El Hincha

mano a mano con el hincha

Vaquero y Cuffaro, una charla de barrio

Finalizado el torneo, los entrenadores se reunieron para analizar el presente de sus equipos y del fútbol actual.


Antes de arrancar la entrevista, los celulares no dejan de activarse con mensajes y llamadas que entren a cada rato. Y ese será el puntapié inicial para la charla, la pregunta obligada: ¿Es la época del año donde más les suena el teléfono? Los dos entrenadores esbozan una pequeña sonrisa y el primero en responder es Ariel Cuffaro Russo, el que guía los destinos futbolísticos del Charrúa.

“Siempre los representantes arrancan un mes antes que termine el campeonato con los llamados, y uno como técnico no entra en esa porque es feo que te ofrezcan jugadores en pleno torneo. Al futbolista eso no le cae bien y por eso tratamos de que no ocurra, de enfocarnos plenamente en cerrar los torneos de la mejor manera”, afirma Ariel Cuffaro Russo mientras Marcelo Vaquero asiente con la cabeza.

“El final de un certamen determinan varias situaciones. Una de ellas es la continuidad o no de un jugador  en el plantel. En el caso nuestro está la chance de ir a categorías superiores, porque sabemos que los chicos vienen a Argentino buscando catapultarse a mejores divisionales. Nosotros eso lo tenemos muy claro y le damos la posibilidad de hacerlo, siempre tratando de que sean sinceros. Prefiero que me digan que se van a probar a un club y no enterarme por otro lado”, comenta el técnico salaíto, en un crudo análisis de los difícil que resulta en la una categoría como la D conseguir buenos jugadores.

El entrenador charrúa no duda sobre el tema y afirma: “Algunos equipos de la ligas cañadense o casildense o del interior de la provincia manejan presupuestos muy altos, y tanto Argentino como Córdoba administramos clubes pobres a comparación de ellos. No es fácil traer jugadores de jerarquía a estas instituciones, por eso hay que seducirlos por otro lado, como armando un buen equipo. Siempre digo que podemos tener muchas falencias, como no tener buenos lugares para entrenar, el pasto está alto y es muy complicado, pero si tenés un buen equipo, lo podés sobrellevar. Y siempre contar con gente que tire para adelante”.

Y los dos comparten el mismo pensamiento y se sinceran: “A nosotros nos exigen resultados y honestamente con la precariedad que existen en estas divisiones de ascenso, entendiendo que los dos clubes no contamos con apoyo gubernamentales, se hace difícil. Nos toca competir contra libros de pases que se abren antes como el Federal A o B, entonces cuesta mucho seducir a los jugadores y lo tenemos que hacer desde lo deportivo porque estamos en AFA, viajando cada dos semanas a Buenos Aires, que es una mejor vidriera”.

“La gente no tiene paciencia, en tres partidos, si los resultados no se dan, el técnico no sirve y lo demás se tira a la basura. En el fútbol hay algo que es elemental: tener buenos jugadores. Independiente ganó la Copa Sudamericana no porque el entrenador usa drones o porque estudia a los rivales, eso ayud,a pero lo consiguió porque juegan Barco, Meza, Gigliotti y armó un muy buen equipo con grandes jugadores. Eso es lo más importante. Después todo lo demás y el entorno sirve, pero lo fundamental es el talento del jugador”, reflexiona Ariel Cuffaro Russo.

Tomando el ejemplo del Rojo, Vaquero marca algo del juego del equipo de Ariel Holan: “El entrenador tenía la gran contra que no era del ambiente del fútbol y por eso muchas veces ridiculizaron su manera de pensar y trabajar, pero lo supo sostener a través de una buena propuesta de juego de la cual estaba muy convencido. Si recordamos los primeros partidos de Independiente, empató y perdió mucho, y era muy cuestionado. Pero lo sostuvieron, terminaron jugando bien y ganando la Copa”.

Ante esta reflexión de ambos entrenadores resulta inevitable no preguntar lo difícil de dirigir en el fútbol argentino. El primero en responder es el ex DT de Central y confiesa que “esta es una profesión de alto riesgo y muy ingrata. Acá siempre se habla mucho de proyecto, por eso siempre juega un papel fundamental la forma, porque si jugás mal y perdés no hay nada que te sostenga. Pero si el equipo juega bien, propone y supera a los rivales es otra cosa. A los dirigentes a veces les cuesta más entender esto, pero en las complicadas es cuando el técnico tiene que marcarles el camino a los jugadores”.

Van por el mismo objetivo

Con la primera parte del torneo terminada, Ariel Cuffaro Russo y Marcelo Vaquero analizaron el andar de Córdoba y Argentino, que no arrancaron bien pero lo terminaron de la mejor manera.

El Charrúa suma 30 puntos y está a dos de los líderes Midland y Defensores Unidos, y además depende de sí mismo para clasificar a la Copa Argentina del próximo año, ya que si en el reinicio del torneo vence a Dock Sud se convertirá en uno de los clasificados de la C al certamen.

