada rojinegra

VGG: persiguieron y balearon en las piernas a un barra de Newell’s y a su amigo

El hombre de 40 años es conocido como Gato y los pesquisas investigan si los atacantes lo siguieron cuando salió de los parrilleros del Coloso del Parque, donde habían estado reunidos referentes del paravalanchas leproso. Quedó internado en el Heca con disparo en una de sus piernas


Un barra de Newell’s y su amigo fueron atacados a tiros en los últimos minutos de este jueves cuando se bajaban de un auto en inmediaciones de Bécquer y Pavón de la vecina localidad de Villa Gobernador Gálvez. Las víctimas llegaron al hospital Gamen con disparos en las piernas. Al barra le dicen Gato y los pesquisas indicaron que, en el segundo semestre del año pasado, el hombre tuvo que abandonar su lugar en el paravalanchas por razones “ajenas a su voluntad”. Investigan si los atacantes los siguieron tras salir de los parrilleros del Coloso del Parque donde estaba la barra comiendo un asado.

Según fuentes policiales, este jueves pasadas las 23 Alejandro V., de 33 años, estacionó su auto en inmediaciones en la cuadra villagalvense de Pavón al 3000. Estaba acompañado por Claudio “Gato” Aguirre, de 40 y conocido barra de Newell’s perteneciente a la facción de Javier “Jija” Avejera –detenido en septiembre pasado por el crimen de Jonatan Funes– y el asesinado –en abril de 2018– Ariel “Tubi” Segovia.

Cuando la dupla bajó, pasó un auto; algunos relatos indicaron que era un Chevrolet. El conductor se le puso a la par y uno de los ocupantes abrió fuego. De acuerdo con los testimonios, se escucharon alrededor de 20 detonaciones contra el Gato y su amigo, quienes quedaron malheridos en el lugar, describieron las fuentes.

Las víctimas fueron trasladadas al hospital Gamen, donde le diagnosticaron para Alejandro una herida de arma de fuego en la pierna izquierda con fractura de fémur y rótula. En tanto, Gato recibió impactos en la pierna que le provocaron la fractura de fémur, tibia y peroné. Alejandro quedó en el centro de salud villagalvense mientras que Gato fue trasladado al hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca).

Las víctimas contaron a los uniformados que los atacantes les dispararon sin decir una palabra y agregaron que tras los tiros huyeron del lugar a toda velocidad.

El caso quedó a cargo de la fiscal de Flagrancia en turno María de los Ángeles Granato, quien ordenó medidas al personal del Gabinete de Criminalística de la Policía de Investigaciones (PDI).

Fuentes allegadas a la investigación indicaron que este viernes por la tarde personal de Comando Radioeléctrico patrullaba la zona del Fonavi de Rouillón y bulevar Seguí, en el sudoeste de Rosario, cuando hallaron un Chevrolet abandonado, con las mismas características que aportaron los testigos. Los policías consultaron la patente y saltó que contaba con un pedido de secuestro por robo.

Parrilleros, barras y ataques

“Al Gato lo hicieron a un lado, el Pipi y el Pato, al inicio del último torneo. Anoche capaz fue a pactar para volver o a hacer lío y le fue mal”, dijo un pesquisa experto en el mundo de los barras. Esta hipótesis surgió por algunas versiones que indicaron que los tiradores siguieron al Gato y su amigo, luego de que salieran de los parrilleros del Coloso del Parque donde los referentes de la barra de Newell’s se habían reunido a comer.

Esta no es la primera vez que se produce un ataque a integrantes del paravalanchas leproso a la salida de un asado en los parrilleros: en las crónicas policiales se pueden contabilizar tres balaceras más en tres años, con la diferencia de que éstas fueron fatales.

La primera ejecución fue la noche del 3 de diciembre de 2015: Leonardo David Cesáreo, de 28 años, comió un asado en las instalaciones de Newell’s. Cesáreo y su pareja salieron por el portón 6 en una moto. En ese momento, el conductor de un auto con vidrios polarizados se le puso a la par y, en Presidente Perón y Lagos, un tirador efectuó un primer disparo. La víctima intentó esquivar el ataque pero perdió el control y cayó a la altura de la cortada Emilio Civit. Allí, le efectuaron el resto de las detonaciones, también con un arma calibre 9 milímetros. En el cuerpo de Cesáreo contabilizaron seis impactos en nuca, brazo y tórax.

Frente a la misma puerta 6, el 7 de junio de 2016 dos motociclistas asesinaron de 14 disparos a Matías “Cuatrerito” Franchetti, a unos meses de que asumiera la jefatura de la pesada rojinegra. Cuatrerito estaba al mando en el marco de un entendimiento entre Los Monos y los clanes Ungaro-Funes desde unos pocos meses antes, cuando el heredero de Diego “Panadero” Ochoa –condenado por el crimen de su antecesor Roberto “Pimpi” Caminos–, Nelson “Chivo” Saravia, dio un paso al costado tras ser blanco, tanto él como familiares y allegados, de reiterados ataques a tiros.

El heredero del Cuatrerito fue Maximiliano “Cabezón” La Rocca. El 28 de junio de ese año, Cabezón fue asesinado de media docena de balazos por los ocupantes de un auto en avenida  Pellegrini al 5300: había salido de los parrilleros de la entidad del Parque tras comer un asado con la barra.

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