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Unidos o “fragmentados”

El radical Morales admitió ayer que hay “falta de acuerdo” en la oposición, pero confió en que esta vez tendrán quórum en el Senado. Los objetivos: Marcó del Pont, Fondo del Desendeudamiento, y cheque.

Frente a una semana clave en la puja entre oficialismo y oposición en el Congreso, el jefe del bloque de senadores de la UCR, Gerardo Morales, reconoció la “fragmentación y falta de acuerdo” que domina la oposición y confió en que esta semana se resolverá la discusión parlamentaria por el tema de los decretos de necesidad y urgencia que habilitan el uso de las reservas del Banco Central, el pliego de Mercedes Marcó del Pont y la coparticipación del impuesto al cheque.

Morales también insistió sus cuestionamientos hacia los ministros Amado Boudou y Florencio Randazzo -quienes volvieron a recordarle a la UCR el fracaso de la Alianza en 2001-, y advirtió que intentan “desviar la atención del tema central”, que según él “es la inflación”.

“Tanto Boudou como Randazzo acuden al remanido tema de la Alianza, que vienen utilizando hace 9 años y sobre el que ya se ha discutido y mi partido ha pagado un precio caro”, admitió Morales, pero con la intención de poner fin a la discusión con el gobierno nacional sobre la última gestión radical, que tuvo como presidente a Fernando de la Rúa.

Luego de dos semanas sin sesiones en el Congreso, el senador por Jujuy confió en que esta semana la oposición logrará el quórum necesario para tratar los “temas pendientes”. Pero éstos encuentran esta semana al gobierno de Cristina Fernández mejor parado: por una parte el pliego de Marcó del Pont cosecha opiniones favorables –que podrían traducirse en votos– entre la oposición, que le reconocen tanto su “trayectoria profesional” como –por ejemplo en el caso de la santafesina Roxana Latorre– su perfil “desarrollista” y hasta su “honestidad”.

En cuanto al Fondo del Desendeudamiento Argentino –constituido finalmente al caer la traba judicial al pago de deuda con reservas– su discusión se acercó demasiado al nuevo canje de la deuda, anunciado por el ministro Amado Boudou para dentro de diez días. Y, en ese marco, el gobierno alega que no se puede golpear a uno sin que repercuta en el otro, lo cual también podría minar el intento opositor por tumbarlo.

Y frente a la división con las provincias del impuesto a los créditos y débitos bancarios la Casa Rosada ensayó una maniobra de pinzas: la propia Cristina les dijo –almuerzo mediante– a 17 de los 24 gobernadores que su intención era derogarlo por “distorsivo” y avanzar en una nueva y definitiva ley de Coparticipación Federal que deje atrás los sucesivos pactos fiscales vigentes.

Así las cosas, los legisladores oficialistas, que tuvieron su asado en la Quinta de Olivos antes que los gobernadores, arrancan la semana tras el descanso por Semana Santa con expectativas, aunque el escenario siga siendo incierto.

Y por el lado opositor, si bien Morales advirtió que “todavía” no hay acuerdo entre las distintas vertientes para dar la discusión esta semana, remarcó que “el bloque (radical) va a estar sentado en el recinto” y esperará que el resto de las fuerzas “tomen la misma actitud” para alcanzar el quórum de 37 senadores. A partir de allí, la estrategia apuntará contra la Casa Rosada.

De hecho, la UCR tiene la posibilidad de apelar el fallo judicial de la Cámara Federal en lo Contencioso Administrativo que “liberó” el Fondo de marras. “No lo vamos a hacer para que en el Congreso, a suerte o verdad, anule o ratifique los decretos. Se tiene que definir esta semana”, dijo Morales. Pero así también pareció admitir un temor: un eventual fallo de la Corte Suprema en favor de la política oficial de “desendeudamiento”.

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