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Vereda con regalos para el 24

Jóvenes con síndrome down, que participan de los distintos talleres del Centro de Día Crecer, ponen en venta las creaciones hechas con sus manos. “Con lo recaudado salimos de paseo”, aseguran.

Los jóvenes que asisten al Centro de Día Crecer, de Presidente Roca 1179, salen a la vereda del lugar y venden sus trabajos para los regalos de Navidad. “Aprovechamos la ocasión para que los chicos se incentiven en hacer sus manualidades y para que la gente conozca de qué se trata nuestro trabajo”, comentó a El Ciudadano Alejandra Arrighi, una de las coordinadoras del lugar.

Detrás de la mesa que oficiaba como mostrador estaban los responsables de los anotadores, relojes, imanes de arcilla para la heladera, llaveros y pulseritas con canutillos que ellos mismos realizaron y que ofrecían a cada uno que pasaba por la zona.

En una punta de la mesa se encontraba Hugo, el mayor del grupo de chicos con síndrome down que integra el Centro Crecer. “Huguito es todo un personaje, tiene casi 58 años y es el más parlanchín de todos. Es medio vago para los ejercicios, pero se conoce a todo el mundo y se hace amigo de todos”, comentó Alejandra. En tanto, Hugo, con su gorrita con visera, se hizo el canchero y dijo: “Los chicos tienen muy buena onda, todos hacemos de todo y a la gente le gusta”.

En tanto, mientras la mayoría de los reunidos en la vereda hablaba al mismo tiempo, indicando qué había hecho cada uno, unos números brillaban. Eran los de los relojes que realizaron en base a discos de pasta que una vecina les había donado.

“Acá la gente es muy generosa. Sobre todo en el barrio, que nos conocen desde hace mucho tiempo. Las librerías nos traen material para que trabajemos, los vecinos nos alcanzan cosas que para ellos ya no es útil, pero que nosotros con la mirada del reciclado podemos dar otra forma y uso, y los chicos se sienten muy a gusto trabajando, creando”, expresó Alejandra.

Este Centro de Día Crecer lleva 12 años reuniendo a jóvenes adultos para enseñarles distintas actividades, como manualidades y cocina, entre otros.

Asimismo, en este tipo de ventas a la calle, que vienen realizando en fechas puntuales, como día de la madre, de los novios, del amigo, fechas patrias o similares, se ven reflejados en paseos o diversas actividades que luego los chicos realizan con el dinero obtenido por estas ventas.

“Con los pesos que reunimos en este tipo de ventas hemos realizado varios paseos. Inclusive los chicos han realizado ferias de platos, o té canasta junto a sus familias y lo recaudado se convirtió luego en un paseo especial, o la visita a algún lugar de interés”.

Mientras tanto, los chicos seguían mostrando las cajitas de cartón recicladas con cuadrados de papel de colores y caramelos en su interior, o los imanes para la heladera en forma de flores o peces, al igual que los llaveros con iniciales y las bolsitas para regalos, algunas lisas y otras con dibujos.

“Por suerte, mucha gente sabe de qué se trata nuestro trabajo y sabe que cada una de estas cosas las hacemos con mucho amor y dedicación, es por eso que cada tanto pasa a ver qué ofrecemos y compra los productos ya hechos o bien nos encarga algunos otros. Por ejemplo, ya nos han encargado para los próximos días algunos relojes de colores determinados, así combinan con la decoración de su casa”, comentó alegre la coordinadora de estos nuevos emprendedores.

Los jóvenes seguirán allí hasta el mediodía del 24, ofreciendo una alternativa a los regalos que esperan la medianoche al pie del arbolito. Una buena idea para colaborar y reconocer el trabajo de estos chicos y ganar una sonrisa de los parientes y amigos al darles un regalo.

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