En una resolución de tres carillas, los camaristas Horacio Cattani y Martín Irurzun -con la disidencia de Eduardo Farah- declararon “improcedente” el recurso presentado por el ex funcionario público Gastón Figueroa Alcorta tendiente a la que la Cámara de Casación deje sin efecto la sentencia que había confirmado el rechazo a la prescripción de la causa.
“La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido que la decisión mediante la cual se rechaza un planteo de prescripción no constituye sentencia definitiva ni equiparable a tal por sus efectos”, afirma el voto mayoritario, en tanto Farah sostuvo que el planteo “es susceptible de habilitar la instancia de casación”. El magistrado disidente basa su criterio en “la medida en que se ha planteado el exceso del plazo razonable del proceso, en violación al derecho del imputado a obtener un pronunciamiento definitivo que ponga fin a la situación de incertidumbre que importa el enjuiciamiento penal”.
Al igual que Menem -quien también fracasó en su intento- Figueroa Alcorta reclamaba que se declarase “extinguida” la acción penal por el tiempo transcurrido (prescripción) pero los camaristas entendieron que no correspondía acceder al pedido y dispusieron que la causa continúe su tramitación. La causa se vincula al decreto 2669 dictado a fines de 1991 por el cual Menem autorizó la venta a la Sociedad Rural del predio ferial de Palermo en 30 millones de pesos/dólares en base a tasaciones del Banco Ciudad, aunque posteriores pericias oficiales determinaron que su valor era superior a los 130 millones.
Comentarios