Sociedad

Horóscopo feminista

Urano, el planeta que está acostado en el cielo

Después de 84 años Urano vuelve a transitar Tauro, signo que representa el cuerpo que sostiene el deseo, la tierra que nos alimenta, el tiempo percibido con lentitud, el disfrute y el valor propio. ¿Cuánto vale mi cuerpo? ¿Cuánto vale mi tiempo? ¿Cuánto vale mi fuerza de trabajo?


Alma del Universo

Urano fue descubierto el 13 de Marzo de 1781. Fue el primer planeta observado con un telescopio, es decir que fue la primera vez que pudimos trascender la visión del ojo desnudo y ver más allá de lo que habíamos podido hasta ese momento. Descubriríamos también  que Urano no rota como el resto de los planetas sino que su eje de rotación está inclinado casi noventa grados sobre el plano de su órbita, es decir que está “acostado” en en cielo. Además, este movimiento no es directo sino que es retrógrado: gira para el otro lado que el resto de los planetas.

Hay al menos dos mitologías vinculadas a este astro: la de Urano en si y la de Prometeo. En la primera el Dios no permitía que su consorte, Gea, diera a luz a los hijos en común. Para liberarse Gea logra urdir un plan donde uno de sus hijos, Cronos – el tiempo -, castra a su padre para que no pueda continuar procreando. En el segundo, en una de sus versiones, Prometeo es el creador de la humanidad y por esta roba el fuego a los dioses quebrando la ley que Zeus había impuesto como castigo a los hombres y mujeres. Ambas historias refieren a trascender la ley, cuestionar lo incuestionable, preguntar y revolucionar.

Todas estas palabras se vuelcan ahora sobre la materia porque después de 84 años Urano vuelve a transitar Tauro, signo que representa el cuerpo que sostiene el deseo, la tierra que nos alimenta, el tiempo percibido con lentitud, el disfrute y el valor propio. ¿Cuánto vale mi cuerpo? ¿Cuánto vale mi tiempo? ¿Cuánto vale mi fuerza de trabajo? ¿Cuánto vale el cuerpo como espacio productivo y temporal?. En Tauro Urano nos invita a ver más allá del ojo desnudo, lo que puede verse a simple vista, para experimentar la pre- visión, es decir, la capacidad de ver màs allá. El tiempo de este tránsito no determina sino que invita a que materialicemos las preguntas que hasta ahora quedaban en el plano de la intención. De aquí que los movimientos jóvenes se estén organizando en acciones concretas contra  el cambio climático, que la manera de vincularnos con el trabajo esté cambiando, que el cuerpo de la mujer esté relacionado a la pregunta por cuál es el lugar que ocupa y que nos preguntemos por la manera en la que consumimos. Urano libera del yugo de lo prohibido pero también del yugo al miedo por lo desconocido a través de hacer girar todo al revés, de poner las cosas de costado. Moverse y mirar más allá son con Urano en Tauro la misma cosa, pero para la pre-visión este movimiento debe ser diferente.

Si, este tiempo que durará hasta el 2026 puede llegar con la incomodidad que produce soltar lo conocido ¿pero cómo saber de qué somos capaces si no cuestionamos las leyes que no nos permiten llevar nuestro fuego?

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