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Vale para empezar

Argentina venció a Nigeria, pero la mala puntería y el arquero Enyeama evitaron un triunfo más cómodo.

Por: Mario Cordo, desde Sudáfrica. Especial para El Hincha

Revisar la libreta de apuntes del partido es suficiente medida para saber de qué hay que hablar. Para sacar conclusiones de la Argentina, se necesita agudizar el ojo, buscando explicaciones de lo que fue el equipo con vistas al futuro inmediato.

Argentina ganó en su debut mundialista, lo cual es más valioso que los tres puntos. Generó no menos de seis situaciones de gol claras, que si no llegaron a la red rival fue, un poco por mala puntería, pero en el mayor de los casos por un tal Enyeama, el uno de los nigerianos, que tuvo una actuación colosal.

Si la FIFA lo eligió “Man of the Match” al arquero fue por la sencilla razón que le ganó el duelo a la verdadera figura del encuentro, Lionel Messi. El 10 argentino fue el encargado, no solamente de generar las situaciones más claras, sino también de producir una electricidad diferente en el Ellis Park en cada uno de sus arranques. Si algún desinformado (o malintencionado) dudó del estado físico de Lio, bastará ver los 90 minutos de este partido para darse cuenta que jugó uno de sus mejores encuentros en la era Maradona.

Repasemos. Tres minutos, apilada por izquierda, pasando entre cuatro nigerianos, asistencia a Higuaín, lo pierde el 9. A los seis, posición de diez, latigazo de zurda que buscaba el ángulo y el arquero que le ahogó el primero de la tarde. De ese córner, ejecutado por Verón, llegó el gol argentino. Demichelis y Samuel arrastraron marcas, en un movimiento claramente entrenado y Heinze apareció por el centro del área para meter un cabezazo exacto. A los 17, arranque barcelonesco, zurdazo al segundo palo y Enyeama se lució con la mano cambiada.

Recién a los 20, la primera llegada de Argentina sin la participación de Messi. Gran habilitación de Tevez a Higuaín, y a pesar que la jugada pedía definir de primera, el derechazo del Pipita terminó estrellándose contra la humanidad del arquero. En la primera parte Nigeria no llegó a inquietar a Romero, a pesar de un tiro cruzado de Obasi luego de una falla de Jonás.

El complemento le dio la posibilidad a Diego de administrar mejor el esfuerzo del equipo, pero la mala actuación de Verón permitió que Nigeria creciera en el mediocampo y así terminar partiendo en dos a Argentina. Le costó a la selección adueñarse del balón, sin embargo siguió generando, lo tuvo Messi en tres oportunidades (una con un contragolpe manejado por Tevez que se fue al lado del palo) e Higuaín volvió a desaprovechar otra luego de una buena habilitación de la Pulga. En el segundo tiempo Nigeria tuvo tres claras, la primera por el zurdazo de Taiwo que se fue cerca del palo izquierdo de Romero, la otra de Obafemi Martins (entró por el intrascendente Obinna) que tapó Chiquito y la última que desperdició Uche.

Indudablemente Argentina fue más. Mereció el triunfo, de eso no hay dudas, lo que se abre varios interrogantes son actuaciones individuales y definiciones que no parecen claras a la hora de ponerlas en el campo de juego. ¿Cuáles? Muy flojo Verón, nunca tuvo seguridad en el primer pase del equipo, lo cual es una tarea que cae casi en exclusividad en la Bruja. Su salida por Maxi terminó de desproteger a Mascherano, que si no fuera por la mano que le dio Tevez en los últimos 15 minutos, hubiese terminado agotado. Defensivamente el equipo no tuvo solidez, y quien mayor lo evidenció fue Jonás Gutiérrez, devenido en lateral y mostrando limitaciones graves a la hora de cerrar y de cuidar sus propias espaldas. Intrascendente Di María y en el caso de Tevez la entrega de siempre, pero poco de la categoría ofensiva que tiene. Lo de Higuaín fue escaso, pero las dos que tuvo también fue víctima de Enyeama. Argentina ganó, arrancó con el pie derecho en Sudáfrica 2010, pero quedarse solamente con el triunfo sería un error grave. En cinco días debe mostrar una imagen más sólida ante un rival como Corea, que mostró mucho más que Nigeria. Hay que valorar la victoria y marcar las falencias. Diego puede festejar estas tres unidades iniciales, pero tiene la obligación de corregir los puntos flojos del equipo. Vale para empezar, no alcanza para ilusionarse.

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