Espectáculos

Variedad de climas “con voz sólida”

Babasónicos presenta su úmtimo CD "Romantisísmico" en Club Brown. La banda, con 22 años de existencia, vuelve a poner en juego algunos tintes acústicos y muestra una afianzada formación. El guitarrista Mariano Roger da detalles del concierto.


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Por Daniela Barreiro

Tras la dolorosa pérdida de uno de sus integrantes, el bajista Gabo Manelli, Babasónicos sufrió un “cambio genético” y la banda tuvo que restablecerse como “unidad de composición y creación”. En ese proceso, su disco anterior A propósito, sirvió de bisagra con la incorporación de Carca (quien sigue formando parte de la banda) y luego el afianzamiento de Gustavo “Tuta” Torres en el puesto de bajista. Tras ese material que, según relató el guitarrista Mariano Roger, se constituyó como un disco de autor con una banda que ofició de intérprete, el año pasado vio la luz Romantisísmico, en el que la formación “encontró una voz más sólida”.

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Después de varias presentaciones en consagrados festivales y grandes escenarios del mundo, el ya multipremiado undécimo disco de Babasónicos está en etapa de presentaciones formales; la rosarina tendrá lugar esta noche, a partir de las 22, en el Club Brown (Francia y Brown).
Del nuevo material, sus presentaciones y la actualidad de la banda que también integran Adrián Dargelos Rodríguez (voz), Diego Tuñón (teclados), Diego “Panza” Castellanos (batería) y Diego “Uma” Rodríguez (guitarra), habló con El Ciudadano el guitarrista Mariano Roger.
—¿Cómo están viviendo esta gira con “Romantisísmico”?
—Desde que salió en septiembre, hicimos en Buenos Aires una trilogía de shows, una especie de adelanto en tres formatos diferentes; uno en Malvinas Argentinas, otro en el Teatro Maipo y otro al aire libre. En el verano fue presentado por muchísimos lugares, en México, y en los festivales de verano como el Cosquín Rock y la Fiesta de la Vendimia. Este disco nos hizo trabajar un montón por suerte. Ahora estamos ante la presentación del disco más formal que va a ser el 16 de mayo en el Luna Park.
—¿Cómo va a ser el show en Rosario?
—Variado, vamos a recorrer varios climas, va a tener momentos acústicos y otros muy roqueros.
— “Romantisísmico” permite ese abanico…
—El disco recorre un montón de climas y es un desafío ver cómo se reproducen esos climas en vivo. Hay temas muy intimistas, acústicos, algo que no veníamos haciendo en los últimos discos. Pero lo acústico es sólo una parte; hay, como en todo lo que hacemos, una fuerte lucha por hacer un disco que nos conforme, que nos guste y que sea inspirado. Este disco tiene muchas puertas abiertas a caminos nuevos porque hay muchos cambios, la banda tiene otra dinámica. Trabajamos con colaboradores históricos pero combinados: en una parte del disco trabajó Andrew Weiss (productor) que fue colaborador de la primera época, desde Dopádromo hasta Infame; después Phil Brown (ingeniero de sonido) quien trabaja con nosotros desde Anoche. En este disco convivieron los dos aunque no trabajaron juntos. Además tenemos un nuevo bajista (Tuta Torres) y a Carca como multiinstrumentista aportando nuevos timbres.
—¿Cómo describirías esta nueva dinámica de la banda?
—Lo que pasa es que A propósito fue un disco de transición: habíamos perdido a Gabo, se sumaba Carca en el bajo, fue un disco que, aunque me gusta mucho y me siento muy orgulloso de él, tiene más que ver con los autores donde la banda funcionó más como intérprete de ideas. En Romantisísmico la banda encuentra una voz más sólida, hay mucha música compuesta en la sala de ensayo o en el estudio. Se puede sentir que la música es más orgánica, que la pulsión es de varios que están tocando al mismo tiempo y no tanto la interpretación de una idea que está preconcebida. Sufrimos un cambio genético al perder a Gabo, entonces la banda como unidad de composición, como unidad de creación tuvo que rearmarse. A propósito quedó en el medio de ese proceso y fue un disco de autor, o de autores en nuestro caso.
—¿Qué puertas abre este undécimo disco?
—Para nosotros lo más importante es tener la sensación de poder tener nuevos discos. Siempre nos preguntan cuál es el secreto para seguir juntos y creo que tiene que ver con que uno tiene la sensación de que aún hay cosas por hacer. Siempre supimos que nuestro éxito era tener la posibilidad de hacer otro disco. Eso tiene que ver con una postura ante la música y el negocio de la música en donde pasamos por etapas completamente opuestas, algunas en las que no teníamos tanto éxito y tuvimos que pelearla desde un lugar un poco más hostil y momentos en los que teníamos éxito y todo se volvía más sencillo. Ninguno de esos extremos afectó nuestra manera de pensar el futuro. Ni cuando teníamos mucho éxito pensábamos en acomodarnos, ni creíamos que cuando fracasábamos teníamos que cambiar lo que hacíamos. Siempre tuvimos una especie de cortoplacismo que nos mantuvo vivos; ese pensar en el próximo disco nos permitió estar hoy parados en el disco 11 pensando en el 12. Es muy difícil estar equilibrado cuando uno accede a tener un éxito masivo y tus canciones suenan en la radio; en general eso tiende a desequilibrar a cualquiera a enamorarte de esa posición en la que estás y tratando de emular eso que te dio éxito. Humildemente creo que nunca nos enamoramos de eso y tratamos de hacer cosas nuevas, corriendo el riesgo que eso significa.
—Siempre se les atribuyó una rebeldía proveniente del corrimiento de determinados límites. ¿Por dónde pasa la rebeldía hoy en día?
—Siento que las rupturas les corresponden a las nuevas generaciones, esas que van a discutir con lo que hacemos. Nosotros pertenecemos a una generación que trató de romper con lo establecido: veníamos de épocas en las que había un fuerte discurso dominante. Ahora el discurso dominante está fragmentado y no se sabe mucho contra qué rebelarse: la información está muy atomizada. Eso está bueno en tanto no hay un dictado de la compañía dominante. Ahora, producto de internet, de la fragmentación de la información y la caída de los monopolios del mundo discográfico, el desafío que tienen las nuevas generaciones de bandas es mantenerse vigentes en un mundo en que todo es mucho más rápido, en el que es mucho más fácil hacerse visible pero donde es muy difícil mantenerse.
—“A propósito” utilizó la figura del Fauno como ícono; en este disco ya está circulando la Pantera que introduce “Aduana de palabras”. ¿A qué se debe el surgimiento de estos “seres” como íconos de los discos?
—Tienen que ver con el imaginario de los videos; son las letras las que sugieren esas imágenes, los videos las plasman y llegan al show porque se convierten en una imagen fuerte. Son seres que surgen de las letras, esas que son literatura, que parten de la imaginación. Hay una tentación de pensar que las canciones son experiencias reales de quien las escribe. Pero es todo lo contrario: lo importante es la interpretación porque no hay una sola verdad de lo que habla una canción.

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