Ciudad

Club Social y Deportivo Barrio Córdoba

Vecinos de barrio Belgrano denuncian el vaciamiento de un emblemático club de la zona

Aseguran que desde hace 9 meses un grupo de personas ajenas a la institución “tomó” la comisión directiva y, desde entonces, los recién llegados cancelaron las actividades y cerraron el buffet. Este martes 31 debían renovar autoridades, pero nunca se presentaron para conformar la asamblea, afirman


Club Social y Deportivo Barrio Córdoba.

Vecinos de barrio Belgrano denuncian el vaciamiento del Club Social y Deportivo Barrio Córdoba, ubicado en México 553. Según señalaron, desde fines del año pasado un grupo de personas, que no son socios ni viven en el barrio, “tomaron” la comisión del club sin llamar a elecciones. Las socias y socios denuncian que desde su llegada comenzaron a desmantelar las instalaciones, frenaron las clases y actividades y hasta cerraron el buffet. Además, cuestionaron malos tratos y violencia verbal. Este martes 31 de octubre venció su mandato pero los directivos no abrieron las puertas del club y no se pudo realizar la asamblea. Los vecinos hicieron la denuncia en el área de Personería Jurídica de la provincia, pero aún no tuvieron respuesta. También hablaron con el intendente Pablo Javkin, quien -según dijeron- les prometió ocuparse de la situación, pero siguen a la espera.

“Están sacando las actividades de a una y no nos dejan ingresar al club. Además, vendieron mobiliario y la mesa de pool. Frenaron la remodelación que había iniciado la gestión anterior y hacen fiestas sin avisar”, dijo Vanesa Fragapane, una de las socias que integra una escuela donde enseñan circo, tela y yoga, desde hace 9 años, a cerca de 80 jóvenes y adultos, desde los 4 a los 65 años. “Nos dijeron que a partir de noviembre no íbamos a poder ingresar más. Fui a cerrar la puerta y me maltrataron”, agregó. 

A su vez, cuestionó un aumento desmedido del monto de alquiler. “Siempre pagamos una colaboración mensual pero este mes nos pidieron 100 mil pesos por el uso de un salón. Todo sin papeles. Es gente del barrio, son trabajadores. No podemos subir la cuota”, advirtió. 

Vanesa vive en el barrio desde hace 45 años y lamenta la situación a la que llegó el club. 

“Nos sentimos muy solos. Son muchos años de esfuerzo. Queremos que vuelvan todas las actividades, no sólo para nosotros, sino para las chicas y chicos que venían. Queremos recuperar el club para el barrio”, contó.

Susana es profesora de cumbia cruzada y alquilaba un salón del club para dar clases con su escuela de baile desde 2017. Contó que en el último recambio de comisión, en octubre del año pasado, ingresó un grupo de integrantes nuevos, a partir de la recomendación de uno de los socios. Desde entonces, el recambio de caras y puestos al frente de la comisión fue permanente, pero nunca llamaron a asambleas ni notificaron a los socios para validarlos. “Siendo socia del lugar nunca nos llamaron a reuniones ni asambleas. Cambiaban puestos sin avisar”, contó. 

Susana describió que las condiciones de las instalaciones empezaron a desmejorar: “Sacaron ventiladores y estufas, no había limpieza, hacían reuniones y asados en el mismo horario de la clase. Vendieron objetos del club pero no se sabe dónde está ese dinero”. A esto sumaron situaciones de “maltrato”. Reveló que los llamaron a una reunión y una de las autoridades “estaba alcoholizada”, describió para añadir de inmediato: “Me maltrató y me subió el alquiler”. “Un día el tesorero cerró con llave el salón y nos dejó con mis alumnos afuera del club sin poder dar la clase en pleno invierno”, relató. 

Ese día, Susana avisó de la situación a la comisaría 14a y más tarde presentaron un escrito firmado por 60 socios en la Inspección General de Personas Jurídicas provincial, detalló.

Al tiempo le informaron que no podía continuar en el establecimiento: “Me dijeron que la comisión había decidido que podía dar clases hasta septiembre porque el club se iba a dedicar a actividades deportivas. Les pedí una asamblea para hacer mi descargo, pero nunca me llamaron. Terminó el mes y me retiré”.

“Son maltratadores, increparon a las trabajadoras que somos mayoría mujeres. Cerraron todas las actividades. Queremos recuperar el club”, agregó. 

Este martes 31 de octubre venció el mandato de la actual comisión y estaba prevista una asamblea de socias y socios para llamar a elecciones. Según contó la socia, los directivos nunca abrieron las puertas y la asamblea no pudo desarrollarse.

Comentarios

10