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El día después

Venezuela: Washington amenaza con acción armada contra Maduro y sigue la tensión

Tras el fallido intento sedicioso contra el presidente de del país caribeño, el oficialismo y la oposición liderada por Guaidó llamaron este miércoles a ganar las calles. Estados Unidos intenta forzar la embestida contra el chavismo


Manifestantes en apoyo al presidente Maduro. La oposición también convocó a ganar la calle en Caracas.

El referente opositor de Venezuela Juan Guaidó busca este miércoles elevar la presión en las calles de Caracas contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, tras fracasar su llamado a un alzamiento militar y una revuelta popular contra el mandatario bolivariano.

Guaidó había planteado la marcha del 1° de mayo como “la más grande en la historia” de Venezuela. Lo que ocurrió la víspera puso en dudas esas pretensiones de golpe de Estado contra Maduro: ni la Fuerza Armada, en especial su cúpula, se plegó al alzamiento como preveía, ni la convocatoria a la población civil tuvo el eco deseado.

De todos modos, tanto Maduro como la oposición en cabeza de Guaidó llamaron a demostraciones callejeras en apoyo al gobierno y a los planes de derrocamiento del presidente, respectivamente. Caracas es este miércoles el epicentro de la tensión, aunque las convocatorias se replicaron en otras ciudades.

El movimiento sedicioso, sin embargo, se desinfló el martes a medida que el alto mando militar reiteró lealtad al líder chavista. Veinticinco insurrectos pidieron asilo en la embajada de Brasil en Caracas, mientras Leopoldo López, liberado por los rebeldes de su prisión domiciliaria y con quien Guaidó lideró el levantamiento, se refugió con su familia en la delegación diplomática de España.

Maduro, sobre la noche de un día tenso que puso a Venezuela en la agenda informativa internacional, calificó la insurrección como fracasada y fue por más: dijo que no quedará impune la “escaramuza golpista”.

Guaidó ya se encuentra en la mira de la Justicia venezolana tras haber sido despojado de su inmunidad parlamentaria por la oficialista Asamblea Constituyente, que lo acusa de “usurpar” las funciones presidenciales.

Agenda global

Fuera de Venezuela, se sucedieron las operaciones. El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, afirmó temprano que “Maduro estaba listo para irse y los rusos lo hicieron quedarse”. El asesor de seguridad nacional, John Bolton, le siguió al asegurar que había hablado con el general en jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb), Vladimir Padrino López, con el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno, y con el comandante de la Guardia Presidencial, Iván Rafael Hernández, y que todos ellos “habían acordado con Guaidó transferir el poder de Nicolás Maduro al presidente interino”.

Los acontecimientos a lo largo del martes demostraron la escasez de sustento de esas afirmaciones. El cimbronazo igual existió: miles de personas acudieron para acompañar al Guaidó en la base aérea de La Carlota, en las afueras de Caracas, donde el opositor anunció el levantamiento junto a un pequeño grupo de uniformados.

Hubo disturbios en varias ciudades, con el saldo de un muerto y decenas de heridos, además de decenas de detenidos, de acuerdo al balance de organizaciones de derechos humanos.

Guerra fría sobre el Caribe

Luego de la fallida sublevación, Estados Unidos advirtió al ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, que está ante la “última oportunidad” de romper con Maduro. Según John Bolton, asesor de seguridad del gobierno estadounidense, el funcionario venezolano se había comprometido a apoyar el “derrocamiento” del mandatario.

Maduro “tenía un avión en la pista, estaba listo para irse (…) y los rusos le dijeron que debería quedarse”, agregó en la misma línea el secretario de Estado, Pompeo, a la CNN. Completó que el presidente pensaba huir a La Habana, Cuba. “Hasta dónde llega la falta de seriedad, la insensatez, la locura, la mentira”, replicó sobre esa versión el propio Maduro, desde Caracas y rodeado de los más altos mandos militares.

La Casa Blanca reiteró este miércoles que la vía armada para derrocar a Maduro “es posible”, si fuera necesaria. “Una acción militar es posible. De ser ello necesario, eso es lo que Estados Unidos hará”, dijo Pompeo a la cadena Fox Business.

Rusia, Siria, Irán, Turquía, Bolivia y Cuba, aliados del gobierno de Maduro, repudiaron por el contrario la sublevación apoyada por Guaidó.

El gobierno de Donald Trump empuja el derrocamiento de Maduro con medidas que apuntan a complicar la ya grave crisis económica del país caribeño. Dispuso un embargo estadounidense al crudo venezolano, principal fuente de divisas de Venezuela. Con ello, busca alimentar descontentos populares y alineamientos militares internos.

Guaidó, un ingeniero de 35 años, se autoproclamó “presidente encargado” el 23 de enero último, luego de que el Legislativo, de mayoría opositora, declaró que Maduro había usurpado el cargo por asumir un segundo mandato, el 10 de enero, fruto de lo que consideró “elecciones fraudulentas”.

Ese carácter singular de “presidente encargado” fue reconocido por más de 50 países, entre ellos la Argentina que gobierna Cambiemos.

 

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