Un muchacho de 29 años fue condenado a siete años de prisión por una tentativa de homicidio en un inusual hecho donde los agresores se hicieron pasar por empleados policiales. El ataque ocurrió en zona oeste en noviembre de 2018 y la víctima al darse cuenta intentó huir pero fue alcanzada por los tiros. La condena fue dictada este miércoles por el juez Facundo Becerra luego de homologar un acuerdo abreviado presentado por las partes.
Cerca de las 4 del 6 de noviembre de 2018 dos personas vestidas con uniformes de la Policía de la provincia se presentaron en un domicilio en calle Valparaíso al 3700. La víctima identificada como JP se encontraba con sus dos hermanos y los falsos uniformados le exigieron que se pusiera de espaldas contra la pared.
La víctima cumplió la orden hasta que, en un momento, se dio cuenta que no eran empleados policiales y corrió. Según la imputación fiscal los agresores lo persiguieron y Sebastián Emanuel Basso le disparó en varias oportunidades. Algunos de los plomos impactaron en la cabeza y las piernas de la víctima, quien cayó y fue trasladada por allegados hasta el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) donde logró recuperarse de las lesiones recibidas.
El ataque fue alertado al 911 y personal policial llegó al lugar. Tras una ronda por la zona dieron con uno de los sospechosos, se trataba del ahora condenado.
Esa madrugada, Basso fue detenido e imputado por los delitos de tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, resistencia contra la autoridad calificada, usurpación de autoridad, títulos u honores y portación ilegítima de arma de fuego, la utilizada en el hecho y otra que se le había secuestrado en un hecho anterior ocurrido en Patagones y Biedma en julio de ese año cuando fue detenido por personal de Comando Radioeléctrico. En esa oportunidad, llevaba un revolver calibre 32 entre sus ropas, contó la fuente fiscal.
Este miércoles en una audiencia de procedimiento abreviado la fiscal Marisol Fabbro junto al defensor oficial Martín Riccardi presentaron un acuerdo que fue consentido por el acusado.
Tras evaluar el caso el juez Becerra resolvió homologar el convenio y condenar a Sebastián Emanuel Basso a la pena de 7 años de prisión.
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