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Vacaciones hicieron agua

Por Luciana Sosa.- Ocho chicas rosarinas la pasaron mal en un hotel de Villa Gesell después de haber contratado los servicios con un operador turístico local. Mañana, de regreso, formalizarán una denuncia.


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Las primeras vacaciones sin papá y mamá son tanto o más esperadas que el viaje de egresados y las expectativas pueden hasta sobrepasar las ganas de disfrutar de unos días, comúnmente en la playa. Pero el “primer viaje” de un grupo de jovencitas rosarinas no fue como el soñado. Ocho chicas contrataron el servicio de la empresa Epitur, fueron a Villa Gesell y en el hotel en el que se les dio alojamiento no sólo no tuvieron agua caliente los quince días de su estadía sino que las habitaciones no les fueron limpiadas y además tuvieron que sufrir el maltrato de los conserjes.

Por lo menos es lo que le hicieron llegar al concejal por el Frente Progresista Cívico y Social, Carlos Comi, quien se puso en contacto con el responsable de la firma turística, de quien había obtenido el compromiso, no cumplido, de que las falencias se iban a resolver.

“Este miércoles las chicas regresan a Rosario y voy a acompañarlas a hacer la denuncia a la Oficina Municipal de Defensa del Consumidor”, adelantó el edil.

“En general –comentó Comi– una vez que hacen su viaje de egresados, los chicos de 17 y 18 años buscan tener sus primeras vacaciones sin sus padres y la diferencia entre hombres y mujeres es que los varones suelen ir a un departamento alquilado, mientras que muchos padres prefieren que sus hijas estén en un hotel, como medida de seguridad. El problema es que estas chicas no la han pasado nada bien y ahora estamos esperando hacer la denuncia de manera formal”.

Según lo que Comi relató, las jóvenes llegaron el 2 de enero a Villa Gesell tras haber contratado en Rosario el servicio de Epitur (Entre Ríos 1135) y se instalaron en el hotel Segunda Avenida (Avenida 2 934 y paseo 109). Allí  se encontraron con la desagradable sorpresa de que no había agua caliente, por lo que el hotel contrató traffics para trasladar a sus huéspedes a otro alojamiento para que se pudieran duchar.

Con el paso de los días, a la falta de agua caliente se les sumó la falta de limpieza en las habitaciones y, según relató Comi, “también hubo maltrato de parte de la gente del hotel”.

“Imaginá que un grupo de jóvenes quiere disfrutar de sus vacaciones y termina en un lugar donde no les brindan los servicios prometidos y ya pagos”, destacó.

El edil mantuvo contacto con el dueño de la empresa de turismo, que lleva veinte años trabajando en la ciudad, y ante el planteo de la situación que atravesaba el contingente en el hotel el responsable de la firma prometió solucionar el problema. “Pero nunca cumplió”, enfatizó Comi.

Que no les pase a otros

Si bien fueron los padres de las jóvenes rosarinas los que lo pusieron al tanto de lo que ocurría, Comi destacó que las chicas hayan denunciado la falta de servicio y, de hecho, se hayan dirigido a la oficina de Turismo de la villa atlántica para expresar su queja. Ellas pidieron realizar además la demanda formal en la Oficina Municipal de Defensa del Consumidor una vez que terminen sus vacaciones.

“Es común que uno, en vacaciones, sufra la falta de algún servicio contratado pero, precisamente, al estar de vacaciones no quiere amargarse y por eso lo deja pasar. Pero debemos tener en claro que si ya hemos pagado determinado servicio, o nos los brindan o nos deben resarcir de alguna manera, y que aquello que no denunciamos le va a pasar al próximo que viaje al mismo sitio, o por la misma empresa”, sostuvo.

“En este caso –continuó– la empresa de Rosario debe conocer nuestra insatisfacción, compensarla o bien devolver un determinado monto de dinero por el mal momento pasado. Pero eso no es todo, también debe estar atento de que problemas como estos no deben volver a ocurrir”.

Estar alertas

Por su parte, Alberto Muñoz, de la Oficina Municipal del Consumidor, sugirió que “cada uno que viaje en sus vacaciones y se aloje en algún hotel o cabaña, debe averiguar bien por internet en qué consisten las instalaciones y servicios. También es necesario llamar y preguntar (aunque los datos se repitan) para estar seguros de cómo pasaremos nuestra estadía”. Y en el caso de tener problemas con el servicio “la empresa tiene que resarcir al usuario por la calidad del servicio que difirió por el producto que se había vendido”.

“Por último –reforzó el flamante director de la oficina de reclamos– para realizar alguna denuncia en esta dependencia los interesados deberán traer todos los datos posibles: pasajes, vouchers, datos del hotel donde hayan estado, si conocen el nombre del dueño también y de la empresa que contrataron en Rosario. Todo ayuda. Y no deben olvidarse de que a pesar de estar en vacaciones, nuestros derechos no descansan. Y los tenemos que defender”.

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