Desde esta parte del mundo, Pablo Jubany, un artista completo y curioso, viene, con mucho fundamento, involucrándose en la vida y la obra de David Bowie, que impregna en sus propias expresiones musicales desde hace años. Con respeto y admiración por quien es su ídolo máximo, el músico local brindará un homenaje a Station to Station, aquel disco fundamental en la carrera del compositor británico que marcó un punto de inflexión en la música contemporánea. Y lo hará con un show íntimo que comenzará esta noche, a las 21.30, en el Gran Salón de Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza).
Con entrada gratuita pero con capacidad limitada (cabe informar que los tickets se retiran con antelación en la boletería del teatro), el show lo tendrá a Jubany (voz, piano, guitarra) compartiendo escenario con una formación que lo escolta hace años y con la cual grabó, entre otros, su último gran disco, La Espera. Se trata de Daniel Sabransky (batería), Ramiro González (bajo) y Franco Callaci (guitarras, piano, clavicordio). Además, en carácter de invitados, lo acompañarán Julián Acuña (ex Coki & The Killer Burritos y Dregade) y el pianista Víctor Parma.
Este año, se cumplen cuatro décadas del lanzamiento de este trabajo fundamental que marcó a muchísimas personas en todo el mundo; un disco que sigue siendo el testimonio más fiel de la capacidad de transformación y constante reinvención de Bowie, además de uno de los más importantes de la historia del rock.
“La idea de hacer un homenaje a este disco surgió antes de la muerte de Bowie”, indicó Jubany en diálogo telefónico con El Ciudadano. “Este homenaje lo venimos pensando porque, a mi criterio, es un disco que es un mojón, un momento muy importante en su carrera”.
Station to Station es el décimo álbum de estudio del músico británico fallecido en enero pasado, a los 69 años, lanzado en 1976, sucesor de Young Americans y predecesor de Low. Valorado como uno de los trabajos más importantes de su carrera, es también el vehículo del último álter ego de Bowie: el Duque Blanco.
“Ese disco es un punto de inflexión y sirve como una síntesis. En el disco anterior, Bowie desarrolla su costado más cercano al soul y la música funk con la cual después se quedará mucho tiempo”, contó el músico rosarino para quien, en el disco siguiente a Station to Station, Bowie pasó, quizá gracias al aporte de Brian Eno, a otro estado, “a una cosa más gélida, germánica; mirando hacia el futuro con herramientas novedosas”, opinó Jubany.
“Hay un elemento estético muy impregnado en ese disco; un momento en el que encontramos a Bowie con 29 años haciendo una síntesis de un montón de cosas aunque faltaba todavía mucho más”, analizó el músico quien el pasado 23 de enero fue uno de los primeros del mundo en reversionar Blackstar, el último disco del Duque Blanco.
A lo largo de su carrera, Jubany desarrolló un estilo único de aproximación teatral al show de rock, sirviéndose de una voz y un carisma avasallantes. En su búsqueda incorruptible por aunar el glamour, el ímpetu y la belleza del rock de todos los tiempos con la sensibilidad dispersa y ecléctica del presente, se transformó en una de las voces fundamentales del rock nacional de este tiempo.
Aunque Station to Station incluye apenas seis canciones, para Pablo Jubany, ellas son “seis elefantinos temas, grandes en sí mismos; es una gran obra que vamos a recrear de forma íntegra”, anticipó el rosarino.
Durante la presentación de esta noche, Pablo Jubany también proyectará una serie de videos inéditos. “Estamos viendo cómo juntar lo más interesante; vamos a tratar de que, en su gran mayoría, sean videos de la gira de Station to Station, de otros que no están en ese disco y que son de otras épocas pero que igualmente están impregnados por esa estética no sólo visual sino también musical”.
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