Ciudad

Detrás del piropo

Van por una ley provincial contra el acoso callejero

Proponen incluirla en los contenidos escolares, hacer campañas de difusión y crear una semana para concientizar. Según una encuesta del grupo Ni Una Menos el 98 por ciento de las mujeres lo sufrieron


 

Este año en una de las jornadas de Educación Sexual Integral (ESI) de la escuela Bernardino Rivadavia las chicas fueron las primeras en hablar. La coordinadora propuso un juego en el que eligieron frases y fotos en papeles sobre distintas situaciones de violencia y las pegaron en un pizarrón. Ningún estudiante llegaba a los 15 años. La mayoría colgaron sobre el acoso callejero. “Los chicos no se imaginan cómo es que todo el tiempo te estén gritando cosas en la calle”, contó una alumna. “A mi mamá no saben las cosas que le dicen”, dijo otra. “A mí un señor me mostró sus partes en la calle”, respondió una tercera. “Y a mí me tocaron en el colectivo”, cerró otra chica.

Según el Primer Índice Nacional de Violencia Machista hecho por el colectivo Ni Una Menos, el 98 por ciento de las mujeres en Argentina fueron acosadas en la calle. Las situaciones empiezan desde los nueve años. Con estos datos y en el marco del Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la diputada provincial de Igualdad y Participación, Silvia Augsburger presentó esta semana un proyecto de ley contra el acoso callejero. No proponen multar. Quiere generar conciencia en los hombres de sus micromachismos porque entiende que son la punta del iceberg de otras violencias y los femicidios.

El proyecto fue presentado junto a su compañero de bloque, Rubén Giustiniani, e incluye todas las formas de acoso en la calle: las miradas lascivas, los comentarios de connotación sexual y sobre la apariencia física, las fotografías y grabaciones no consentidas, el manoseo, la persecución o arrinconamiento, la masturbación o exhibicionismo y los gestos obscenos. “Es una de las formas de violencia que más impacta en las mujeres. Hay niñas que desde los nueve años viven estas situaciones y eso altera su conducta, en los miedos, en tomar el colectivo a una determinada hora o en caminar sola por la calle”, explicó la diputada en diálogo con El Ciudadano.

En hechos

El proyecto crea la Semana de Lucha contra el Acoso Callejero para abril de cada año. El Estado santafesino deberá destinar presupuesto a actividades y campañas de difusión y tomar medidas para bajar los índices de este tipo de violencia sexista y de sus consecuencias. Además, prevé que la temática sea reforzada dentro de los lineamientos curriculares de la Educación Sexual Integral (ESI), que en la actualidad es resistida por padres y madres vinculados a la Iglesia católica y evangélica. “La escuela y la educación sexual son fundamentales para reflexionar y cambiar nuestras conductas. Para las mujeres es tomar conciencia de que es una forma de violencia y para los varones es entender que es una agresión desde un lugar de poder”, opinó Augsburger. Sobre este punto un estudio de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) de 1.500 encuestados reveló que el 98 de las mujeres rechaza los piropos, mientras que el 62 por ciento de los hombres consideró que a ellas no les molestan.

El iceberg

Para Augsburger las políticas de los tres niveles del Estado para terminar con la violencia machista han sido insuficientes. “Es necesario reforzar con cambios en las conductas más aceptadas en la sociedad. Las estadísticas muestran que los índices de femicidios no bajan. Siempre insistimos en que los asesinatos de mujeres son la punta del iceberg de una cantidad de violencias y micromachismos que sostienen la violencia sexista a diario. El acoso callejero es una, más invisibilizada, pero no por eso menos agresiva. Circular libres por el espacio público, no tener que cambiar de recorrido o revisar que ropa ponerse es también parte de la lucha”, agregó. “El problema es cultural porque es una conducta naturalizada. El Estado debe trabajar para cambiarla y una de las formas es a través de la educación sexual y las campañas de concientización”, concluyó la legisladora.

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