Por el lado del Salaíto, está séptimo en la tabla con 23 unidades, a siete del puntero Victoriano Arenas, a quien venció en el último partido de la primera etapa del campeonato. Perdió los cuatro primeros cotejos, pero levantó y terminó sumando 20 sobre 27 puntos posibles de la parte final de la ronda inicial del torneo.

“Apuntamos a lo más alto del torneo”

—¿La definición es lo principal para corregir?

—Lo importante es tener las chances, lo otro se puede corregir, pero a veces pasan por rachas, por tener la cabeza bien. En el fútbol cuando estás en positivo, las cosas salen mejor. No tenemos un nueve goleador, varios convertieron y por eso el equipo funciona.

—Los juveniles que han jugado rindieron en buena forma en una categoría complicada.

—Hay tres o cuatro que vienen bien, que están ingresando en el primer equipo de a poco. Cuando los chicos entran en un equipo que vienen funcionando bien es más fácil para ellos, y así fueron los casos de Alfredo Trejo, Tomás Armoa, Alan García y está Leandro Esquivel, que todavía no jugó pero lo tenemos muy en cuenta.

—¿El primer objetivo es asegurar la clasificación a la Copa Argentina y después ir por el ascenso a la B Metropolitana?

—Siempre trato de ser prudente porque campeón sale uno. Las metas que nos pusimos a principio de torneo las vamos cumpliendo paso a paso, de a poco, porque las dos veces que vine a Córdoba fueron para salvarlo del descenso y no sólo revertimos los momentos sino que hoy estamos en zona de clasificación a la Copa y cerca de los punteros. Apuntamos a pelear, buscamos el protagonismo de siempre.

—Todo barrio Tablada se ilusiona con la vuelta a la B Metro, ¿qué le decís a la gente?

—Uno siempre lo que quiere es que el hincha acompañe, hay mucha gente que en la calle me hace sentir el cariño por el club. Tanto Argentino como Córdoba despiertan una gran simpatía en el fútbol rosarino ya sea en Central o Newell’s, pero son los dos clubes más pobres. Entonces hay que apoyarlos, ir a la cancha. En nuestro caso el club hizo un gran esfuerzo para traer futbolistas de jerarquía. Nadie imaginaba que el “Chelito” Delgado, “Chirola” Ledesma o “Chelo” Ojeda iban a jugar en el Charrúa y están acá, muy comprometidos con el proyecto, y además le marcan el rumbo a los más jóvenes. Ojalá puedan estar mucho en el club. No se consiguen cosas tan importantes de un día para el otro, hay que tener paciencia y apoyar al equipo que busca devolver ese cariño con los resultados que todos queremos.

“Buscamos coronar este gran proceso”

—Lograron cerrar el año de la mejor manera, ganándoles al líder y con las chances intactas de pelear por el ascenso.

—Nosotros arrancamos mal, perdimos los primeros cuatro partidos, lo cual en otro club puede ser desencadenante de la salida del técnico. Tuvimos la posibilidad de trabajar con tranquilidad, siempre fuimos apoyados de verdad por los dirigentes y terminamos en alza, sabiendo que tenemos una forma de jugar donde hay que tener paciencia. Se nos fueron delanteros importantes y trajimos chicos nuevos de 19 y 20 años que tenían que adaptarse a la categoría.

—Promediando el torneo, recuperaron esa solidez defensiva que habían tenido el campeonato pasado y que fue clave para pelear el ascenso.

—Es fundamental mantener el arco en cero y lo sabemos. Tenemos un equipo con buen pie en el mediocampo, pero nos estaba faltando en la definición, de hecho somos un equipo que genera mucho y convierte poco, es algo que a veces lo podés sufrir en tu propio arco y es algo que debemos corregir para el próximo semestre.

—¿Qué le falta al equipo?

—El terminador de jugadas, un atacante que sea incisivo, vertical. Lo hemos tratado de solucionar con jugadores de inferiores, a los que hay que darles tiempo y tenerles paciencia porque no es fácil venir de abajo y rápidamente ser titular en primera.

—¿La ilusión es mejorar la actuación de la temporada pasada donde llegaron al reducido?

—Sí, por eso el triunfo ante Victoriano Arenas fue importante porque quedamos a siete y si perdíamos quedábamos a trece e iba a ser muy difícil remontarlo. Va a ser determinante la decisión de los dirigentes de traer dos delanteros, eso nos dará la medida si estamos para pelear el ascenso directo o si vamos a tener que ir en busca del reducido, es así de claro.

—¿Qué mensaje le dejás al hincha que sueña con ese ansiado ascenso que se viene postergando?

—Nosotros les ofrecemos trabajar con profesionalismo y garantizarle la entrega de los jugadores para tratar de superarse día a día en busca del logro, que sería coronar este proceso que tenemos desde hace algunos años en el Salaíto.