Hernán Reyes Alcaide / corresponsal de Télam en Vaticano
El papa Francisco visitó este viernes la embajada de Rusia en el Vaticano, donde se reunió con el embajador Alexander Avdeev para intentar mediar en el conflicto entre su país y Ucrania, desatado tras el ataque a gran escala de Moscú de la madrugada del jueves y manifestar su “preocupación por la guerra”.
El jefe de la Iglesia Católica estuvo durante más de media hora en la sede diplomática de Vía della Conciliazione 10, a metros de la plaza San Pedro, en la primera movida vaticana con el Papa como protagonista luego de que en la víspera el secretario de Estado, Pietro Parolin, abriera la posibilidad de una mediación.
“Aún hay tiempo para la buena voluntad, hay espacio para la negociación, hay aún lugar para el ejercicio de una sabiduría que impida que prevalezcan todo interés de parte”, planteó Parolin, encargado de la comunicación pública de la postura vaticana mientras Francisco trabaja en la posible mediación.
En ese marco, Francisco hizo su primera movida, confirmó la Oficina de Prensa vaticana. Luego, en una declaración a medios en Roma, el embajador ruso explicó que el Papa quería “preguntar personalmente por la situación en el Donbass y Ucrania”.
Según Avdeev, Jorge Bergoglio hizo un llamado “para cuidar a los niños, enfermos y todos los que sufren”.
Francisco, en tanto, suspendió todos los encuentros en agenda y sólo mantuvo la recepción de las cartas credenciales de la nueva embajadora griega el Vaticano, Aikaterini-Katia Georgiou.
La visita de Francisco toma mayor relevancia además porque se da en medio de un “dolor agudo en la rodilla” que lo aqueja, y por el que los médicos le prescribieron reposo y lo obligaron a cancelar el viaje que tenía previsto mañana a Florencia para participar de un encuentro por la paz y la celebración que tenía en agenda para el 2 de marzo por el denominado Miércoles de Ceniza.
Respecto de la intención del Papa de buscar una solución pacífica al conflicto, fuentes vaticanas recordaron que, por lo general, el Vaticano suele requerir que las dos partes involucradas pidan la mediación.
Ucrania, según había planteado a mediados de febrero su embajador en el Vaticano, Andriy Yurash, estaría “completamente a favor” de una eventual mediación papal.
En el formato de un pedido de las dos partes interesadas fue que el Vaticano había aceptado, en 2016, mediar en el conflicto venezolano durante algunos meses, y fue el mismo mecanismo por el que también se involucró, en 2015, en el proceso de deshielo entre Cuba y Estados Unidos.
Otro punto a favor de una posible incorporación del Vaticano es la relación que Francisco mantiene con el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Cirilo, líder espiritual de unos 150 millones de rusos y considerado un fuerte aliado del mandatario del país, Vladimir Putin.
En esa línea, el denominado “canciller” de los ortodoxos, el metropolita Hilarion, otro aliado de Putin, fue recibido por el Papa en diciembre pasado y podría convertirse en otro canal de diálogo.
A inicios de febrero, de hecho, Putin condecoró a Hlarion con la Orden Aleksandr Nevskij “por su gran contribución al desarrollo de la colaboración internacional e interreligiosa”.
En ese marco, otro líder religioso cercano al conflicto, el jefe de la Iglesia Grecocatólica Ucraniana, Sviatoslav Shevchuk, acogió “favorablemente” la visita del Papa a la sede diplomática, y deseó que permita “un empuje ulterior para el diálogo prevalga sobre la fuerza”, según expresó en un comunicado.
El miércoles, antes del inicio de los ataques, el Papa había advertido por los “escenarios cada vez más alarmantes” que se abrían en el país europeo ante la suba de tensión en el conflicto con Rusia.
“Como yo, tanta gente en todo el mundo está atravesando angustia y preocupación. Una vez más la paz de todos está amenazada por intereses de partes”, había planteado el Papa en el aula Pablo VI al terminar su tradicional encuentro semanal con fieles.
“Quiero apelar a los que tienen responsabilidades políticas para que hagan un serio examen de conciencia frente a Dios, que es Dios de la paz y no de la guerra. El padre de todos, no solo de algunos, que nos quiere hermanos y no enemigos”, agregó Francisco antes de convocar a una jornada de ayuno y oración por la paz para el próximo miércoles 2 de marzo.
Ya a fines de enero pasado, mientras subía la tensión en la frontera ucranio-rusa, el Papa había planteado en su Ángelus dominical su preocupación ante las tensiones que entonces amenazaban “con asestar un nuevo golpe a la paz en Ucrania”.
Al iniciar 2022, en su encuentro con el cuerpo diplomático acreditado ante la el Vaticano, el Papa ya había planteado que “la confianza mutua y la voluntad para un debate sereno deben animar a todas las partes implicadas para encontrar soluciones aceptables y duraderas en Ucrania y en el Cáucaso meridional, así como evitar la apertura de nuevas crisis en los Balcanes, sobre todo en Bosnia y Herzegovina”.
A fines de 2021, en su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz del 1º de enero de 2022, el Papa había lamentado ya “el ruido ensordecedor de las guerras y los conflictos” a nivel mundial.
Cafiero: “Nos unimos a la convocatoria”
El canciller Santiago Cafiero pidió por la “resolución pacífica de los conflictos”, en el marco de la invasión de Rusia a Ucrania, y apoyó la “convocatoria por la paz” que lanzo el papa Francisco. “Ineludible convocatoria del papa Francisco por la paz. Nos unimos a su mensaje y reiteramos el llamado a las partes involucradas en el conflicto en Ucrania a detener toda acción que provoque sufrimiento, desestabilice la convivencia pacífica y desacredite el derecho internacional”, señaló el titular del Palacio San Martín en su cuenta de Twitter.
El Papa convocó a un ayuno por la paz en Ucrania para el próximo 2 de marzo, cuando la Iglesia Católica celebra el Miércoles de Ceniza que da inicio al período litúrgico de cuaresma, los 40 días previos a la Pascua. Para Cafiero, el llamado realizado por Jorge Bergoglio “adquiere una urgencia dramática ante los escenarios trágicos que abre el inicio de las operaciones militares”. “Creemos firmemente en la resolución pacífica de los conflictos. Nos unimos a la convocatoria de Su Santidad a no perder la esperanza y nos sumamos a su llamamiento por la paz en Ucrania y en el mundo, que tendrá lugar el próximo Miércoles de Ceniza”, añadió el canciller argentino.
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