Policiales

Apriete telefónico

Usó celular de su madre para amenazar a fiscales y pedir liberación de Los Monos: quedó preso

Tiene 19 años, el lunes pasado llamó al 911 y dijo: “Suelten a Los Monos, si no vamos a matar a todos los fiscales". Después quedó detenido con su madre, acusado de amenazas, y terminó preso por el plazo de ley tras decir que había sido una broma. Contexto de la intimidación fue clave, dijo fiscal


El imputado tiene 19 años. No se le conocen vínculos con bandas organizadas, dijo el fiscal Carbone.

“Suelten a Los Monos, si no vamos a matar a todos los fiscales”. El llamado entró a la Central de Emergencias 911 el pasado lunes por la tarde y puso en vilo al operativo de seguridad en torno del Centro de Justicia Penal (CJP), que poco menos de un mes atrás había sido blanco de disparos en la víspera de un nuevo juicio contra Ariel Máximo “Guille” Cantero. El rastreo de la comunicación derivó horas después en la detención de un joven de 19 años que, según la investigación, usó el teléfono de su madre para realizar la amenaza. Tanto la mujer como su hijo fueron imputados este viernes. El llamante, quien aseguró haber hecho una broma, terminó preso por el plazo de ley, es decir dos años hasta un posible juicio o acuerdo abreviado. La mujer, por 60 días.

El fiscal del Ministerio Público de la Acusación (MPA) Franco Carbone expuso en conferencia de prensa que la amenaza por la que terminó preso Rodrigo Alejandro Martínez, un pibe de 19 años de barrio Tablada, fue cometida en un contexto especial. Desde el 18 de agosto el CJP y la zona de influencia se encuentra prácticamente sitiada por personal policial, reforzado incluso por la tanqueta china que usó tres años atrás la Policía Federal Argentina para custodiar la cumbre del G-20 en Buenos Aires. Ese día, en la previa a un nuevo juicio contra Guille Cantero, el edificio judicial recibió siete disparos. Al día siguiente, el líder de los Monos abrió el debate declarando que su oficio era “contratar sicarios para tirar tiros a jueces”.

Ese contexto de alerta, dijo Carbone, abonó la hipótesis de que el llamado de Martínez no fue una broma pesada. “Fue una audiencia especial por el contexto que estamos atravesando, tenemos el tribunal prácticamente sitiado por fuerzas nacionales, provinciales perjudicando a todo un barrio, una zona de hospitales, gente que le cuesta llegar a sus trabajos, desvíos de colectivos”, describió el funcionario.

A las 16.47 del pasado lunes un operador del 911 avisó que una voz anónima había dicho: “Suelten a Los Monos, si no vamos a matar a todos los fiscales”.

Las averiguaciones de personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) condujeron al otro día a la zona de Abanderado Grandoli y bulevar Seguí, donde cayó detenida la madre del sospechoso, Ana María Martínez, una mujer con una condena por robo calificado. Al día siguiente, su hijo Rodrigo fue detenido mientras deambulaba por Convención al 3700, señaló un vocero de la AIC.

Madre e hijo fueron imputados por el delito de amenazas calificadas. Carbone dijo que Rodrigo “confesó haber hecho la llamada, pero no contestó preguntas de la Fiscalía”, por lo que el móvil de la amenaza telefónica es todavía un misterio. El imputado –en línea con la nula logística empleada para realizar la amenaza y procurarse impunidad– dijo que el llamado fue una broma.

Si el sospechoso actuó en nombre de Los Monos o de un grupo antagónico que quiso perjudicar al clan Cantero (como ya ha sucedido en otras ocasiones) es aún materia de investigación. “No puedo acreditar que (el imputado) pertenezca a una banda”, aclaró el fiscal.

Para Carbone y el juez Gonzalo López Quintana el llamado estuvo lejos de ser una chanza contra el sistema judicial. Rodrigo Martínez quedó preso por el plazo de ley. En cuanto a su madre, quien quedó con preventiva por 60 días, “se le imputó la participación necesaria en el hecho; sin el aporte de ella respecto del aparato telefónico desde el cual surgió este llamado intimidante anónimo no se podría haber cometido el hecho”.

Ariel Máximo “Guille” Cantero es juzgado junto con Daniel Alejandro “Teletubi” Delgado, Damián Oscar “Tito” Chávez, Lucía Uberti, Leonel Alejandro Fernández, Leandro “Chulo” Olivera y Matías Nicolás César por los ataques a edificios judiciales y casas de jueces que comenzaron el 29 de mayo de 2018 y culminaron el agosto de ese año. Para Guille, Uberti y César, los fiscales Matías Edery, Miguel Moreno, Aníbal Vescovo y Gastón Ávila solicitaron penas de 24 años. El juicio concluirá en la primera semana de octubre, prevé la Fiscalía.

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